Tenía diez años, pero Brooke Shields estaba maquillada como una adulta y completamente desnuda cuando posó ante la cámara. La imagen, que forma parte de una exposición de la reputada Tate Modern londinense, desató la polémica incluso antes de que se inaugure la muestra.
La policía decidió tomar cartas en el asunto por temor a que se trate de pornografía infantil y pueda molestar a los visitantes del museo. Y no faltan quienes acusan a la Tate de no buscar otra cosa que atraer a más personas gracias a la controvertida fotografía.
En realidad, la polémica imagen titulada "Spiritual America" se mostrará en la sala especial "Pop Life: Art In A Material World", ante cuya puerta habrá un aviso que advierta de la "dureza" de la obra. Pero por ahora la sala permanece cerrada y el catálogo retirado, a fin de evitar que el museo viole "sin querer" la ley, explicó un portavoz de Scotland Yard. Según los medios, la fiscalía evaluará si se trata de la publicación ilegal de imágenes "obscenas".
La fotografía es obra del artista Richard Prince y data de 1983. En ella se ve a Shields de pie, desnuda ante una bañera y con la piel bañada en aceite corporal. Su rostro, muy maquillado, contrasta con el infantil cuerpo. Prince reinterpretó para ello una fotografía del estadounidense Gary Groos, que tomó la imagen en los años 70 con el consentimiento de la madre de Shields, que supuestamente pretendía hacer famosa a su hija. Brooke Shields intentó más tarde conseguir los derechos de la imagen, pero fue en vano.
Shields, que hoy tiene 44 años, ya se sentía atraída por las cámaras desde la infancia. A los 12 interpretó a una joven prostituta en la serie "Pretty Baby" y después se dio a conocer como estrella adolescente en "La Laguna Azul".
Los defensores de los derechos de la infancia critican a la Tate Modern por utilizar la fotografía como "cebo". "Si uno quiere atraer visitantes con la imagen de un niño desnudo, se está abusando de ese niño", dijo Michele Elliot, de la organización Kidscape. Además, la exposición podría atraer a pedófilos.
La Tate Modern, uno de los museos más conocidos de arte moderno y contemporáneo, anunció explícitamente que la fotografía se incluía en la muestra. Según un comunicado, antes de la exposición se asesoraron jurídicamente. El cocurador Jack Bankowsky hizo hincapié en que la polémica no ensombrezca la exposición, intuyendo que el debate no hizo más que empezar.
En la muestra "Pop-Life" figuran, además de la imagen de Shields, otras obras provocadoras, como una con escenas de sexo explícito o material pornográfico. En una de las salas se expone la composición de Jeff Koon "Made In Heaven", en la que aparece el artista estadounidense junto a la estrella porno Cicciolina.
Fuente: Ambito
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