Folcloreishon: Este domingo, con Diego Rolón como invitado, la música jugará con la improvisación
Alguna vez el crítico de música norteamericano definió a la Jam Session como "una reunión informal de músicos de jazz, con afinidad temperamental, que tocan para su propio disfrute música no escrita ni ensayada". Con el tiempo esas jam se trasladaron a otras músicas distintas al jazz, y algo de eso fue lo que motivó el nacimiento del Ciclo Folcloreishon, que este domingo ingresa en su cuarto año.
La pasión por la música, por la investigación y la necesidad de llevar los ritmos folclóricos a esos terrenos de la improvisación tan propios del jazz, hizo que los tres músicos platenses que integran el grupo Sattva (Federico Beilinson, guitarra; Pablo Gindre, bajo y Joaquín Zaidman, percusión) decidieran dedicar parte de su tiempo musical a dar vida a este ciclo, que tras su primer año se ramificó hacia la ciudad de Buenos Aires.
Y fue durante una visita de Beilinson y Gindre, dos de los integrantes de Sattva, a Brasil, que surgió esta idea que gana adeptos, amigos y un público fiel, que todos los domingos a las 21.30, se da cita en La Mulata Bar & Arte (55 entre 13 y 14). "Nosotros venimos del mundo del jazz donde la improvisación tiene una importancia fuerte, y nos empezamos a volcar al mundo del folclore. Pero nos dieron ganas de encararlo seriamente y de profundizar en el tema, trabajarlo seriamente, que no suene a jazz con un sonidito medio folclórico.
Para eso cada uno empezó a profundizar en el tema y en el año 2006, viajamos a Brasil con el bajista a hacer unos cursos de música. Y cuando estábamos allá veíamos que los tipos hicieran lo que hicieran sonaban a música brasilera. Y fue lo que más nos impactó, a pesar que ya conocíamos como era, pero verlo ahí en el desarrollo de una jam session nos impactó mucho. Era una jam session de jazz pero todo sonaba música brasilera. Y a nosotros nos hizo un click, porque pensamos 'en Argentina está todo como muy disociado, o hay una jam donde se toca como si se estuviera en Nueva York o una peña donde la improvisación casi no existe, como mucho se da una guitarreada espontánea'. Ahí nos dijimos: 'volvemos y tenemos que organizar una jam session de folclore'", explicó a Diagonales el guitarrista Federico Beilinson, uno de los tres programadores que posee el ciclo.
En el bar La Mulata les dieron rápidamente el sí, pero aún debían sortear un obstáculo no menor. “En el jazz existe lo que se llama el real book, un libro que tiene como 500 temas, partituras, que es un cifrado armónico y una melodía, que es la guía sobre la que los músicos se ponen de acuerdo sobre qué se va a usar.
'Tocamos tal tema, tocamos tales cambios armónicos, esa melodía' y sobre eso cada músico lo va improvisando de una manera distinta lo que va aportando. En folclore eso no existe y estaba lejos de existir, lo único que se encontraba eran o arreglos para piano, que no se sabe quien los hizo, o un cancionero con la letra y un cifrado arriba, también de dudosa procedencia. Entonces dijimos: 'vamos a hacer de a poco un real book de folclore'. Arrancamos y nos pusimos a transcribir temas, a elegir los que a nosotros nos gustaban, pero tratando de conseguir la versión original del autor y si no se conseguía, una versión con peso. Nos propusimos que al llegar a los 100 temas, arrancábamos, y a mitad de ese año, arrancamos el primer ciclo. El primer año también fue en los días domingos, pero funcionaba de otro modo al actual, nosotros tocábamos como trío y los músicos que querían subir a tocar podían hacerlo.
Ya al año siguiente, agregamos 100 temas más y empezamos a implementar esto que cada domingo haya un invitado particular. Todos los domingos la programación es distinta, y eso hace que todos los domingos sean únicos, irrepetibles.
Este domingo, el encargado de entregarse a esta jam de folclore será el guitarrista Diego Rolón.
