En San Pablo, Brasil, organizada por la Cooperativa Paulista de Teatro, la V edición de la Mostra se llevó a cabo este año del 20 al 26 de abril. Con diferencias notorias con respecto a muchos festivales, diseñada y llevada adelante por gente de teatro, tiene una organización digna de ser comentada.
Por Teresita Galimany
En primer lugar, los grupos participantes permanecen allí durante toda la Muestra, es decir, no hacen su espectáculo y se los despacha a casa, ignorantes de lo que se presentó en la sala de al lado. Son alojados, alimentados, invitados a participar de todas las actividades y ver todos los espectáculos, demostraciones de trabajo, charlas, etc. Más que “invitados”, cabe decir que se incentiva su participación muy activa, del primero al último día del evento. Esto, obviamente, permite conocerse, intercambiar, debatir, aprender unos de otros. No es cosa menor. Compartir con los demás cómo trabajo y conocer su manera de hacerlo, es la base de nuestro oficio y de quiénes somos, nuestro ser en el hacer.
Se deriva de allí un segundo aspecto: los horarios están organizados de modo que todos los grupos pueden ver todos los espectáculos, haciéndose en general dos funciones diarias a esos fines. En una, se privilegia a los participantes de la Muestra y en la otra, al público en general. También es un aspecto a relevar el hecho de que la Cooperativa haya conseguido auspicios y apoyo estatal, de modo de brindar estos espectáculos y todas las actividades paralelas gratuitamente. Así, gente de todos los estratos sociales pudo colmar las salas en todas las funciones.
Tercero, durante el día, en el horario extra-funciones, cada grupo ofrece una demostración de su trabajo, con una charla-debate. Esto es siempre al día siguiente de haber realizado sus presentaciones, de modo que todos los asistentes están ya al tanto de lo que esa Compañía hace. Como no hay eventos cerrados, el público también participa.
Cuarto: todas las actividades se concentran en el mismo sitio, en este caso, las diferentes salas del Centro Cultural San Pablo, lo que fomenta también la convivencia artística y humana. Cada tiempo de espera entre funciones o entre actividades paralelas, ofrece la posibilidad de ser compartido con compañeros de cualquier otro país, en alguno de los múltiples espacios que este increíble Centro Cultural dispone: salas de cine, de teatro, de conferencias; bibliotecas (una es para ciegos); salones para estudio, para descanso, para lectura, de exposiciones, de computadoras; museos; instituto de investigaciones folclóricas; archivos multimedia; parques, café y restaurante a precios populares, etc. Es una mini-ciudad cultural, de enormes dimensiones y múltiples posibilidades. Es muy grato además el ambiente que se respira allí: entre estudiantes, artistas, lectores y ciudadanos inquietos por el quehacer cultural, hay una energía en ebullición constante.
No es un detalle menor que entre este sitio y los del alojamiento de todos los participantes de la Mostra, mediaban unas 5 ó 6 cuadras, distancia que fácilmente se cubría a pie varias veces al día, evitando todas las complicaciones que ofrece el transporte para tanta gente (unas 100 personas en total), en una ciudad desconocida y compleja, como es San Pablo.
Además, se publica un jornal con notas sobre los grupos que actuaban en el día, reseñas de los del día anterior y artículos sobre temas teatrales en general. Un esfuerzo diario considerable para brindar al público las noticias del día a día, gratuitamente. La Mostra invita, para estos efectos, a críticos y personalidades vinculadas a la investigación teatral, de varios países de Iberoamérica.
Los participantes
Fueron siete los países participantes, que presentaron once espectáculos en total. La apertura estuvo a cargo de la Compañía Tryo Teatro Banda, de Chile, con su Pedro de Valdivia, la Gesta Inconclusa, espectáculo que retoma el estilo juglaresco para relatar la historia de la conquista de Chile, en el siglo XVI (pudimos verlo en el Celcit recientemente).
Por Argentina se presentó la Compañía El Bachín Teatro con Teruel y la Continuidad del Sueño, obra que pone de relieve la lucha de artistas e intelectuales contra el fascismo y cuál es el rol del artista en la sociedad.
De Colombia, Rosita Contratodo, que denuncia la esclavitud sexual a la que son sometidas mujeres de las regiones más pobres, fue presentada por el Grupo Rapsoda Teatro.
De Perú, el Grupo Cuatrotablas llevó Los Ríos Profundos, basada en el libro homónimo de José María Arguedas. Un poético trabajo de movimiento, canto y actuación, que emprende un viaje arquetípico rescatando elementos ancestrales.
