martes, 11 de mayo de 2010

Cristina Banegas: doble de cuerpo

Las dos caras del arte. Cristina Benegas, la organista uruguaya, y Cristina Benegas, la actriz argentina, comparten la puesta de la poesía de San Juan de la Cruz

La actriz argentina y la música uruguaya comparten nombre y apellido y el espectáculo Cántico espiritual

Por Verónica Pagés
Enviada especial

MONTEVIDEO.- Una es rubia; la otra, morocha. Una habla y habla, y gusta de contar los costados coloridos de las anécdotas, sin dejar escapar detalles, mientras que la otra es más de escuchar y, cuando decide hablar, lo hace en forma pausada, con voz grave, dándoles peso a las palabras. Una es organista; la otra, actriz. Una, uruguaya; la otra, argentina. Las dos son Cristina G. Banegas: la ge de la uruguaya se transforma en García y la de la argentina, en Graciela. A partir de ahí, todo lo demás son coincidencias.

Es como si hubiese un mapa con las líneas necesarias como para que ellas se encontraran y descubrieran que había muchos más puntos en común en sus vidas. Uno de ellos, el arte, que las embarcó en la propuesta poético musical, Cántico espiritual, que estrenaron la semana pasada en el Teatro Solís de Montevideo, y que mañana y pasado mañana presentarán en el porteño Teatro del Globo.

La Cristina uruguaya hacía años que sabía que había una actriz en Buenos Aires que portaba igual nombre y apellido, y más de una vez tuvo que aclararles a sus amigas que no, que no era ella la que había estado almorzando en lo de Mirtha Legrand.

Su madre, la bailarina Olga Banegas, llegó a encontrarse una vez con el papá de la Cristina argentina, Oscar Banegas -quien trabajó un tiempo en Uruguay como productor de radio y televisión-. "Se vieron y no pudieron seguir caminando: «Tengo un hermano igual a usted», dijo ella; «Y yo, una hermana igual a usted», le contestó él, antes de descubrir cuáles eran sus apellidos", explica la concertista de órgano, que recién tomó la decisión de buscar a su homónima cuando hace un par de años llegó a un festival de Riga, en Letonia, donde estaba invitada a participar y se encontró con que en el programa del encuentro al lado de su currículum y de las obras que iba a interpretar no estaba su foto, sino la de la otra Cristina.

Así fue como en el siguiente viaje que hizo a Buenos Aires, donde la concertista viene con asiduidad a grabar música barroca (su especialidad) y de más joven a estudiar, se puso en campaña para encontrar a la actriz. Fue en plena grabación que -a través de señas- le dijeron que habían encontrado el teléfono. "No bien pude, la llamé, pero no me pude comunicar, porque estaba en Uruguay y volvía al día siguiente, ¡y yo ya no estaría!", dice muerta de risa la uruguaya. El desencuentro fue para ella otra señal de encuentro y, apenas puso pie en su ciudad, la volvió a llamar y sí, finalmente, se encontraron. Y de esa primera, larga y carísima llamada telefónica empezaron a desgranarse puntos en común que las hermanan, pero que no llegan a convertirlas en parientes. ¿Qué más da? Las dos veranean en el balneario Solís, de Uruguay; las dos tienen hermanos en Madrid; las dos son auténticas piscianas con apenas un día de diferencia en sus fechas de cumpleaños. Esa primera charla telefónica se multiplicó en otras que iban de un lado hacia el otro del río. También en visitas, en veraneos, en una cariñosa amistad que hoy todavía continúa y que se plasma en este primer (prometen más) encuentro escénico que es Cántico espiritual .

Rituales

La que trajo la idea de hacer algo juntas fue la Banegas actriz (que, de hecho, es la directora del espectáculo). No le costó demasiado encontrar el punto en común ("una poética para compartir") entre esa música barroca de la que su homónima es especialista intérprete y los poemas místicos de San Juan de la Cruz que a ella tanto le gustan y tan presentes tiene desde cuando era jovencita y escuchaba en la voz de María Casares, actriz a la que ella admira profundamente. "Lo que ella hacía con San Juan de la Cruz, con sus palabras, llenando las vocales de ritmos, cadencias, imágenes y texturas es inolvidable para mí. Y me gustó la idea de partir desde allí, de esa referencia para este trabajo", dice la argentina, llenando cada vocal de ritmo y cadencia de ritual.

Dos características del espectáculo en el que las palabras de San Juan de la Cruz inspiran no sólo la actuación y la lectura performática de la actriz, sino la improvisación de la uruguaya frente a sus instrumentos y también a la histriónica dirección coral de Santiago Chotsourian, que maneja con el cuerpo entero los sonidos que le logra sacar al coro.

Así, las dos Cristina Banegas tuvieron y tienen su encuentro místico, su ritual de iniciación, que parece haber estado marcado en las líneas de ese mapa que las llevó a encontrarse.

PARA AGENDAR

  • Cántico espiritual , de San Juan de la Cruz.

  • Teatro del Globo , Marcelo T. de Alvear 1155. martes 11 y miércoles 12 de mayo, a las 21. Entradas: $ 50.

Fuente: La Nación

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