Participan el Ballet Estable, que dirige Rodolfo Lastra, y la Orquesta Estable, que cuenta en esta oportunidad con la conducción de Darío Domínguez Xodo.
La escenografía le corresponde a Fabián Giménez, el vestuario a Viviana Serafini y la iluminación a Esteban Ivanec.
Los principales roles serán interpretados por Paula Elizondo como Nikiya; Mario Navarro como Solor y Alejandra Baldoni como Gamzatti. El resto de los papeles serán asumidos por diferentes integrantes del Ballet Estable del Teatro Argentino.
Hay entradas desde $ 15, con descuento para jubilados y pensionados. Pueden adquirirse en las boleterías del Teatro, de martes a domingos, de 10 a 20, o a través de Ticketek, a los teléfonos 4477200 (La Plata) y 52377200 (Capital Federal).
Los espectadores de Capital Federal cuentan con un servicio de ómnibus que parten desde el frente de la Casa de la Provincia de Buenos Aires, Callao 237, dos horas y media antes del horario de cada función. Los pasajes de ida y vuelta tienen un valor de $ 30 y también deben ser adquiridos por medio de Ticketek.
El público puede solicitar mayor información comunicándose gratuitamente al Tel. 0800-666-5151.
Sobre esta versión de “La Bayadera”:
“Vi por primera vez La Bayadera cuando era un niño –dice Luis Ortigoza-. Recuerdo que su impresionante despliegue de imágenes me introdujo en un mundo mágico y místico, de princesas indias y coloridos personajes que protagonizaban una historia dramática, de amor, poder y traición. Quedé cautivado por esa cultura, sus códigos, colores y texturas. En especial quedó grabada en mi mente la magnífica y poética escena de El reino de las sombras. Esas imágenes, que no se diluyeron con el paso del tiempo, me inspiraron cuando asumí por primera vez el rol de Solor y cuando empecé a trabajar en mi propia versión.
Tras enfrentarme a la partitura y a los desafíos coreográficos de este título, puedo decir que La Bayadera es el ballet del repertorio clásico más perfecto jamás construido, el mayor legado que dejara el genio de Marius Petipa. Para concebir esta coreografía, respeté la estructura original de Petipa, a la que le sumé dos danzas para los varones –los guerreros y los sacerdotes-, para darles mayor presencia, y una última escena, la de la destrucción del templo, que no figura en todas las versiones y que constituyó un gran desafío. Respecto del concepto visual, opté por respetar algunos colores específicos para ciertos trajes, porque forman parte de los códigos ancestrales de la cultura india (el vestido de Gamzatti de la última escena, por ejemplo, es rojo, porque ese es el color de las novias), mientras que en lo escenográfico, propuse que se respetara la grandiosidad de los palacios y la exhuberancia de la vegetación que los rodea”.
Fuente: culturalaplata
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