martes, 4 de mayo de 2010

Un hermano y un gran vacío

¿QUE HACER? LA PUESTA DIRIGIDA POR STELLA GALAZZI MUESTRA A CINCO MUJERES QUE HAN PERDIDO LA VIDA ESPERANDO POR UN HERMANO QUE, CUANDO LLEGA, SE DESPLOMA.

Crítica "Estaba en mi casa y esperaba que llegara la lluvia" De Jean-Luc Lagarce, tiene grandes actuaciones.
Por: Adys González de la Rosa.

Por primera vez el teatro San Martín presenta un texto del autor francés Jean-Luc Lagarce: Estaba en mi casa y esperaba que llegara la lluvia, dirigido por¿quei. El espectáculo recorre la trama de cinco mujeres que han perdido su vidas en la espera de un "joven hermano", quien fue expulsado del hogar por el padre y, al cabo de varios años, regresa y cae desplomado antes de pronunciar palabra.

A partir de este suceso, el grupo de mujeres estalla en frustraciones y reproches. Sucede que cada una imaginó una versión particular del arribo del "hermano" y con ella la esperanza de revertir el vacío de su existencia. Mientras tanto, el cuerpo del hombre -que nunca aparece en escena- yace convaleciente y las protagonistas sólo pueden cuidarlo en su agonía.

La fuerza del texto se impone en la obra a través de un trabajo sobre emociones contenidas, ironía y catarsis. Y la puesta de Galazzi trabaja justamente desde esa perspectiva, ya que propone una interpretación donde las actrices remarcan el trabajo sobre el "decir". Esta cualidad sobre la forma aparece desde la primera escena y evidencia una dirección minuciosa, con actuaciones precisas tanto en dicción, como en tiempos y en la composición de ritmos.

El trabajo del elenco es impecable y precisamente esa perfección juega en contra y genera cierta frialdad en la totalidad del espectáculo. Al elenco, cuyos personajes no están nominados por nombres propios, sino en un orden cronológico, lo integran Graciela Araujo (La más vieja), Marta Lubos (La madre), Valentina Bassi (La mayor), Paula Ituriza (La del medio) y Paloma Contreras (La menor). Son estas dos intérpretes quienes desarrollan monólogos que logran remover la puesta del lugar distanciado en el que se ubica por largos intervalos, donde domina el texto sobre la situación emotiva.

La escenografía de Marcelo Valiente acompaña una historia que -como la pequeña casa que domina el espacio- comienza a abrirse a partir de la llegada del hermano. El dispositivo está reforzado por un sobrio diseño de iluminación de Alejandro Le Roux, quien utiliza los tonos apagados del atardecer y coloca detalles que confieren gran plasticidad lumínica.

Estaba en mi casa... es una obra que tensa en escena un lenguaje poético, y se mueve entre fuertes emociones sin caer en el melodrama. Stella Galazzi junto a sus actrices supieron sortear los riesgos en la propuesta de Lagarce, uno de los autores franceses contemporáneos con mayor presencia internacional, y conformar un espectáculo virtuoso.
Especial para Clarín.

Fuente: Clarín

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