En el transcurso de la Revolución Francesa hay un período caótico en el que se enfrentan dos protagonistas: el dionisíaco Danton y el ascético (y psicópata) Robespierre. Ambos coinciden en la necesidad de guillotinar a mucha gente; tan sólo discrepan en el número de víctimas.
El grupo de magníficos actores de Wroclaw juega esta disidencia, sobre un espléndido texto, en clave cercana a la farsa, con referencias a la historieta, el rock, el dibujo animado y el circo, sin ocultar la formidable pulsión trágica que alentaba en aquel enfrentamiento y sus consecuencias sobre millares de inocentes. El elenco y la puesta (muy a lo Théâtre du Soleil) son impecables. Tan sólo dos objeciones: un final innecesariamente prolongado y la dificultad de seguir el veloz diálogo traducido en la pantalla.
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