Los músicos cubanos tienen 40 años de historia y lo celebran con una gira que los trae esta noche al Luna Park. Aquí hablan de porqué son representantes de la cultura popular de la isla.Por: Sandra Commisso
Esta orquesta tiene magia", aseguran Samuel Formell y Mario Rivera, Mayito, director y voz de Los Van Van, el grupo leyenda de Cuba que está por quinta vez en la Argentina. Esta noche harán bailar a sus fans locales con un show en el Luna Park, como lo hacen en cada lugar del mundo donde se presentan desde hace 40 años. Sí, por algo los llaman Los Rolling Stones de Cuba. Y como sus pares ingleses, por donde van, arrasan. Será por eso que su nuevo disco se llama, precisamente Arrasando."Aquí nos sentimos como en casa, nos ayuda el idioma y recibimos amor de la gente. Tenemos una seguidora, Norma, que nos va a esperar al aeropuerto, llora, es un fenómeno", dicen los músicos que son parte de la banda desde hace más de veinte años.
Muy pocos grupos pueden mantenerse juntos y vigentes durante cuatro décadas. ¿Cuál es el secreto de Los Van Van?
Samuel: Realmente es una tarea heroica para el grupo mantenerse en la preferencia del público en distintos lugares del mundo. Es una magia, la verdad. Pero hay algunas claves. Una es la interacción que logramos con el público: sin eso no funciona, no funciona nada. Y por suerte, siempre está. Somos muy dinámicos, tenemos necesidad de retroalimentarnos con la gente.
Mayito: Nuestro trabajo se completa en ese momento: el público te da la medida de lo que está bien y qué no. En Cuba son muy exigentes y también te brindan mucho.
Samuel: Las buenas canciones también son parte del éxito. Hay temas del maestro Juan Formell, mi padre y uno de los fundadores del grupo, que son clásicos; temas escritos en los 70 que hoy versionamos y parecen nuevos. Otro pilar son los músicos, todos de formación, egresados de las escuelas de música, que venimos trabajando juntos hace tanto tiempo, como equipo, siempre actualizados con lo nuevo. Eso hace que se afiance el estilo.
No debe ser fácil la convivencia entre tantos músicos (17) durante las giras. ¿Cómo se las arreglan?
Samuel: No es nada fácil, no pensamos todos igual, tenemos distintas formas de ser. Pero tenemos disciplina, nuestra música está super ensayada, podemos madurar las cosas juntos. También extrañamos a nuestras familias por igual. Y todo eso nos ha unido más.
Mayito: Además, sabemos que, a esta altura, ya tenemos una misión histórica, además de musical. Lo lucrativo nunca ha sido nuestra prioridad. La conciencia del sacrificio ante tantas dificultades que tenemos, como el bloqueo, lo que ya todo el mundo sabe, nos han hecho poseedores de un legado cultural indiscutible y nosotros llevamos esa bandera: difundir la cultura cubana. Ya no sólo se trata de hacer bailar a la gente sino de difundir nuestra cultura. Si nos pasamos meses y meses arriba de un avión, todos los años, es porque amamos lo que hacemos y lo hacemos como una misión. Tenemos los pies firmes sobre la tierra.
Samuel: Hemos tenido propuestas muchas veces, de quedarnos en otros países, juntos y separados. Pero no lo hemos hecho porque tenemos nuestros valores. A nosotros nos gusta hacer lo que hacemos donde lo hacemos, junto al cubano de a pie, el hombre de la calle que trabaja todos los días. Somos el reflejo de ese pueblo. Es lógico tener deseos e ilusiones y pensar que en otros lugares algunas cosas están más cerca, pero de eso se trata. Eso es lo que nos hace ser creativos. En otro lado, lejos de nuestra esencia, no podríamos crear. Y estamos muy agradecidos de cómo responde el público en cualquier lugar del mundo adonde vamos. Nos han pasado cosas que nos cuesta creer y nos llenan de orgullo.
Y se largan a contar cuando en un festival en Los Angeles, fueron el único grupo en décadas que, a pedido del público, pudo tocar más tiempo del que estaba pautado y además, fue invitado dos años seguidos. "Los productores contaron que en 30 años, eso sólo había ocurrido con Miles Davis. Y con nosotros". La otra anécdota fue en Alemania, en otro festival que convocó a 300 mil personas."Tocamos la misma noche que los Rolling Stones. Ellos en un escenario y nosotros, en otro. Fue una energía tremenda porque el público iba de un lado a otro, cambiando de ritmo. Se nos eriza la piel recordando esos momentos", dicen. "Eso es lo que tiene la música, sea cual sea el género".
A medida que pasan los años, el repertorio se amplía cada vez más...
Mayito: Sí, se suman las canciones de cada década, son cientos. Los Van Van se pueden dar el lujo de no escribir más. Ni siquiera por la competencia. Pero lo seguimos haciendo, porque el público nos lo pide. Y además, por gusto.
Los músicos cuentan que ya se está preparando una tercera generación de Van Van. "Cada uno tiene hijos estudiando música y nuestro sueño es que sean nuestros herederos", dice Mayito. "Una de las cosas que más valoro de nuestro proceso en Cuba es la autenticidad; eso es algo que nunca puede fallar. Pasamos por muchas cosas y seguimos de pie, sin perder la alegría. Somos parte de eso y creo que nuestra orquesta está protegida por los dioses, por nuestros orishas. Mira qué casualidad que el grupo nació un 4 de diciembre, día de Changó, en la religión afrocubana. Por eso, estoy seguro de que hay un toquecito mágico en todo esto".
