sábado, 31 de octubre de 2009

Cuando te vuelva a ver…

Príncipe azul, pequeña y desconocida joya de la dramaturgia contemporánea que irrumpe en el alma del espectador con la fuerza de los dramas de Bergman o de Ibsen. Con la actuación de Roberto Conte y Nico Strático. Dirección de Norberto Barruti.

A partir de un reencuentro con alguien que fue importante en el comienzo de nuestra adolescencia es posible detectar o realizar un balance de nuestros miedos, vivencias y decisiones. Y a partir de allí cuestionarnos o justificar la elección de un camino o del otro.

Príncipe azul, a través de un breve montaje, muestra el encuentro de dos personajes, Juan y Gustavo, una pareja de ancianos, con algo más de 70 años cada uno, que prometieron volverse a ver hace 60 años, después de haber mantenido unas relaciones amorosas tan intensas que tuvieron pánico de proseguirlas, teniendo en cuenta el contexto familiar y social de esa revuelta época de sus adolescencias. Medio siglo después, Juan es un mediocre actor de tercera, un sórdido personaje que ha vivido como quiso y como pudo, que no le queda vergüenza de los hecho ni de lo no hecho, mientras que Gustavo, recuperándose de un accidente cardiovascular que le dejó afectado el lado derecho de su cuerpo, es un respetable jurista con mucho poder, abuelo, pero amargado por todo lo que pudo hacer y no tuvo tiempo o no quiso hacerlo; un burgués, en todo el sentido del término, que se aburre por no tener nada que lo preocupe, salvo la salud, y cuando rememora aquellas cosas que no pudo adelantar y debió abortar, tal vez la ruptura de su romance con Juan.

Sobre textos de Eugenio Griffero, psicoanalista y dramaturgo argentino, nacido en Buenos Aires en 1936, esta obra presenta a dos personajes, aparentemente antagónicos, aunque reencontrados en sus imposibilidades, cumplen con un pacto que los transportará al miedo, a la ilusión, al desencuentro y al violento careo con las frustraciones individuales. Príncipe azul maneja un discurso que, entrelíneas, posibilita la multiplicidad de lecturas a través de un drama que le es universal a todo ser humano. Se presta a la confección de delicadas atmósferas y referencias sensoriales para brindarnos un pasaje a la nostalgia, la nostalgia reinterpretada por Griffero para confrontarnos e irritarnos, para seducirnos y alejarnos de cualquier tiempo. El mar fue testigo de ese amor hace más de 50 años, y los vuelve a juntar tras haber transitado gran parte de sus vidas.


La obra está cargada de dramatismo, un tanto novelesco, del argumento, porque el hecho que dos seres humanos se conozcan, se entreguen y después tengan miedo de sortear los obstáculos es un asunto común y corriente, lo novedoso, en este caso, es la cita y lo que el tiempo pasó o hizo con los antiguos amantes, homosexuales en esta historia, porque también podrían ser una pareja
heterosexual.

Ficha técnica

Príncipe azul, de Eugenio Griffero.
Con las actuaciones de Roberto Conte y Nico Strático. Escenografía: Quique Cáceres. Dirección: Norberto Barruti. Sábados 21 horas en Taller de Teatro de la UNLP, calle 10 nº 1076 entre 54 y 55, reservas al 423-2283.
Entrada general: $ 15.

Fuente: Hoy

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