jueves, 22 de octubre de 2009

Pichón Baldinu aegado al vértigo

En un nuevo giro de su carrera, el 23 de octubre hará la puesta en escena de Charly García en Vélez.

Charly tiene una fuerza y una energía sobrehumana. En Vélez, vamos a ver a alguien que sobrevivió. A veces juego con la mente y pienso que si hoy estamos llorando a la Negra Sosa, porque se fue, podemos imaginar a un García que se había ido pero ahora volvió.

Casi todo en la vida requiere de una puesta en escena.

Mis viejos me apoyaron siempre. Venían a Cemento a ver Uorc de la Organización Negra. A ver si se entiende: yo trabajaba en pelotas en el show. Y pienso, ahora que tengo hijos, en el momento que habrán pasado cuando me vieron salir por una ventanita del obelisco. Me acuerdo que los saludé y me vieja me decía: Pichón, cuidate.

Vamos seguido al pueblo de mi viejo: en Cerdeña, Alghero. Allí lo que trato es de reconstruir sus días: repaso las enécdotas que conozco, las verifico. La historia de los inmigrantes es aventura. Primero estuvo en Brasil. Mi viejo era de hacer de la aventura su modo de vida, un optimista contra viento y marea. Ese espíritu está en nosotros.

En cine, entre tantos, nombro a Wim Wenders. Y el animé y la música electrónica resultan muy inspiradoras, de todo eso se arma la poética con la que trabajo.

Me gustaría traer Hombre vertiente, que llevé adelante en la Exposición Mundial del Agua, en Zaragoza. Pero hay que adaptarlo y para eso necesito generar un espacio propio. El espacio es siempre fundamental en mis creaciones.

Lo teatral está en todas partes. Todos tenemos un look: hasta los que juegan al desapego de la ropa. Están lookeados de que no les importa la ropa.

Conocí a Charly en Prix D'Ami en Belgrano, en los ochenta. Siempre había fantaseado trabajar con él. Este ofrecimiento fue un honor porque García, que es un mentor de su propio trabajo, lo pretende teatral. El lo tiene claro todo y sabe hacia dónde va su show. Es un gigante.

Soy una especie de aventurero en el mundo del arte. Siempre parado en el lugar del vértigo. Porque me tocó transitarlo fisicamente o porque los proyectos fueron muy vertiginosos. Todos los que están alrededor gozan o padecen ese movimiento que se genera.

La Organización Negra tenía una visión más torcida, periférica, era el regocijo de ser under y de adoptar lo oscuro. Fue el impulso: con ese grupo aprendí que las cosas había que hacerlas como fuera. Con De la Guarda me hice profesional: supe que iba a vivir de esto. Lo que sucedió fue increíble: se impuso en el mundo. Eso arrasó con todo porque eramos una troupe, una sociedad familiar.

Soy una esponja de la realidad y de lo que producen otros artistas.

Cuando vi La fura dels Baus me sacudió mucho. En el Conservatorio Nacional de Arte Dramático, justo en el primer año de la democracia, me crucé con un maestro, Julian Howard. Me impulsó: motivaba a generar nuestro propio producto, nuestro propio lenguaje.

No me gusta repetirme. Si me toca, todo bien. Pero no me gusta, me estanca.

Con Tarzán, la convocatoria de Disney, trabajé primero en Broadway y después en Holanda y Alemania: allí el espectáculo adquirió otra magnitud y generó que mi intervención en la obra se volviera fundamental. Creció en lenguaje aéreo. Y a mi me abrió las puertas otra vez al teatro tradicional: la lírica, transmitir una emoción.

Hombre vertiene fue el único espectáculo que hice solo. Difícil. Fue la borrachera de la libertad. Una experiencia grossa porque además, siempre me manejé con lo abstracto y acá tuve que contar una historia, y en media hora. Y había que decir algo del agua como tema político. Lo vieron más de un millón de personas.

Muchos lo daban por muerto, pero Charly vuelve apostando todo. A mi me identifica ese estoicismo. Porque vuelve, porque tiene mucho para dar. No lo vas a ver en la ruina que estaba antes, una visión que te lastimaba, sino como alguien que regresa del más allá. La banda suena increíble. El entorno lo cuida y lo quiere. Y yo estoy como un invitado a formar parte de este momento. Y es un lujo.

Fuente: CLARIN

1 comentario:

Anónimo dijo...

sos amigo de claudio h barreiro? me gustaria saber porqué cerró prixdami?