miércoles, 12 de mayo de 2010

Diego Amador llega por primera vez a la ciudad con su particular estilo flamenco

Esta noche en el Teatro Municipal Coliseo Podestá

El pianista y compositor presentará un espectáculo acompañado por su cuarteto

"Hago sobre todo flamenco, la música mía es más bien para ir a los conciertos y escucharla, pero yo me defino como flamenco porque son las primeras raíces que he mamando desde chico. Soy flamenco pero he recibido bastantes culturas musicales, como el jazz o el blues. Soy un músico que desarrollo el flamenco enriqueciéndolo con toda la música que he escuchado". Así eligió presentarse el español Diego Amador, que visita por primera vez La Plata luego de haber participado con gran éxito tanto en la Feria Flamenca de Buenos Aires como en distintas provincias de la Argentina.

Considerado como un "fenómenos musical porque su música es casi imposible de definir", según algunas críticas, el pianista y compositor habló con Diagonales, antes de su presentación de hoy, a las 21, en el teatro Coliseo Podestá (10 entre 46 y 47) y se refirió a sí mismo como un "músico autodidacta".

Amador se formó artísticamente en su hogar y, aparte de las enseñanzas de sus familiares, no recibió "formación técnica" de ningún maestro: "desde chico en mi casa se escuchó mucho la guitarra, lo primero que nos enseñó mi padre fue a tocar la guitarra, los primeros acordes, los palos, los cimientos del flamenco, tanto a mi como a mis hermanos", empezó contando el español que prosiguió diciendo que "eran esos tiempos revolucionarios de la música nueva, de la fusión, y a raíz de eso mis hermanos llegaron con discos de jazz. Yo escuché eso y me gusto tanto que dejé la guitarra y quería tocar piano, pero era muy caro y como veníamos de familia muy humilde, yo me imaginaba que tocaba en un piano y en realidad tocaba en una estufa. A mi padre le dio penita y me compró un tecladito para las primeras melodías y después un Hammond para tocar todo lo que iba escuchando. Y me fui desarrollando de esa manera".

A los 7 años arrancó con la guitarra y luego se unió al grupo Pata Negra que integraban sus hermanos: "yo iba a todos los sitios donde iban ellos y me dejaban tocar algún tema y la gente no quería que me baje del escenario, yo tenía 11 y casi no llegaba a los pedales, son todos recuerdos muy bonitos".

–¿Considera que lo perjudicó en algún sentido el no haber tenido una formación académica?

–No, yo creo que incluso la he pasado mejor, porque es muy dura la formación académica para los chicos que empiezan, son muchas horas de estudio. Yo no tenía ninguna presión, era como un juego para mí, jugaba a ser artista, iba con una guitarra por la calle con mis amigos, tomábamos cerveza y de más grandes cantábamos y la pasábamos bien. Lo tomábamos como un hobby en el que íbamos aprendiendo todo. Considero más bien una virtud haber salido de un barrio humilde y haber podido llegar a tocar con los grandes genios que uno toca hoy en día y como me consideran ellos. Es un privilegio, un sueño y me siento muy afortunado.

A pesar de ser multinstrumentista al momento de componer, grabar y producir, Diego Amador dijo: "mi instrumento es el piano, porque considero que es lo que más hago y lo que puedo hacer mejor, al igual que el cante" y se autotituló como "un guitarrista frustrado porque no me he dedicado a la guitarra plenamente, más bien a todos los demás instrumentos y principalmente el piano. Y como a otros les da por el cante o la batería, a mí me dio por el piano, porque creo que sus cualidades son muy amplias: ya la presencia en un escenario tira, ese bicharraco que es el piano impone un gran respeto".

El español subirá hoy a escena junto a su grupo, integrado por Julián Heredia (bajo), Diego Amador Jr. (percusión), Israel Varela (batería) y Oscar de los Reyes (palmas y baile). Sobre el espectáculo de esta noche, adelantó que "hay mucho de todo, les digo que vayan a ver el concierto y que cada uno evalúe como quiera lo que ve y escucha, porque es la mejor manera de conocer lo que hago. Uno dice que el flamenco está presente, pero hay momentos de jazz, de clásico, de todo".

Fuente: Diagonales

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