En sus manos, extensas como su propio cuerpo, el bajo parece diminuto. Al comenzar a tocarlo, esa trivial percepción se corrobora: Marcos Archetti es uno de los músicos más talentosos y activos de la ciudad. A pesar de su juventud, ha pasado con su bajo de seis cuerdas por diversos proyectos, entre ellos Banda Hermética, Mutandina, No Tan Big y Kaymanta Kayman. Esta noche se presenta nada menos que con Daniel “Pipi” Piazzolla en Ciudad Vieja (17 y 71) con Irregularidades.
-¿Cómo se configuró el espectáculo Irregularidades?
-Con el “Pipi” Piazzolla nos conocimos hace un par de años y veníamos queriendo tocar juntos. Este espectáculo fue como la excusa que lo permitió. Después, cuando tocamos junto a los otros dos músicos, Marcos Edward y Bernardo Casagrande, sentimos que había una química linda y nos gustaba la música y el camino por donde iba; así que se fue perfilando un proyecto. Básicamente, la propuesta inicial fue la de encarar músicas que nos gustasen, principalmente del jazz, entrando en las métricas irregulares y empezaron a aparecer temas cercanos a las músicas argentinas y rioplatenses.
-¿Cuáles son ahora las influencias que te atraviesan a la hora de hacer música hoy en día?
-Creo que, al igual que muchos de los músicos con los que comparto y compartí la música estos años, somos una generación que tiene una procedencia múltiple en cuanto a lo que son las influencias. En mi caso, tuve de chico clases de piano y he escuchado durante toda mi vida mucha música clásica por mi vieja, que es cantante lírica. Cuando arranqué a tocar, más grande, adolescente, estuve, a grosso modo, con el rock, luego el jazz, la música de Brasil con Hermeto a la cabeza, y por último y desde hace unos años, la música argentina y rioplatense. Si bien me siento identificado con esta última etapa, no reniego de nada de lo que tuve la suerte de poder tocar y creo que son todas influencias presentes a la hora de componer.
-¿Existe la posibilidad de que renazca Banda Hermética?
-Sin dudas. Ya lo estuvimos hablando. Pero no sería un proyecto, sino un lugar de diversión y goce de viejos amigos y música adorada por todos. Tenemos la idea de hacer uno o dos conciertos por año.
-¿Cuáles son tus planes a mediano y largo plazo?
-Este año espero tocar mucho. Con la grabación del disco de Irregularidades y con la edición, pronta esperamos, del disco ya grabado de Kaymanta Kayman, un ensamble que toca composiciones propias con el que hacemos música argentina y de por acá, digamos, espero que se abran muchas posibilidades para presentar ese material. A largo plazo es difícil decir, pero creo que los planes son seguir trabajando y buscando siempre la propia sonoridad. Aprender, siempre.
-¿Cómo ves la escena musical platense?
-Estoy muy entusiasmado con el presente musical platense. Pero más aún con el futuro. Tanto la generación de excelentes músicos que vino antes que nosotros como los tremendos músicos de mi generación con los que comparto la música y con los que no, creo que, sumado a la reciente apertura de la carrera de Música Popular en la Facultad de Bellas Artes, además de todo el trabajo que se viene haciendo en lugares como la escuela de Berisso y otros institutos de música popular, más todos los músicos que también se dedican a la docencia particular, resulta en un precioso hervidero de música del que no tengo dudas que saldrán cosas muy valiosas para nuestra cultura.
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