La Compañía Teatro Avante (Miami, USA), presentó Aire Frío, relectura de la obra del mismo nombre del poeta cubano Virgilio Piñera, que es un clásico de la dramaturgia de su país.
El único grupo extra-americano, la Compañía Henrique Artes, llegó desde Luanda, Angola, para ofrecer Hotel Komarca, espectáculo que narra la vida de siete presos en una celda diminuta y su intento de fuga.
Los otros cinco grupos procedían de distintos estados de Brasil:
•Grupontapé de Teatro presentó Estranhas Galinhas, inspirado en el cuento de García Márquez, “Un señor muy viejo con sus alas enormes”.
•El Teatro de Narradores ofreció Ciudade Desmanche, el único espectáculo realizado fuera del C.C., dado que transcurre en todo un edificio y la calle frente al mismo.
•Livres e Iguais fue la obra de la Compañía Teatro Sim… Por Que Náo?!!!, basada en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Combina muñecos y teatro de sombras.
•El Grupo Harém de Teatro con Raimunda Pinto, Sim Senhor!, que tiene como tema el éxodo rural, logrando su protagonista salir adelante en la vida, con éxito.
•Una fiesta fue la presentación del Grupo Tá na Rua con A Alegria do Palhaço é Ver o Circo Pegar Fogo…, una demostración de su forma de trabajo en las calles, basándose en el proceso de creación de su nuevo espectáculo y con la participación espontánea de los asistentes. Este es un espacio nuevo en la Mostra, un área de experimentación que se abrió recién el año pasado. Está dedicado a compartir trabajos en proceso, momentos de investigación y creación. La Mostra se perfila así como un laboratorio para el intercambio de nuevas experiencias.
Tras bambalinas
Comentando la Muestra desde el periódico, tuve el gusto de compartir la sala de prensa con José Henríquez (editor jefe de la revista Primer Acto y colaborador de la revista Ubú, integrante de la Red Estatal de Teatros Alternativos, por España); Jorge Louraço Figueira (crítico teatral del diario Público y dramaturgo, de Portugal); Valmir Santos (periodista, investigador teatral, profesor del Departamento de Artes Escénicas de la USP, de Brasil). También con Mario Rojas, catedrático, director del Programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Católica de las Américas y crítico del Latin American Theater Review, de USA.
Entre las actividades paralelas, una mesa relevante fue la que trató el tema elegido para la Muestra de este año: Las temáticas públicas (sociales e históricas) y privadas (familiares, personales) en el teatro latinoamericano, asunto que atravesó los montajes y actividades paralelas del evento. Fue muy interesante escuchar las exposiciones de dos representantes de nuestro teatro de grupo tan diferentes en apariencia, y tan parecidos, de fondo, como Amir Haddad, del Tá na Rua y Mario Delgado, del Cuatrotablas. Dos creadores apasionados.
Por otra parte, el Director Ejecutivo de la Unidad Técnica de Iberescena, el español Guillermo Heras, detalló el funcionamiento de ese programa, ya que Brasil acaba de incorporarse como país firmante. En esta oportunidad, compartió la mesa con los representante de: la Fundación Nacional de las Artes, el investigador Leonel Brum; la Corporación Colombiana de Teatro, el director y escritor Carlos Zatizábal; la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, el actor Marcelo Palmares, y el Presidente de la Cooperativa Paulista de Teatro, el actor Ney Piacentini.
Además de Iberescena, se debatió e intercambió información e ideas sobre las políticas públicas en torno al teatro y la importancia de la formación de redes (como la recién creada Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad) con el interés de analizar las formas de producción teatral e incentivar nuevas propuestas y legislaciones beneficiosas en ese campo.
También se ofreció el Taller de Dramaturgia, que dictó Guillermo Heras, y se alojó la reunión anual de la OISTAT (sigla en francés de la Organización Internacional de Escenógrafos, Técnicos y Arquitectos de Teatro).
Para terminar, quisiera relevar algo ya mencionado más arriba, pues creo es lo que posibilita todos los demás logros: la organización está en manos de teatristas. Son ellos mismos (que equivale a decir: nosotros mismos) quienes están trabajando en todos los aspectos de la Muestra, en su planificación previa y en el día a día de su realización. Hay allí un adueñarse de todos los aspectos que hacen al teatro, para ponerlos, de la mejor manera posible, al servicio de los creadores y su público.
