sábado, 27 de febrero de 2010

Esperado retorno de un clásico

Carlos Martínez vuelve al teatro con sus títeres, pero ahora desde la dirección Foto: Federico López

En junio vuelve El molinete, de Carlos Martínez, al escenario del Cervantes

Por Ruth Mehl

"Vuelvo a hacer lo que he hecho siempre, pero desde otro lugar -explica Carlos Martínez, contento con la perspectiva del reestreno de El m olinete en el Teatro Nacional Cervantes, pensado para junio de este año-. Es que ya no me interesa tanto estar en el escenario, me gusta que otros titiriteros intervengan." Martínez se refiere a Sergio Bresski y a Gastón Guerra, quienes serán los responsables de la actuación y de la manipulación.

" El m olinete evolucionó en sus muchas presentaciones a lo largo de estos años -explica cuando se le pregunta sobre los cambios que habrá en la nueva versión-. Siempre estuvimos alertas a la reacción del público, pero ahora -hasta que no ensayemos- no sabremos qué se modificará y luego, cuando lo probemos con los niños, sin duda habrá más ajustes."

Insiste en que no se trata de modernizar la obra para ponerse a tono con los tiempos o con las tendencias, sino de tomar conciencia de que se trata de nuevas generaciones de espectadores.

"A mí me gusta escuchar a los chicos -dice-, ver en qué partes se entusiasman y en cuáles se empiezan a distraer, dónde ya sé que me están entendiendo y dónde los perdí. Una cosa sé con seguridad: la obra siempre tuvo buen ritmo, por eso se mantuvo tantos años, pero los chicos de hoy son otros, porque la sociedad les habla de otra manera, no solamente en la forma, sino también en los contenidos. En este momento, se han puesto sobre la mesa todos los temas, incluso aquellos que antes eran tabú. Y con esos niños vamos a trabajar."

Martínez destaca que en los años 70 aparecieron varios espectáculos que querían proponer un nuevo teatro para chicos, como en el caso de La vuelta manzana , de Hugo Midón. "Había iniciativas novedosas también en los títeres, como actuar fuera del retablo, mostrar los títeres y, a veces, también los entretelones de la función. En vez de hablar de cuentos de hadas nos acercábamos a temas más cercanos a la vida cotidiana, por ejemplo, los miedos, los celos, las relaciones familiares y la amistad."

Según Martínez, otra de las convicciones que llevaban al escenario en esos años, y que muchos han mantenido, es la certeza de que las obras reflejan una particular actitud de vida. "Cómo vemos al mundo, cómo nos gustaría que fuera, qué actitud tenemos hacia los problemas, y qué nos gustaría que los chicos entendieran y se llevaran como valores. Hoy creo que los valores básicos siguen estando en la vida de la gente."

Inefable Zoquete

Aunque muchos han extrañado al simpático Zoquete (protagonista de El m olinete) en los escenarios más frecuentados, el ocurrente títere surgido de una media rayada siguió recorriendo escuelas, escenarios del interior, festivales, e incluso en el exterior, especialmente en escenarios de Brasil, donde una compañía lo tiene en su repertorio.

Hay varios otros espectáculos de Carlos Martínez circulando, publicados en libros y grabados en videos, entre ellos, Con esta lluvia (cuya autoría comparte con Silvina Reinaudi), Historias en el espejo , Muchas manos , El juego de Kivi . Martínez ha trabajado con sus muñecos en programas de televisión y lo sigue haciendo. Tiene una intensa labor como docente en todo el país y en América latina, y, desde hace varios años, es jurado casi obligado convocado para la selección de espectáculos en festivales, además de cumplir una labor continuada como asesor del Jurado de Proyectos del Instituto Nacional de Teatro.

Con una formación que incluye teatro, música, bellas artes, psicología social, gestión cultural, muchos premios y una trayectoria asentada en el reconocimiento por su trabajo, Carlos sonríe con su humor travieso de niño que dice lo que ve, mientras comenta: "Los artistas reflejamos lo que pasa en el país, lo que nos pasa. A veces, todo parece sin salida, la delincuencia, la corrupción, la mentira, pero también sabemos de otras cosas que parecen pequeñas, pero son las verdaderas. Muchas veces en mi trabajo como docente me encuentro dando clases de ética. Zoquete elige el camino de la libertad y el riesgo, y eso me va a gustar proponérselo otra vez a los niños".

Fuente: La Nación

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