viernes, 16 de octubre de 2009

La tecnología y la música renuevan el teatro mundial

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ATP, de Montevideo, Uruguay
- . Foto:Archivo


El uso de elementos multimediales en la escena y nuevas maneras de incluir la música, marcan la tendencia internacional en las obras traídas por el FIBA

Por María Silvina Ajmat
De la redacción de lanacion.com
sajmat@lanacion.com.ar

Dionisio sí que celebraba. Como dios griego del vino, merecía grandes y maratónicas fiestas en su honor. Allí surgió el teatro, de la mano de los coros ditirámbicos, que al son de una música rítmica y alegre, recitaban los textos de grandes poetas del Mediterráneo.

El Festival Internacional de Buenos Aires (Fiba), trajo a la ciudad algunas reminiscencias de esas épocas. No porque vayamos a cantar a los dioses, sino porque en la maratón de espectáculos que se estuvieron presentando desde el 5 de octubre en los distintos escenarios de la Ciudad, se advirtió la presencia de algunos de los recursos otrora fundacionales del teatro clásico. Por un lado, la música, como eje articulador de las obras, reivindica ese origen musical del teatro, y se resignifica en cada una de las propuestas. Por otro, el recurso tecnológico, llamado en la antigua Grecia deus ex machina, término que luego pasó a aludir a todo lo que aparecía en las obras como un milagro que resolvía el argumento, y que, hoy, puede verse en el uso de las tecnologías multimediales puestas al servicio del teatro.

Video: las nuevas tendencias del teatro mundial



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La música en personaje

Un piano de cola negro. Cinco sillas, también negras. Seis actores se ubican y empiezan los parlamentos. De repente un actor ante el piano ejecuta unos acordes que acompañan el monólogo de otro, mientras el resto se hace de diversos aparatos que servirán de instrumento musical para crear una melodía que orquesta sonidos, teclados y virtuosas voces. Esto pasa en Crónica sentimental de España, cuya puesta hace hincapié en lograr la musicalidad de la obra, desde lo formal. Se crea un campo sonoro constante, donde cada sonido y cada movimiento tienen su tiempo, como escritos en una partitura.

Pero esto no sucede sólo en la propuesta catalana sino que también se advierte en Mujer Asfalto, importada desde un lugar tan distante de la península ibérica como Mozambique."En nuestra obra, la música está como un personaje también. Busca transmitir ciertas sensaciones dentro de la atmósfera de la escena, crear situaciones en la obra. No está solo para acompañar sino como otro elemento", explica Cheny wa Gun, responsable de la creación de climas intensos mediante su música, que interactúa con los monólogos de Lucrecia Paco, única actriz en escena. "Cheny también es actor. Es el personaje del músico que está ahí tocando, que a la vez es la conciencia, que es el pequeño diablo, como el coro de la tragedia", aclaró Paco, quien también dirige la obra, a lanacion.com.

Dúo para ella sola, de Buenos Aires - . Foto:Archivo

Para la compañía de Tero Saarinen, llegada de la fría Helsinki, Finlandia, la música es el punto de partida. Dos piezas de Stravinsky escritas en los albores del siglo XX especialmente para ser interpretadas por un ballet, convergen bajo el título "Velada con Stravinsky" y reinterpretan desde distintas miradas las partituras del compositor ruso. En la primera parte, Petrushka es ejecutada por dos acordeonistas que también son personajes de la historia. "En Petrushka hay un relato, contado al estilo ?cine mudo?, y los músicos entran en ese juego", dijo Henrikki Heikkilä, el "malo" de la pieza.

"Lo que hacemos es danza, a veces surge una historia en eso, dependiendo de la obra, pero es más bien abstracto: lo que buscamos es generar emociones desde nuestras coreografías", agregó Sini Lansivuori, la única mujer de la obra.

En Hunt, la segunda parte, puede advertirse con total claridad esta idea de transmitir emociones desde la coreografía, porque Tero Saarinen, único actor en escena, hace que la música pase por todo su cuerpo y la expresa en su plenitud. El plus de esta segunda parte, es la inclusión de efectos multimediales, que deslumbraron al público en la apertura del festival.

"Dios salido de la máquina"

Mientras en la antigua Grecia se valían de una especie de grúa para hacer aparecer un dios en escena que cierre con justicia el argumento de las obras -recurso llamado deus ex machina- hoy, los avances tecnológicos brindan otras posibilidades. Efectos de luces cada vez más elaborados, pantallas y proyecciones de videos en las paredes, buscan sorprender a los espectadores constantemente. Y en gran medida lo logran.

"La tecnología es buena, pero tiene que servir al arte", sentenció Henrikki Heikkilä , en diálogo con lanacion.com. Y es que Velada con Stravinsky hace gala del uso artístico de los recursos multimediales. En Hunt, cuando todo parecía dicho en la magnífica coreografía de Saarinen, una gran falda con pliegos capaces de registrar proyecciones de video, baja del techo hasta llegar al actor y el relato toma un giro imprevisto: el personaje, que sólo interactuaba con una serie de luces que iban y venían del escenario, es atacado por el haz de una proyección de video, que lo pinta de pies a cabeza, llenando de colores y formas la escena. "El propósito tiene que ser sumar a las ideas, a la historia, al arte, es más bien una herramienta para sacar esas ideas afuera", explicó Sini Lansivuori, al terminar la función.

"Nosotros también utilizamos lo tecno, porque es la tendencia", comentó a lanacion.com el elenco de Mujer Asfalto. "Estamos en este mundo, es la globalización", acotó entre resignada y conforme su directora, Lucrecia Paco.

¿Cómo se hace para que no quede en lo tecnológico y se vuelva artístico?

-El artista pertenece a un medio. Entonces tiene que buscar en todos los recursos de su entorno y hacer un aprovechamiento. Si hay algo de mi cultura que me inspira y se puede incluir, aunque sea tecno, siempre ese tecno será mozambiqueño, y en eso está lo artístico, porque se justifica.

Fuente: La Nación

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