Para ver más: www.mostralatinoamericana.com.br / www.cooperativadeteatro.com.br
Foto: Tainá Azeredo
Fuente: Celcit
Por Teresita Galimany
En primer lugar, los grupos participantes permanecen allí durante toda la Muestra, es decir, no hacen su espectáculo y se los despacha a casa, ignorantes de lo que se presentó en la sala de al lado. Son alojados, alimentados, invitados a participar de todas las actividades y ver todos los espectáculos, demostraciones de trabajo, charlas, etc. Más que “invitados”, cabe decir que se incentiva su participación muy activa, del primero al último día del evento. Esto, obviamente, permite conocerse, intercambiar, debatir, aprender unos de otros. No es cosa menor. Compartir con los demás cómo trabajo y conocer su manera de hacerlo, es la base de nuestro oficio y de quiénes somos, nuestro ser en el hacer.
Se deriva de allí un segundo aspecto: los horarios están organizados de modo que todos los grupos pueden ver todos los espectáculos, haciéndose en general dos funciones diarias a esos fines. En una, se privilegia a los participantes de la Muestra y en la otra, al público en general. También es un aspecto a relevar el hecho de que la Cooperativa haya conseguido auspicios y apoyo estatal, de modo de brindar estos espectáculos y todas las actividades paralelas gratuitamente. Así, gente de todos los estratos sociales pudo colmar las salas en todas las funciones.
Tercero, durante el día, en el horario extra-funciones, cada grupo ofrece una demostración de su trabajo, con una charla-debate. Esto es siempre al día siguiente de haber realizado sus presentaciones, de modo que todos los asistentes están ya al tanto de lo que esa Compañía hace. Como no hay eventos cerrados, el público también participa.
Cuarto: todas las actividades se concentran en el mismo sitio, en este caso, las diferentes salas del Centro Cultural San Pablo, lo que fomenta también la convivencia artística y humana. Cada tiempo de espera entre funciones o entre actividades paralelas, ofrece la posibilidad de ser compartido con compañeros de cualquier otro país, en alguno de los múltiples espacios que este increíble Centro Cultural dispone: salas de cine, de teatro, de conferencias; bibliotecas (una es para ciegos); salones para estudio, para descanso, para lectura, de exposiciones, de computadoras; museos; instituto de investigaciones folclóricas; archivos multimedia; parques, café y restaurante a precios populares, etc. Es una mini-ciudad cultural, de enormes dimensiones y múltiples posibilidades. Es muy grato además el ambiente que se respira allí: entre estudiantes, artistas, lectores y ciudadanos inquietos por el quehacer cultural, hay una energía en ebullición constante.
No es un detalle menor que entre este sitio y los del alojamiento de todos los participantes de la Mostra, mediaban unas 5 ó 6 cuadras, distancia que fácilmente se cubría a pie varias veces al día, evitando todas las complicaciones que ofrece el transporte para tanta gente (unas 100 personas en total), en una ciudad desconocida y compleja, como es San Pablo.
Además, se publica un jornal con notas sobre los grupos que actuaban en el día, reseñas de los del día anterior y artículos sobre temas teatrales en general. Un esfuerzo diario considerable para brindar al público las noticias del día a día, gratuitamente. La Mostra invita, para estos efectos, a críticos y personalidades vinculadas a la investigación teatral, de varios países de Iberoamérica.
Los participantes
Fueron siete los países participantes, que presentaron once espectáculos en total. La apertura estuvo a cargo de la Compañía Tryo Teatro Banda, de Chile, con su Pedro de Valdivia, la Gesta Inconclusa, espectáculo que retoma el estilo juglaresco para relatar la historia de la conquista de Chile, en el siglo XVI (pudimos verlo en el Celcit recientemente).
Por Argentina se presentó la Compañía El Bachín Teatro con Teruel y la Continuidad del Sueño, obra que pone de relieve la lucha de artistas e intelectuales contra el fascismo y cuál es el rol del artista en la sociedad.
De Colombia, Rosita Contratodo, que denuncia la esclavitud sexual a la que son sometidas mujeres de las regiones más pobres, fue presentada por el Grupo Rapsoda Teatro.
De Perú, el Grupo Cuatrotablas llevó Los Ríos Profundos, basada en el libro homónimo de José María Arguedas. Un poético trabajo de movimiento, canto y actuación, que emprende un viaje arquetípico rescatando elementos ancestrales.
La Compañía Teatro Avante (Miami, USA), presentó Aire Frío, relectura de la obra del mismo nombre del poeta cubano Virgilio Piñera, que es un clásico de la dramaturgia de su país.