Fuente: CLARIN
Esta orquesta tiene magia", aseguran Samuel Formell y Mario Rivera, Mayito, director y voz de Los Van Van, el grupo leyenda de Cuba que está por quinta vez en la Argentina. Esta noche harán bailar a sus fans locales con un show en el Luna Park, como lo hacen en cada lugar del mundo donde se presentan desde hace 40 años. Sí, por algo los llaman Los Rolling Stones de Cuba. Y como sus pares ingleses, por donde van, arrasan. Será por eso que su nuevo disco se llama, precisamente Arrasando."Aquí nos sentimos como en casa, nos ayuda el idioma y recibimos amor de la gente. Tenemos una seguidora, Norma, que nos va a esperar al aeropuerto, llora, es un fenómeno", dicen los músicos que son parte de la banda desde hace más de veinte años.
Muy pocos grupos pueden mantenerse juntos y vigentes durante cuatro décadas. ¿Cuál es el secreto de Los Van Van?
Samuel: Realmente es una tarea heroica para el grupo mantenerse en la preferencia del público en distintos lugares del mundo. Es una magia, la verdad. Pero hay algunas claves. Una es la interacción que logramos con el público: sin eso no funciona, no funciona nada. Y por suerte, siempre está. Somos muy dinámicos, tenemos necesidad de retroalimentarnos con la gente.
Mayito: Nuestro trabajo se completa en ese momento: el público te da la medida de lo que está bien y qué no. En Cuba son muy exigentes y también te brindan mucho.
Samuel: Las buenas canciones también son parte del éxito. Hay temas del maestro Juan Formell, mi padre y uno de los fundadores del grupo, que son clásicos; temas escritos en los 70 que hoy versionamos y parecen nuevos. Otro pilar son los músicos, todos de formación, egresados de las escuelas de música, que venimos trabajando juntos hace tanto tiempo, como equipo, siempre actualizados con lo nuevo. Eso hace que se afiance el estilo.
No debe ser fácil la convivencia entre tantos músicos (17) durante las giras. ¿Cómo se las arreglan?
Samuel: No es nada fácil, no pensamos todos igual, tenemos distintas formas de ser. Pero tenemos disciplina, nuestra música está super ensayada, podemos madurar las cosas juntos. También extrañamos a nuestras familias por igual. Y todo eso nos ha unido más.
Mayito: Además, sabemos que, a esta altura, ya tenemos una misión histórica, además de musical. Lo lucrativo nunca ha sido nuestra prioridad. La conciencia del sacrificio ante tantas dificultades que tenemos, como el bloqueo, lo que ya todo el mundo sabe, nos han hecho poseedores de un legado cultural indiscutible y nosotros llevamos esa bandera: difundir la cultura cubana. Ya no sólo se trata de hacer bailar a la gente sino de difundir nuestra cultura. Si nos pasamos meses y meses arriba de un avión, todos los años, es porque amamos lo que hacemos y lo hacemos como una misión. Tenemos los pies firmes sobre la tierra.
Samuel: Hemos tenido propuestas muchas veces, de quedarnos en otros países, juntos y separados. Pero no lo hemos hecho porque tenemos nuestros valores. A nosotros nos gusta hacer lo que hacemos donde lo hacemos, junto al cubano de a pie, el hombre de la calle que trabaja todos los días. Somos el reflejo de ese pueblo. Es lógico tener deseos e ilusiones y pensar que en otros lugares algunas cosas están más cerca, pero de eso se trata. Eso es lo que nos hace ser creativos. En otro lado, lejos de nuestra esencia, no podríamos crear. Y estamos muy agradecidos de cómo responde el público en cualquier lugar del mundo adonde vamos. Nos han pasado cosas que nos cuesta creer y nos llenan de orgullo.
Y se largan a contar cuando en un festival en Los Angeles, fueron el único grupo en décadas que, a pedido del público, pudo tocar más tiempo del que estaba pautado y además, fue invitado dos años seguidos. "Los productores contaron que en 30 años, eso sólo había ocurrido con Miles Davis. Y con nosotros". La otra anécdota fue en Alemania, en otro festival que convocó a 300 mil personas."Tocamos la misma noche que los Rolling Stones. Ellos en un escenario y nosotros, en otro. Fue una energía tremenda porque el público iba de un lado a otro, cambiando de ritmo. Se nos eriza la piel recordando esos momentos", dicen. "Eso es lo que tiene la música, sea cual sea el género".
A medida que pasan los años, el repertorio se amplía cada vez más...
Mayito: Sí, se suman las canciones de cada década, son cientos. Los Van Van se pueden dar el lujo de no escribir más. Ni siquiera por la competencia. Pero lo seguimos haciendo, porque el público nos lo pide. Y además, por gusto.
Los músicos cuentan que ya se está preparando una tercera generación de Van Van. "Cada uno tiene hijos estudiando música y nuestro sueño es que sean nuestros herederos", dice Mayito. "Una de las cosas que más valoro de nuestro proceso en Cuba es la autenticidad; eso es algo que nunca puede fallar. Pasamos por muchas cosas y seguimos de pie, sin perder la alegría. Somos parte de eso y creo que nuestra orquesta está protegida por los dioses, por nuestros orishas. Mira qué casualidad que el grupo nació un 4 de diciembre, día de Changó, en la religión afrocubana. Por eso, estoy seguro de que hay un toquecito mágico en todo esto".
Fuente: CLARIN
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