lunes, 24 de mayo de 2010

Magnus y Krupa, entre el vacío y lo lúdico

Ciclo Cuatro Ficciones en el Centro Cultural Islas Malvinas de La Plata

El ciclo de charlas literarias, organizado por la Editorial Mil Botellas cada jueves en el Centro Cultural Islas Malvinas, no estuvo ajeno a los eventos de Bicentenario. Luego de dos semanas de ausencia, retomaron los encuentros bajo el título Las nuevas voces de la narrativa argentina, una forma de escuchar la literatura que se está gestando en el Bicentenario. En este caso, los invitados fueron Ariel Magnus y Daniel Krupa, dos escritores que no superan los 40 años.

En el encuentro se escucharon dos voces bien distintas. Daniel Krupa, escritor oriundo de Berisso y autor de tres novelas cortas, reconoció la importancia de César Aira en la literatura nacional, "generó un cambio que a mí llegó". En cambio, Ariel Magnus, se distanció de la literatura de Aira: "no me atrae, me parece que propone un esquema abierto, sin sentido que no me interesa". Aunque, destacó que sus libros "pueden ser un antídoto de (Jorge Luis) Borges. Lees a Borges y te parece imposible escribir. Aira te permite pensar que es más fácil la escritura".

Ariel Magnus, autor de Un chino en bicicleta –novela ganadora del prestigioso premio La otra orilla en 2007–, vivió varios años en Alemania hasta que regresó a Buenos Aires, por elección. Y por elección también sus libros se desarrollan en la ciudad capital del país. "Caigo en Buenos Aires como persona, por eso mi literatura también cae en esa ciudad", confesó. La última novela de Krupa, Serpientes (2009), es la única que no elige como escenario a La Plata. "Es un viaje de tres amigos a Apóstoles, Misiones, que deben superar una serie de peripecias". La que está escribiendo ahora, regresa a La Plata, más precisamente a la Catedral, lugar donde aterrizan una serie de platos voladores con un objetivo claro.

Otra de las diferencias que evidenciaron los autores se centró en sus orígenes de escritor. Magnus recordó que "desde los ocho años quería ser escritor. Armaba mis propios libros artesanales, libros de diez páginas. Después, en Alemania, mi paso por el periodismo me permitió editar mi primera novela". La obra es Sandra, del año 2005. Para Krupa, quien editó su primer libro en 2006, Cerca, la posibilidad de escribir se dio casi azarosamente. "No fue buscado, como algo que se decantó, nunca me había pensado como escritor. Para mí la literatura es algo lúdico, no busco problemas con la escritura", comentó.

Magnus cerró la idea con una mirada más filosófica y, a la vez, con cierta pesadumbre: "yo me siento como en el Medioevo, en un vacío total. Escribo y ahora ya no muestro a nadie lo que escribo". Luego admitió que escribe y mucho. Este año, publicó dos libros, Doble crimen y Ganar es de perdedores, y otros cuentos de fútbol.

Fuente: Diagonales

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