miércoles, 10 de febrero de 2010

Perdedores, esos grandes ganadores

Gastón Pauls - "Todos contra Juan". Foto: LA NACION

Losers

Por Carlos Sanzol
De la Redacción de LA NACION

Son lo peor. O mejor dicho, lo que nadie quiere ser. En un mundo en el que la mayoría gana para luego existir, ser un loser es una afrenta difícil de digerir. Sin embargo, en el mundo televisivo, la lógica se revierte: aquí los perdedores son los verdaderos ganadores.

Premiados, cotizados, alabados e incluso transformados en objetos de culto, los losers vienen marchando en televisión. Y, si no, que le pregunten a los nerds de la sitcomThe Big Bang Theory, a la "fea" deUgly Betty, a la madre torpemente desesperada de The New Adventures of Old Christine, a la heroína extralarge de Drop Dead Diva , a los estudiantes impopulares de Glee y a los nacionales de Ciega a citas y de Todos contra Juan , cuya segunda temporada comienza a grabarse a fines de este mes.

Son antihéroes. Ninguno de ellos se ajusta al canon de belleza de Brad Pitt, ni menos aún de Angelina Jolie. Tampoco tienen una gran capacidad para sociabilizar. No son ricos; ni siquiera, famosos. Ser canchero, para ellos, es algo que le pasa a otra gente. Diego Capusotto y su guionista Pedro Saborido quizá sean quienes mejor los retratan. El idiota que le canta a la chica -uno de los segmentos del programa Peter Capusotto y sus videos -, da cátedra sobre el proceso de seducción de una mujer en una disco. Ella lo cree un pesado, un loser . En cambio, él se asume como ganador. Incluso, al admitir lo fallido de la conquista, dice: "Nunca la pongo". Lo mismo ocurre con Latino Solanas, otra de las criaturas del actor: un niño bien que se hace pasar por un hiphopero centroamericano. Este falso Calle 13 hace reír al público porque es el único que está convencido de su propia simulación.

Los perdedores televisivos tienen eso: seguridad y orgullo de lo que son. Juan Perugia, protagonista de Todos contra Juan, es un actor en caída. Mejor dicho, se estrelló, se quebró y está en terapia intensiva. Sin embargo, esa realidad no es un impedimento para creérsela. Estrella de un solo éxito en los 90, intenta volver a las candilejas como sea. Y cada una de sus iniciativas termina en un fracaso absoluto, que revierte y maquilla para poder seguir con la misma seguridad de siempre.

"No sé si podría definirlo como un perdedor. Tendríamos que analizar qué es ganar o perder en este medio. Aparentemente, ganar es alcanzar 30 puntos de rating y perder es tener uno", dice a LA NACION Gastón Pauls, quien protagoniza y produce la comedia. Y continúa: "Prefiero pensar que el ganador es aquel que hace lo que quiere sin ceder demasiado ni hacer concesiones por un punto de rating. Partiendo de esa base, Juan es un desplazado, un olvidado; alguien a quien le «histeriquearon» el éxito. Se lo dieron a probar, lo probó y se lo sacaron".

A Lucía González, la protagonista de Ciega a citas , nunca le dieron a probar el éxito. Más bien, prueba todo lo que puede de la heladera como una manera de digerir la depresión de estar sola y de cargar con una madre manipuladora que desaprueba todo lo que hace. La mujer no cree que su hija pueda conseguir un buen candidato, así que Lucía se impone un desafío: conseguir novio para rebatir el argumento materno. Lejos de los ideales 90-60-90, ella es una antiheroína, una completa perdedora en el imaginario colectivo, o una luchadora, como dice Muriel Santa Ana, la actriz que le pone cuerpo al personaje. "En lugar de deprimirse, transforma la adversidad de que su madre apueste en su contra en una motivación. Lo interesante que muestra el programa es el recorrido de una persona en busca de una vida propia, alejada de las miradas condenatorias de los demás", describe .

Lucía no dista demasiado de lo que vive el personaje que compone Julia Louis-Dreyfus en The New Adventures of Old Christine (Warner). Si bien son dos mujeres de diferentes edades -la argentina tiene 31 años y la estadounidense ya superó los 40-, son una versión cínica y nihilista de una princesa de Disney en busca ya no de un príncipe azul -porque lo creen extinto-, sino de hombre más terrenal y asequible. De una u otra manera, Lucía y Christine se las arreglan para perder en la pesquisa. Y en eso pareciera radicar la identificación del espectador con ellas. "El heroísmo de estos personajes pasa por lidiar con situaciones cotidianas, no con megaemprendimientos", explica Santa Ana.

