La nueva estrella del pop El lunes cumple 23 años, y amenaza con llegar a ser la heredera de Christina Aguilera, Britney Spears y Lady Gaga. Su disco "Animal" ya se editó aquí.
Cinco chicas suben a una limusina a mitad de la noche y parten rumbo a la colina de Los Angeles donde está el cartel de Hollywood. Llevan telas, aerosoles y hablan todas al mismo tiempo. Burlan a la policía y saltan el alambrado vestidas con minishorts y botas texanas. Pintan, gritan y huyen. La escena siguiente es al amanecer. Ke$ha, rubia con la pintura corrida y cara de trasnoche, se despierta desalineada dentro de la limo y sale a la calle a festejar el éxito de su misión. Sobre la colina se lee Ke$hawood. Estrategia de marketing o hecho real, la historia -está filmada y puede verse en YouTube- sirve para describir la esencia de la nueva chica incorregible del blondie pop estadounidense que se abalanzó sobre el vip que ocuparon figuras como Christina Aguilera, Britney Spears y Lady Gaga.
Hoy, la cantante que el próximo lunes cumple 23 años, mira a todos desde arriba en la cima del Hot 100 de la revista Billboard con Tik Tok, el primer corte de su álbum debut, Animal, que batió el récord de ventas digitales de un artista nuevo. Y el tema, que ya tiene múltiples versiones y remixes, superó los 4 millones de descargas digitales. "Antes de irme me lavo los dientes con una botella de Jack, porque cuando salgo a la noche, no vuelvo más" dice la letra de la canción, que habla de chicas que se prueban mucha ropa, celulares que revientan de llamados de muchachos, fiestas hasta el amanecer, borrachos, cerveza y parlantes que revientan.
Como si fuera de manual, Ke$ha tiene todos los tips de la niña rebelde. Hija de madre soltera -cantante sin éxito de una banda de punk rock-, infancia pobre, familia sostenida por la ayuda del asistente social, y un camino abierto a las patadas por ella misma. Fue su madre quien la motivó para ser cantante ya desde muy pequeña. Y cuando llegó el momento de elegir su propio rumbo, la joven decidió abandonar la facultad y mudarse a Los Angeles en busca de una oportunidad.
Allí pasaba sus días entre trabajos como camarera y estudios de grabación, mientras convivía con su supuesto padre o con algún novio. Siempre haciendo pequeñas presentaciones en bares y con la mira puesta en cumplir su sueño artístico. Su obsesión era que Prince produjera su primer disco, así que partió rumbo a la mansión del Príncipe en Beverly Hills, sobornó al jardinero con cincuenta dólares y logró llegar hasta el tercer piso donde el músico ensayaba con su banda. "Me senté en uno de los tronos morados hasta que él se dio cuenta que estaba allí. Y antes de que su servicio de seguridad me echase, le dejé un CD con mis canciones envuelto en colores morados", cuenta Ke$ha. Que a pesar de su aventura, no volvió a tener noticias de Prince. Pero sí recibió un fuerte impulso para su primer disco, Animal, que se vende en la Argentina desde anteayer. Fue el apoyo de Dr. Luke, el productor que convirtió en N°1 a Britney Spears, Katy Perry, Kelly Clarkson y Avril Lavigne, a quien le sumó las composiciones de Max Martin y Benny Blanco.
"Tengo un video en el que, con cinco años, desnuda y con el cuerpo pintado, me pongo a gritar: '¡Voy a ser una estrella del rock y nadie podrá pararme!' Quiero que mi música sea divertida, interesante, nueva y diferente, pero a la vez con sustancia. Bajo las apariencias, soy una persona emocional. En el fondo lo que quiero que la gente me escuche y sienta lo que cuento", dice Ke$ha sobre sí misma.
El disco contiene quince canciones electro-pop de rubia rebeldía adolescente de Belleza americana. Your Love Is My Drug, Take It Off, Kiss'n Tell, Blah Blah Blah, Party at a Rich Dude's House (Fiesta en la casa de un tipo rico) y V.I.P. son los títulos de algunas de sus canciones, como para definir por qué lado viene su lírica, que por momentos se vuelve sentimental -pero sin abandonar la fiesta jamás-, como en la canción Dancing With Tears in My Eyes.
Ante la paradoja entre su sentido emocional y profundo, y sus canciones que abundan en chicos y fiestas, Ke$ha se defiende diciendo que su música es irreverente y que hace canciones pop en lugar de otras más serias y acústicas porque "quería darle a la gente algo que le trajera alegría". Así, menciona que sus influencias vienen de la música country y que admira y escucha a artistas como Beck, Tokyo Hotel y Queen, y habla de su gusto por la "vieja escuela del punk" y bandas como Beastie Boys, Dinosaur Jr. y Fugazi, entre otros.
