viernes, 30 de octubre de 2009

Una obra para replantear las convenciones

La obra El Paraíso está basada en el cuento “La virginidad” de Witold Gombrowicz

Los viernes a las 22.30 se presenta El Paraíso de Alfredo Martín, obra inspirada en el cuento “La virginidad” de Witold Gombrowicz, en el teatro Andamio 90 (Paraná 660, Buenos Aires).

“El cuento que inspira esta obra teatral, tiene un lenguaje irónico, provocador y desopilante; exponiendo con argumentos que bordean el absurdo, una situación familiar que cuestiona las convenciones sociales, religiosas y familiares”, cuenta Martín. “En él se define a la virginidad desde un punto de vista metafórico, una mirada particular, que denota un salto desde lo anatómico a lo estructural”, agrega.

Poco antes de morir, Gombrowicz definió así su libro: “Reconozcamos a pesar de todo, que esos contenidos repelentes pierden repugnancia al convertirse en elementos de "la forma"; su papel es funcional, obedecen a un fin superior: la creación artística".

La puesta. El cuento "La virginidad" de Witold Gombrowicz fue adaptado y dirigido por Alfredo Martín.

Irónica y provocadora, la obra resultante invita a reflexionar sobre lo inútiles que resultan algunos dispositivos y mandatos sociales a la hora de protegernos y darnos "seguridad". El Paraíso expone una situación familiar que cuestiona las convenciones para poner en escena el conflicto social que atraviesa a sus personajes, más allá de los esfuerzos que hagan para mantener un paraíso privado, de bienestar. Situada en la década del ‘30 la acción remite a situaciones contemporáneas que el espectador se verá tentado a comparar.

Alfredo Martín forma parte del grupo de investigación teatral Omega, integrado por directores y dramaturgos, coordinado por Horacio Banega. En 2007 y el año pasado dirigió El otro señor G, versión sobre “El doble” de Fedor Dostoievski, y estrena Kiev, de Christian Lange, que recibió el premio Argentores. Este año ya llevó a escena El prestamista que citaba a Göethe, inspirada en “La mansa” de Fedor Dostoievski. Y ahora, con esta propuesta, este dramaturgo se introduce en el universo del escritor Witold Gombrowicz y en sus pensamientos acerca de la creación y la forma en el hombre.

La historia. El pecado original de Adán y Eva cometido en el jardín del Edén y sus consecuencias éticas, son retomados en El Paraíso. Una narración que transcurre entre formas sublimes y bastardas que confrontan, manteniendo una insoslayable actualidad.

La historia de Julia, Pablo y una familia acomodada, con sus conflictos y miserias, llevan al espectador a revisar el núcleo de esta parábola religiosa y recorrer los entretelones de la culpa y la perversión.

La virginidad de esta niña, resulta un prodigio elevado a categoría de ideal por sus padres: algo se corre desde la membrana anatómica de su sexo y forma un delicado velo ante los ojos. Nada entra, nada sale. Un sello que, de alguna manera, determina una mirada ante el mundo en el que vivimos.

El Paraíso es un relato que avanza vertiginosamente, rozando el absurdo y la mistificación. Las atmósferas y el lenguaje del texto, sostienen un juego atrevido con el lenguaje y los sentidos.

Se vale de un estilo paródico en la interpretación, como forma original de interrogar un mundo sellado y autoreferencial, que se resiste.

Finalmente, caída toda apariencia, ya nada velará esa realidad violentada. El conocimiento de lo otro, el afuera, será una mancha que dará paso al acto: lo abominable.

Fuente: Diagonales

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