Cerebritos

La épica de los losers no estaría completa sin una escuela secundaria estadounidense. Como se vio en varias películas hollywoodenses - High School Musical , sólo por nombrar una de las más taquilleras-, el colegio es el lugar donde las personas se dividen en dos grandes grupos: los populares y los nerds .

Glee (Fox) toma este legado y le agrega una dosis de humor cínico propio de su creador, Ryan Murphy ( Nip/Tuck ). En la serie, que fue la revelación de la TV de los Estados Unidos del año pasado, los espectadores siguen el derrotero de un grupo de chicos (un nerd en silla de ruedas, una adolescente convencida de que será una estrella de Broadway, un chico obsesionado por el mundo fashion ) que conforman un coro en una escuela en la que hay una guerra por el reconocimiento y la aprobación. De hecho, el programa se promociona con el eslogan: "Ser un loser suena bien".

La revalorización televisiva del perdedor no sólo es patrimonio de Glee .

En la sitcom The Big Bang Theory (Warner), un grupo de tragas y geeks (obsesivos de las nuevas tecnologías) intentan relacionarse con el resto de los mortales y, sobre todo, con las mujeres. Si bien en la serie que emite Fox el conflicto pasa por la tensión entre los populares y los impopulares, en The Big ? , el "drama" se origina en la lucha entre lo sexy y lo que no lo es. Así, en el primer grupo se alista Penny, una vecina preciosa, pero no demasiado inteligente, que irrumpe en la vida de cuatro científicos jóvenes: Sheldon, un genio casi autista; Raj, un veinteañero tan tímido que queda mudo ante el sexo opuesto; Howard, un fallido donjuán, y Leonard, el único del grupo que quiere sacarse la etiqueta de geniecillo. "Siempre estuve en contra de llamarlos nerds o geeks porque no define realmente quiénes son ellos. Son seres humanos que tienen padres, hermanos, metas y miedos", dice Chuck Lorre, el creador de la sitcom junto a Bill Prady, en una entrevista cedida por Warner a este diario.

Para la psicóloga Any Krieger, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina y autora del libro Sexo a la carta , cada uno de los programas se construye sobre la base de tensiones entre dos fuerzas: lo lindo vs. lo feo, la riqueza vs. la pobreza, lo bueno vs. lo malo, entre otras. Estas dicotomías, según dice, explican el éxito de este tipo de ficciones. "El loser , en un principio, produce rechazo porque nos devuelve la imagen de lo que no queremos ser. Sin embargo, con el correr del relato, se transforma en un personaje muy amado, ya que seduce para ser reconocido y no descansa hasta poder lograrlo. El antihéroe busca el reconocimiento, que, en definitiva, es la búsqueda del amor materno, la relación que funda a todo sujeto", argumenta la especialista.

En fin, los perdedores televisivos persisten en sus creencias y en sus objetivos. "No bajan los brazos, a pesar de que el mundo esté en contra de ellos", explica Pauls, quien pronto volverá a ponerse en la piel de Juan (ahora por Telefé), ese loser que es un gran triunfador porque, como dice, "busca superarse". Así, ganar y perder en la TV, pero también en la vida, son dos conceptos bastante relativos.

PROGRAMA POR PROGRAMA

  • Ugly Betty (Sony). Una joven latina poco glamorosa se transforma en asistente del heredero de un imperio editorial. Ella deberá luchar por permanecer en un medio tan hostil y frívolo como el del mundo de una revista de modas.

  • Glee (Fox). Un grupo de adolescentes impopulares conforman el coro del colegio. Ganó el Globo de Oro a la mejor comedia.

  • The New Adventures of Old Christine (Warner). Una madre divorciada (Julia Louis-Dreyfus) intenta reconstruir su vida amorosa.

  • The Big Bang Theory (Warner). Una joven sexy transforma la vida de cuatro jóvenes nerds.

  • Drop Dead Diva (Sony). Una modelo frívola muere y se reencarna en una abogada inteligente y con varios kilos de más.

  • Peter Capusotto y sus videos (Canal 7). Diego Capusotto crea una fauna de perdedores, como el idiota que le canta a la chica, Violencia Rivas, Latino Solanas, entre otros.

  • Todos contra Juan (Telefé). En la segunda temporada, el héroe (Gastón Pauls) intentará probar suerte como actor en Hollywood. Aún no está definida su fecha de salida al aire por Telefé. La primera temporada se emitió por América.

  • Ciega a citas (Canal 7). Lucía González es una periodista soltera de 31 años que busca conseguir novio para llevar a la boda de su hermana y ganarle una apuesta a su madre.

Fuente: La Nación

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