El bandoneonista Luis Rizzi se sumará al grupo como invitado
Más de veinte años pasaron desde que La sonora se gestó en la ciudad de La Plata para "formar parte de un proyecto que tenía más que ver con lo grupal, con la comunicación a través del sonido, no como vehículo", según sintetizó en charla con Diagonales uno de sus fundadores, Alejandro Rodríguez, horas previas a la presentación de hoy a las 21.30 en Ciudad Vieja (17 y 71).
Desde su formación en 1989 se abocó, por un lado, a la exploración y recuperación de los elementos musicales de raíz africana presentes en la cultura rioplatense, y por otro, a la experimentación libre, fusionando estos elementos con otros provenientes de diversas fuentes musicales.
Integrada por Alejandro Rodríguez (composición, piano y arreglos), Potolo Abregó (percusión, batería), Diego Amerise (bajo) y Juan Pablo Castrillo (percusión), La sonora llega hoy al escenario platense acompañada por el bandoneonista Luis Rizzi. "Lo que hace La sonora es música de fusión. Van a haber temas propios, versiones de temas de por acá y mucha percusión. Hay algunos temas exclusivamente en percusión, como un trabajo sobre una cuerda de candombe, habrá un poco de todo", adelantó Rodríguez.
–¿Cuándo hablan de la música rioplantese, a qué artistas se remiten?
–El grupo tiene 20 años, fue construyendo una identidad y tiene un sonido muy particular. Si hablamos de influencias, puedo decir Astor Piazzola, aunque no lo vas a escuchar mucho a Piazzola, pero su manera de construir la música es lo que me llamó la atención, lo que me gusta del tipo y lo que he tomado de él. También he tocado mucho candombe de cuerda callejera, de tambores exclusivamente, y de ahí tomé los impulsos rítmicos para hacer temas. No sé si puedo decir que el Negro Rada o Jaime Roos me influenciaron porque no hacemos sus canciones, pero siempre está la milonga, el candombe, y una variedad de ritmos de acá. También hay muchos estilos de música brasilera que tienen que ver con el Yoro, hay cosas del folclore, es como un gran mix.
–¿Están pensando en una nueva producción?
–Sí. La sonora tiene un primer disco que es del '97 y un segundo disco que se vendió todo en el exterior. También participamos de un compilado de música argentina que se editó en Inglaterra y ahora vamos por un disco nuevo, que estamos trabajando, que saldrá para mayo y que tiene que ver con sonidos esenciales.
–¿Cuesta mucho seguir manteniendo un proyecto en el tiempo?
–La sonora es una propuesta de grupo, no es una suma de individualidades. Somos cuatro o cinco tipos que intentamos generar un círculo de comunicación arriba del escenario. El grupo ha cambiado mucho, los integrantes también. Los únicos tipos que quedamos de la banda original somos Potolo Abregó y yo. Este grupo que está ahora es lindo, hay chicos de veintipico de años y se produce una circulación de energía distinta. Pero sí, es muy difícil mantener en pie el proyecto. Nos ayudó el hecho de que tuvimos muy buen feedback con afuera, en Suecia, en Inglaterra. Viajamos mucho y en lo económico eso nos ayudó bastante. Pero no es nada fácil, más como están las cosas ahora que todo es tiempo de urgencia y velocidad, donde los proyectos a largo plazo no parecen viables y donde la sociedad está poniendo énfasis en lo individual sobre lo grupal.
Fuente: Diagonales
Más de veinte años pasaron desde que La sonora se gestó en la ciudad de La Plata para "formar parte de un proyecto que tenía más que ver con lo grupal, con la comunicación a través del sonido, no como vehículo", según sintetizó en charla con Diagonales uno de sus fundadores, Alejandro Rodríguez, horas previas a la presentación de hoy a las 21.30 en Ciudad Vieja (17 y 71).
Desde su formación en 1989 se abocó, por un lado, a la exploración y recuperación de los elementos musicales de raíz africana presentes en la cultura rioplatense, y por otro, a la experimentación libre, fusionando estos elementos con otros provenientes de diversas fuentes musicales.
Integrada por Alejandro Rodríguez (composición, piano y arreglos), Potolo Abregó (percusión, batería), Diego Amerise (bajo) y Juan Pablo Castrillo (percusión), La sonora llega hoy al escenario platense acompañada por el bandoneonista Luis Rizzi. "Lo que hace La sonora es música de fusión. Van a haber temas propios, versiones de temas de por acá y mucha percusión. Hay algunos temas exclusivamente en percusión, como un trabajo sobre una cuerda de candombe, habrá un poco de todo", adelantó Rodríguez.
–¿Cuándo hablan de la música rioplantese, a qué artistas se remiten?
–El grupo tiene 20 años, fue construyendo una identidad y tiene un sonido muy particular. Si hablamos de influencias, puedo decir Astor Piazzola, aunque no lo vas a escuchar mucho a Piazzola, pero su manera de construir la música es lo que me llamó la atención, lo que me gusta del tipo y lo que he tomado de él. También he tocado mucho candombe de cuerda callejera, de tambores exclusivamente, y de ahí tomé los impulsos rítmicos para hacer temas. No sé si puedo decir que el Negro Rada o Jaime Roos me influenciaron porque no hacemos sus canciones, pero siempre está la milonga, el candombe, y una variedad de ritmos de acá. También hay muchos estilos de música brasilera que tienen que ver con el Yoro, hay cosas del folclore, es como un gran mix.
–¿Están pensando en una nueva producción?
–Sí. La sonora tiene un primer disco que es del '97 y un segundo disco que se vendió todo en el exterior. También participamos de un compilado de música argentina que se editó en Inglaterra y ahora vamos por un disco nuevo, que estamos trabajando, que saldrá para mayo y que tiene que ver con sonidos esenciales.
–¿Cuesta mucho seguir manteniendo un proyecto en el tiempo?
–La sonora es una propuesta de grupo, no es una suma de individualidades. Somos cuatro o cinco tipos que intentamos generar un círculo de comunicación arriba del escenario. El grupo ha cambiado mucho, los integrantes también. Los únicos tipos que quedamos de la banda original somos Potolo Abregó y yo. Este grupo que está ahora es lindo, hay chicos de veintipico de años y se produce una circulación de energía distinta. Pero sí, es muy difícil mantener en pie el proyecto. Nos ayudó el hecho de que tuvimos muy buen feedback con afuera, en Suecia, en Inglaterra. Viajamos mucho y en lo económico eso nos ayudó bastante. Pero no es nada fácil, más como están las cosas ahora que todo es tiempo de urgencia y velocidad, donde los proyectos a largo plazo no parecen viables y donde la sociedad está poniendo énfasis en lo individual sobre lo grupal.
Fuente: Diagonales
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