El cortometraje argentino tendrá este año una participación destacada en el Festival de Cine de Cannes que comienza hoy, ya que además de competir por la Palma de Oro con Rosa, de Mónica Lairana, concursará por los premios de la Semana de la Crítica y de la Cinéfondation, con las obras Cynthia todavía tiene las llaves y El juego, de Gonzalo Tobal y Benjamín Naishtat respectivamente.
Lairana, quien participó con Rosa en el último Bafici, presentará en Cannes este corto –que significó su debut como guionista y directora–, que forma parte de las Historias Breves VI del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa) y que será el único crédito nacional que aspire a la preciada Palma de Oro.
Tobal, por su parte, quien en Cannes ya había ganado en 2007 el premio Cinéfondation con su corto Ahora todos parecen contentos, competirá ahora por el premio de la Semana de la Crítica con Cynthia todavía tiene las llaves, un filme protagonizado por la ascendente María Villar (ganadora del premio a la mejor actriz del Bafici por su labor en el largometraje Lo que más quiero).
A ellos se suma la presencia de Benjamín Naishtat, autor del cortometraje El juego, una coproducción entre la Universidad del Cine de Buenos Aires y el Estudio Nacional de Arte Contemporáneo de Lille, Francia, que fue invitado a concursar en la sección Cinéfondation.
Tres cortos, tres destacados directores. "Estoy muy feliz y agradecida por poder estar en la Competencia Oficial de Cannes con mi primera película. Nunca lo hubiera imaginado, fue una sorpresa increíble para mí, y espero que el público del festival aprecie mi trabajo", afirmó Lairana, que el año pasado ganó el premio ACE a la Revelación Femenina por su papel en la obra teatral Agosto.
Protagonizado por Norma Argentina su cortometraje es "un retrato sensible de una mujer adulta en soledad. Un relato simple, austero, duro y sobre todo sincero, que intenta reflexionar acerca de la soledad de algunas mujeres adultas", explicó la actriz y realizadora.
"Quería hablar de las etapas de la vida, de la vejez, del cuerpo femenino, del amor filial, del sexo, y de la necesidad humana de sentirnos físicamente acompañados", agregó Lairana, quien desde hace años trabaja en cine pero como actriz (protagonizando El cielito, de María Victoria Menis, y El desierto negro, de Gaspar Scheuer, entre otros filmes).
"Al principio yo estaba fascinada con actuar en cine. Incluso me involucré con la investigación del trabajo del actor cinematográfico; con el tiempo, la curiosidad y el conocimiento que fui adquiriendo me empecé a fascinar también con la hechura, con el detrás de escena", recordó Lairana sobre su decisión de convertirse en directora.
Otro corto argentino que se verá en Cannes es Cynthia todavía tiene las llaves, de Gonzalo Tobal, que fue seleccionado para participar en la sección paralela Semana de la Crítica y que explora la actitud obsesiva de una joven que tras una frustración sentimental invade la casa de su ex pareja, donde pasa días cocinando, durmiendo y escuchando música, a escondidas.
"Tomé la selección del corto con sorpresa y alegría, porque la verdad que es un trabajo bastante chico y no tenía demasiadas expectativas. No pensaba que pudiera tener este nivel de difusión y eso está buenísimo", sostuvo Tobal.
Según recuerda, "tenía ganas de filmar algo un poco urgente, con lo que pudiera concentrarme y dedicar todo mi esfuerzo en la puesta en escena y en el trabajo con la actriz. Por eso, el laburo previo fue bastante arduo, sobre todo en los ensayos con María Villar y en el desmenuzamiento del monólogo que ella debe encarar".
Para Tobal, "fue una decisión fuerte la idea de filmar cada escena con un solo plano y darle mucho espacio a su actuación, casi sin cortes, lo que generó algo por momentos muy vivo y también, al mismo tiempo, una falta de control total sobre ella".
En relación a la historia que aborda, Tobal explicó que "es un poco llevar a un extremo una sensación que por ahí muchos tienen después de una separación, porque hay como una obsesión de aferrarse al espacio del otro. Así, en ella se produce la dificultad de recuperar su individualidad y, poco a poco, va abandonando su propia vida".
Lo interesante de Cynthia todavía tiene las llaves es, además de la actuación de Villar, la construcción del personaje de la ex pareja, siempre ausente, cuya personalidad sólo se percibe a través del espacio, sus objetos, su ropa y la mirada subjetiva de la protagonista, totalmente entregada a su monólogo y sus obsesiones.
Y en la sección Cinéfondation, se presentará el cortometraje El juego, de Benjamín Naishtat, estudiante de la Universidad del Cine de Buenos Aires, que actualmente se encuentra becado en el Estudio Nacional de Arte Contemporáneo de Lille, institución francesa que le produjo el film.
"El corto tiene un tema superficial que son los juegos de guerra que hacen las empresas cuando mandan a sus empleados para estimular el trabajo en equipo. Es un grupo de hombres que está jugando a la guerra en el medio de la selva", adelantó Naishtat, que filmó en una isla del delta del río Paraná, en la localidad bonaerense de Tigre.
Naishtat afirmó que "también hay temas más políticos, porque hay un choque fuerte entre un grupo de hombres que tiene una forma muy violenta de imponer sus reglas, y otro grupo que se rebela frente a ese avasallamiento, pero siempre en la lógica de un juego". En ese sentido, el cineasta sostuvo que su trabajo "no es más que una metáfora de la sociedad y de las peleas por el poder, una radiografía de cierta tensión social y política que se está viviendo en la Argentina de estos días".
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