Así es ella, y a pesar de todo, en la línea entre su éxito inicial, su primer trabajo y lo que promete, pueden verse en ella ciertas armas para convertirla en una gran artista en un futuro menos adolescente. Sólo le falta crecer. «
El primer paso de Ke$ha
El primer tema que grabó la cantante, a los 17 años, fue "Right Round", para el álbum del rapero Flo Rida, R.O.O.T.S. En sólo una semana tuvo 636 mil descargas digitales. Todo un récord.
Fuente: Clarín
Hoy, la cantante que el próximo lunes cumple 23 años, mira a todos desde arriba en la cima del Hot 100 de la revista Billboard con Tik Tok, el primer corte de su álbum debut, Animal, que batió el récord de ventas digitales de un artista nuevo. Y el tema, que ya tiene múltiples versiones y remixes, superó los 4 millones de descargas digitales. "Antes de irme me lavo los dientes con una botella de Jack, porque cuando salgo a la noche, no vuelvo más" dice la letra de la canción, que habla de chicas que se prueban mucha ropa, celulares que revientan de llamados de muchachos, fiestas hasta el amanecer, borrachos, cerveza y parlantes que revientan.
Como si fuera de manual, Ke$ha tiene todos los tips de la niña rebelde. Hija de madre soltera -cantante sin éxito de una banda de punk rock-, infancia pobre, familia sostenida por la ayuda del asistente social, y un camino abierto a las patadas por ella misma. Fue su madre quien la motivó para ser cantante ya desde muy pequeña. Y cuando llegó el momento de elegir su propio rumbo, la joven decidió abandonar la facultad y mudarse a Los Angeles en busca de una oportunidad.
Allí pasaba sus días entre trabajos como camarera y estudios de grabación, mientras convivía con su supuesto padre o con algún novio. Siempre haciendo pequeñas presentaciones en bares y con la mira puesta en cumplir su sueño artístico. Su obsesión era que Prince produjera su primer disco, así que partió rumbo a la mansión del Príncipe en Beverly Hills, sobornó al jardinero con cincuenta dólares y logró llegar hasta el tercer piso donde el músico ensayaba con su banda. "Me senté en uno de los tronos morados hasta que él se dio cuenta que estaba allí. Y antes de que su servicio de seguridad me echase, le dejé un CD con mis canciones envuelto en colores morados", cuenta Ke$ha. Que a pesar de su aventura, no volvió a tener noticias de Prince. Pero sí recibió un fuerte impulso para su primer disco, Animal, que se vende en la Argentina desde anteayer. Fue el apoyo de Dr. Luke, el productor que convirtió en N°1 a Britney Spears, Katy Perry, Kelly Clarkson y Avril Lavigne, a quien le sumó las composiciones de Max Martin y Benny Blanco.
"Tengo un video en el que, con cinco años, desnuda y con el cuerpo pintado, me pongo a gritar: '¡Voy a ser una estrella del rock y nadie podrá pararme!' Quiero que mi música sea divertida, interesante, nueva y diferente, pero a la vez con sustancia. Bajo las apariencias, soy una persona emocional. En el fondo lo que quiero que la gente me escuche y sienta lo que cuento", dice Ke$ha sobre sí misma.
El disco contiene quince canciones electro-pop de rubia rebeldía adolescente de Belleza americana. Your Love Is My Drug, Take It Off, Kiss'n Tell, Blah Blah Blah, Party at a Rich Dude's House (Fiesta en la casa de un tipo rico) y V.I.P. son los títulos de algunas de sus canciones, como para definir por qué lado viene su lírica, que por momentos se vuelve sentimental -pero sin abandonar la fiesta jamás-, como en la canción Dancing With Tears in My Eyes.
Ante la paradoja entre su sentido emocional y profundo, y sus canciones que abundan en chicos y fiestas, Ke$ha se defiende diciendo que su música es irreverente y que hace canciones pop en lugar de otras más serias y acústicas porque "quería darle a la gente algo que le trajera alegría". Así, menciona que sus influencias vienen de la música country y que admira y escucha a artistas como Beck, Tokyo Hotel y Queen, y habla de su gusto por la "vieja escuela del punk" y bandas como Beastie Boys, Dinosaur Jr. y Fugazi, entre otros.
Así es ella, y a pesar de todo, en la línea entre su éxito inicial, su primer trabajo y lo que promete, pueden verse en ella ciertas armas para convertirla en una gran artista en un futuro menos adolescente. Sólo le falta crecer. «
El primer paso de Ke$ha
El primer tema que grabó la cantante, a los 17 años, fue "Right Round", para el álbum del rapero Flo Rida, R.O.O.T.S. En sólo una semana tuvo 636 mil descargas digitales. Todo un récord.
Fuente: Clarín
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