Cuerpos que celebran el Día de la Danza

Noche de fiesta: Bailarines de todos los géneros participaron del acto que se realizó en el Alvear

Como cada año, el Consejo Argentino de la Danza cumplió con el ritual de organizar un encuentro en el que docentes, alumnos, artistas y público, los más fieles, dieron el presente en el Teatro Alvear, para celebrar -doce días después, vale igual- el Día de la Danza. Y, como también es habitual, para el único gran festejo local que se hace de la fecha, se convocó a representantes de varios de los elencos más consolidados de la escena vernácula, bailarines de trayectoria y nuevos pies que ya son promesas.

Tras la lectura del mensaje que Julio Bocca, a pedido del ITI-Unesco, emitió al mundo el último 29 de abril en París, se oyeron las palabras conmemorativas que en nuestro país estuvieron a cargo de la actual directora del Ballet del Colón, Lidia Segni, elenco oficial ausente por una lesión de último momento del bailarín Juan Pablo Ledo, según se informó a la sala. El espectáculo abrió el telón con la performance de dos jóvenes ganadores del certamen que lleva el nombre del más grande bailarín argentino, Luana Brunetti ( Cascanueces ) y Alejandro Malpezzi ( Llamas de París ). Después sí se abrió la senda profesional, con la representación de El amor brujo , según José Zartman. El experimentado bailarín y coreógrafo, que en nuestro país es sinónimo del bolero más célebre, fue, detrás de la máscara, intérprete de esta obra de Manuel de Falla, que, asimismo, le puso el toque español a la noche.

En representación del Ballet Argentino, Soledad Mangia y Ezequiel Corbalán hicieron la hilarante Joan Crawford , de Pablo Rotemberg, y el trío de varones de Juan Mallach, Nicolás Villalba y Santiago Almaraz, reeditaron Macho Pistola de Alejandro Ibarra. Ambas obras breves formaron parte del programa Nombre y a pellido, con el que se presentó en sociedad el flamante concepto de Ballet Argentino y que, en tándem, constituyeron un segmento de lenguajes impregnados de frescura.

Campestre

Con Domingo , la Compañía de Tango del IUNA que dirige Leonardo Cuello, montó un dinámico almuerzo campestre a la canasta, coloreó la escena con sus trajes e hizo barullo, a la vez que bailó a D´Arienzo sobre dos mesas que no se quedaron quietas ni un minuto. Se respiró una interesante energía y revitalización para el género.

Una pareja del Ballet Contemporáneo del Teatro San Martín (la deliciosa Sol Rourich y Leonardo Otárola) estrenó Chopin, número 1 , con el sello del director de esa compañía, Mauricio Wainrot. Y, acto seguido, el Ballet Metropolitano de Buenos Aires, que ya tiene otra vez en actividad como bailarín a su director, Leonardo Reale, en dupla con Cecilia Figaredo, y compañía, presentó fragmentos de Tierra y luna , de la catalana María Rovira.

Dos horas después del comienzo, el cierre corrió por cuenta del Ballet Folklórico Nacional. Fue un Amanecer salteño popular (¡más de 30 bailarines en el escenario del Alvear!), de gauchos formados, de pañuelos blanquísimos, de cuecas tradicionales y malambos de esos que inspiran aplausos.

Constanza Bertolini

Fuente: La Nación