El único grupo extra-americano, la Compañía Henrique Artes, llegó desde Luanda, Angola, para ofrecer Hotel Komarca, espectáculo que narra la vida de siete presos en una celda diminuta y su intento de fuga.
Los otros cinco grupos procedían de distintos estados de Brasil:
•Grupontapé de Teatro presentó Estranhas Galinhas, inspirado en el cuento de García Márquez, “Un señor muy viejo con sus alas enormes”.
•El Teatro de Narradores ofreció Ciudade Desmanche, el único espectáculo realizado fuera del C.C., dado que transcurre en todo un edificio y la calle frente al mismo.
•Livres e Iguais fue la obra de la Compañía Teatro Sim… Por Que Náo?!!!, basada en la Declaración Universal de Derechos Humanos. Combina muñecos y teatro de sombras.
•El Grupo Harém de Teatro con Raimunda Pinto, Sim Senhor!, que tiene como tema el éxodo rural, logrando su protagonista salir adelante en la vida, con éxito.
•Una fiesta fue la presentación del Grupo Tá na Rua con A Alegria do Palhaço é Ver o Circo Pegar Fogo…, una demostración de su forma de trabajo en las calles, basándose en el proceso de creación de su nuevo espectáculo y con la participación espontánea de los asistentes. Este es un espacio nuevo en la Mostra, un área de experimentación que se abrió recién el año pasado. Está dedicado a compartir trabajos en proceso, momentos de investigación y creación. La Mostra se perfila así como un laboratorio para el intercambio de nuevas experiencias.
Tras bambalinas
Comentando la Muestra desde el periódico, tuve el gusto de compartir la sala de prensa con José Henríquez (editor jefe de la revista Primer Acto y colaborador de la revista Ubú, integrante de la Red Estatal de Teatros Alternativos, por España); Jorge Louraço Figueira (crítico teatral del diario Público y dramaturgo, de Portugal); Valmir Santos (periodista, investigador teatral, profesor del Departamento de Artes Escénicas de la USP, de Brasil). También con Mario Rojas, catedrático, director del Programa de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Católica de las Américas y crítico del Latin American Theater Review, de USA.
Entre las actividades paralelas, una mesa relevante fue la que trató el tema elegido para la Muestra de este año: Las temáticas públicas (sociales e históricas) y privadas (familiares, personales) en el teatro latinoamericano, asunto que atravesó los montajes y actividades paralelas del evento. Fue muy interesante escuchar las exposiciones de dos representantes de nuestro teatro de grupo tan diferentes en apariencia, y tan parecidos, de fondo, como Amir Haddad, del Tá na Rua y Mario Delgado, del Cuatrotablas. Dos creadores apasionados.
Por otra parte, el Director Ejecutivo de la Unidad Técnica de Iberescena, el español Guillermo Heras, detalló el funcionamiento de ese programa, ya que Brasil acaba de incorporarse como país firmante. En esta oportunidad, compartió la mesa con los representante de: la Fundación Nacional de las Artes, el investigador Leonel Brum; la Corporación Colombiana de Teatro, el director y escritor Carlos Zatizábal; la Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad, el actor Marcelo Palmares, y el Presidente de la Cooperativa Paulista de Teatro, el actor Ney Piacentini.
Además de Iberescena, se debatió e intercambió información e ideas sobre las políticas públicas en torno al teatro y la importancia de la formación de redes (como la recién creada Red Latinoamericana de Teatro en Comunidad) con el interés de analizar las formas de producción teatral e incentivar nuevas propuestas y legislaciones beneficiosas en ese campo.
También se ofreció el Taller de Dramaturgia, que dictó Guillermo Heras, y se alojó la reunión anual de la OISTAT (sigla en francés de la Organización Internacional de Escenógrafos, Técnicos y Arquitectos de Teatro).
Para terminar, quisiera relevar algo ya mencionado más arriba, pues creo es lo que posibilita todos los demás logros: la organización está en manos de teatristas. Son ellos mismos (que equivale a decir: nosotros mismos) quienes están trabajando en todos los aspectos de la Muestra, en su planificación previa y en el día a día de su realización. Hay allí un adueñarse de todos los aspectos que hacen al teatro, para ponerlos, de la mejor manera posible, al servicio de los creadores y su público.
Para ver más: www.mostralatinoamericana.com.br / www.cooperativadeteatro.com.br
Foto: Tainá Azeredo
Fuente: Celcit
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