Alguna vez el crítico de música norteamericano definió a la Jam Session como "una reunión informal de músicos de jazz, con afinidad temperamental, que tocan para su propio disfrute música no escrita ni ensayada". Con el tiempo esas jam se trasladaron a otras músicas distintas al jazz, y algo de eso fue lo que motivó el nacimiento del Ciclo Folcloreishon, que este domingo ingresa en su cuarto año.
La pasión por la música, por la investigación y la necesidad de llevar los ritmos folclóricos a esos terrenos de la improvisación tan propios del jazz, hizo que los tres músicos platenses que integran el grupo Sattva (Federico Beilinson, guitarra; Pablo Gindre, bajo y Joaquín Zaidman, percusión) decidieran dedicar parte de su tiempo musical a dar vida a este ciclo, que tras su primer año se ramificó hacia la ciudad de Buenos Aires.
Y fue durante una visita de Beilinson y Gindre, dos de los integrantes de Sattva, a Brasil, que surgió esta idea que gana adeptos, amigos y un público fiel, que todos los domingos a las 21.30, se da cita en La Mulata Bar & Arte (55 entre 13 y 14). "Nosotros venimos del mundo del jazz donde la improvisación tiene una importancia fuerte, y nos empezamos a volcar al mundo del folclore. Pero nos dieron ganas de encararlo seriamente y de profundizar en el tema, trabajarlo seriamente, que no suene a jazz con un sonidito medio folclórico.
Para eso cada uno empezó a profundizar en el tema y en el año 2006, viajamos a Brasil con el bajista a hacer unos cursos de música. Y cuando estábamos allá veíamos que los tipos hicieran lo que hicieran sonaban a música brasilera. Y fue lo que más nos impactó, a pesar que ya conocíamos como era, pero verlo ahí en el desarrollo de una jam session nos impactó mucho. Era una jam session de jazz pero todo sonaba música brasilera. Y a nosotros nos hizo un click, porque pensamos 'en Argentina está todo como muy disociado, o hay una jam donde se toca como si se estuviera en Nueva York o una peña donde la improvisación casi no existe, como mucho se da una guitarreada espontánea'. Ahí nos dijimos: 'volvemos y tenemos que organizar una jam session de folclore'", explicó a Diagonales el guitarrista Federico Beilinson, uno de los tres programadores que posee el ciclo.
En el bar La Mulata les dieron rápidamente el sí, pero aún debían sortear un obstáculo no menor. “En el jazz existe lo que se llama el real book, un libro que tiene como 500 temas, partituras, que es un cifrado armónico y una melodía, que es la guía sobre la que los músicos se ponen de acuerdo sobre qué se va a usar.
'Tocamos tal tema, tocamos tales cambios armónicos, esa melodía' y sobre eso cada músico lo va improvisando de una manera distinta lo que va aportando. En folclore eso no existe y estaba lejos de existir, lo único que se encontraba eran o arreglos para piano, que no se sabe quien los hizo, o un cancionero con la letra y un cifrado arriba, también de dudosa procedencia. Entonces dijimos: 'vamos a hacer de a poco un real book de folclore'. Arrancamos y nos pusimos a transcribir temas, a elegir los que a nosotros nos gustaban, pero tratando de conseguir la versión original del autor y si no se conseguía, una versión con peso. Nos propusimos que al llegar a los 100 temas, arrancábamos, y a mitad de ese año, arrancamos el primer ciclo. El primer año también fue en los días domingos, pero funcionaba de otro modo al actual, nosotros tocábamos como trío y los músicos que querían subir a tocar podían hacerlo.
Ya al año siguiente, agregamos 100 temas más y empezamos a implementar esto que cada domingo haya un invitado particular. Todos los domingos la programación es distinta, y eso hace que todos los domingos sean únicos, irrepetibles.
Este domingo, el encargado de entregarse a esta jam de folclore será el guitarrista Diego Rolón.
Fuente: Diagonales
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