jueves, 22 de octubre de 2009

Un emblema del mejor jazz latino

AYER NOMAS. "IRAKERE FUE UNA EXPERIENCIA DE FORMACIÓN", DICE EL TROMPETISTA.

Entrevista Viene el cubano Arturo Sandoval Recuerda a Irakere y habla de su relación con la política y el tango.


El trompetista cubano Arturo Sandoval se presentará con su sexteto el 30 de octubre en el Gran Rex. Instrumentista virtuoso, ganador de 5 Grammy y figura central del llamado jazz latino, Sandoval fue fundador en los años '70 del mítico grupo cubano Irakere, junto con el pianista Chucho Valdés y el saxofonista Paquito D'Rivera, grupo que abandonó en 1981 para dedicarse a la carrera solista, que comprende una treintena de discos. El músico conversa con Clarín desde su casa de Miami, donde vive en un autoexilio desde mediados de los 80 y tiene su propio club de jazz, además de un cargo como profesor en la Universidad Internacional de Florida.

¿Cómo caracterizaría usted el aporte del jazz latino?

No es otra cosa que la mezcla de lo afro con los ritmos cubanos y caribeños, aunque no hay que dejar afuera a otros países. En la mezcla puede intervenir un vals peruano, un tango o una milonga, siempre y cuando tengas improvisación, porque la improvisación es lo que define la esencia del jazz.

¿No le parece que además del ritmo está el aporte de un sonido? Un sonido más bien estridente, que deja su marca en el agudo.

Bueno, puede haber algo de eso, aunque uno no toca todas las cosas en el mismo registro.

Su primer disco solista en los Estados Unidos se llamó "Vuelo a la libertad" (de 1991). ¿Se sentía sofocado en Cuba?

Bueno, más o menos como todos, pero déjeme decirle que uno de los motivos por los que me fui de Cuba fue para no tener que estar hablando de política todo el tiempo. Si no le molesta, preferiría hablar del bife de chorizo, la provoleta, el tango...

Hablemos de tango, entonces. ¿Qué es lo que más le gusta del tango?

Últimamente estuve escuchando un disco de María Graña, una cantante extraordinaria. Ustedes tienen grandes músicos, y pienso especialmente en Mercedes Sosa, cuya muerte nos ha apenado a todos. Yo tuve la suerte de conocerla en Cuba y de compartir escenarios con ella. Volviendo al tema del tango, sus melodías son lindas, también sus armonías. Es una música acabada, muy bien hecha. Los compositores de tango, me refiero a los compositores de los buenos tangos, son tremendos músicos. No son ningunos improvisados, saben muy bien qué están haciendo. Justamente acabo de grabar un tema de Piazzolla, Oblivion, que saldrá en mi próximo disco.

¿Qué queda de la experiencia de Irakere en su música actual?

Me gustaría pensar que queda mucho. Irakere significó una experiencia de formación para nosotros. Fue en ese momento cuando nos largamos a escribir y a probar nuevas cosas. Aprendimos sobre la marcha, y además la gente nos recibió con respeto y entusiasmo. Guardo muy buenos recuerdos.

Para entonces usted ya tenía una formación clásica ¿no es así?

Yo empecé a estudiar música clásica mucho antes saber lo que era el jazz, y el repertorio clásico nunca dejó de tener un lugar muy significativo en mi carrera.

Fuente: CLARIN

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