sábado, 22 de mayo de 2010

Una gran comedia musical infantil

Agustina Vera, Marcos "Bicho" Gómez y Vanesa Butera, parte del virtuoso elencoPlatea infantil / Por Juan Garff

La obra de Enrique Pinti contiene lo mejor del género, con un texto inteligente


Mi bello dragón. De Enrique Pinti. Intérpretes: Marcos "Bicho" Gómez, Diego Jaraz, Omar Calicchio, Vanesa Butera, Diego Hodara, Martín O?Connor, Jorge Priano, Laura Silva, Agustina Vera, Rodrigo Cecere, Jessica Abouchain, Marien Caballero Galvé, Diego Castro y Gastón Prat. Música: Julián Vat. Coreografía: Ricky Pashkus. Escenografía: Maggy Eve Risdon. Vestuario: Pablo Battaglia. Dirección: Enrique Pinti y Ricky Pashkus. En el Maipo, Esmeralda 443. Los sábados y domingos, a las 17. Entradas: $ 30.
Nuestra opinión: muy bueno

Arranca con el despliegue de un gran musical. En la taberna se presentan los personajes, se van delineando caracteres, se vislumbra un hilo para la trama, todo con breves parlamentos y ágiles canciones y coreografías. Podría ser la introducción de una producción de Broadway, de las que circulan ahora por los escenarios del mundo. Lucido, aunque un tanto convencional.

Pero no. Mi bello dragón fue escrita hace más de treinta años y su nueva puesta en escena tiene toda la cercanía de quienes conocen al público local, pero con un know-how artístico universal. No hace falta que transcurra mucho para que el espectáculo adquiera características singulares, gracias a la pluma inspirada de su autor.

Enrique Pinti, que de él se trata ?en este caso junto con Ricky Pashkus en la dirección?, opta por la vertiente del humor, también sobre los estereotipos del mismo género. El dragón que debe ser vencido para obtener la mano de la bella princesa no es una bestia feroz ?para sorpresa del joven leñador que busca enfrentarlo?, sino un ser amigable al que le place cocinar huevos fritos y barrer para mantener limpia su cueva.

El temor ante el dragón se desarma en risa. Y para ello cuentan Pinti y Pashkus con el aporte invalorable de Omar Calicchio, en un personaje de guardia real que parece secundario, pero que sostiene e hilvana la acción, así como de Marcos "Bicho" Gómez, un dragón memorable que tiene poco que envidiar probablemente al que protagonizara el mismo Pinti en 1968. Ya lo había hecho en 2002. Y vale la pena que hayan tomado de Disney no ya la vertiente de atar a su público a las butacas mediante el miedo, sino la más comercial y realista de retomar los espectáculos a los siete u ocho años, cuando se renovó el público infantil.

Elenco impecable

Vuelve a lucir así un vestuario espectacular, particularmente logrado en el caso de la bruja incompetente que personifica con gracia Laura Silva. Se intercalan en inteligente equilibrio los números musicales y coreográficos con las escenas que hacen avanzar la historia al ritmo de volteretas de humor. La función va tomando un tono de fiesta para todas las edades. Las coreografías de Pashkus y las canciones de Julián Vat adquieren el valor de catalizadores de la acción de fuerte impacto visual y auditivo.

El hada de Vanesa Butera, el trovador de Diego Jaraz, la princesa arquetípica de Agustina Vera, el leñador ingenuo de Rodrigo Cecere, así como la dupla de malvados que integran los duques Salamino y Tracañote, personificados por Jorge Priano y por Diego Hodara, todos ellos conforman un elenco a tono con la propuesta de Pinti y de Pashkus, uno de las escasos ejemplos de teatro para niños que apela a todos los recursos del teatro en general ?incluidos autores, directores y actores? para poner en escena una obra sin desperdicio. Una vez producido el despegue desde la escena de apertura, Mi bello dragón toma el impulso propio del reverso de la moneda que parodia, My fair lady (Mi bella dama). Pero, fiel a la mirada crítica, Pinti no plantea conversión alguna: el dragón ?en el fondo, álter ego de los niños, en lo que se refiere a su autenticidad? seguirá siendo lo que es, contra lo que el establishment de palacio piensa sobre él: un amable amo de casa.

Fuente: La Nación

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