El San Martín es un teatro que significa mucho para los músicos populares argentinos que hemos pasado por sus salas. Pero, ante todo, el San Martín es un teatro que significa mucho para todos. Era un orgullo para la ciudad de Buenos Aires, era un orgullo cantar en sus salas, en sus históricos ciclos del hall, era un orgullo seguir como público sus propuestas. Hoy siento que tengo que hablar en pasado, y me resisto a aceptarlo mansamente.
Allí viví momentos inolvidables. El espectáculo con el que celebramos el Día de la Mujer, con Inda Ledesma y Marikena Monti, los ciclos compartidos con Susana Rinaldi, con tantos compañeros y compañeras. Allí grabé un disco en vivo, en la Sala Casacuberta. Allí fueron mis primeras actuaciones en Buenos Aires, en el hall central, cuando nadie me conocía. Allí salía a decir: “Me llamo Teresa Parodi, soy correntina, vengo a cantar algunas canciones mías y otras de otros autores”. Eran los años 1980 y 1981, y en plena dictadura yo contaba con ese espacio para cantar. Ese espacio estaba en pie, entonces.
Siempre pensé que el San Martín era mi casa, como pensé que era la casa de todos los músicos populares. Y pensé que era mi casa también como espectadora ávida: como tantos, durante todos estos años me acerqué al San Martín a veces sin saber de antemano lo que estaba programado, con la certeza de que lo que iba a encontrar era algo de calidad. Esa es la gran relación que ha logrado establecer el San Martín con su público, y ése es su capital invaluable.
Imagen: Macri/ Acuarela. Ilustración para "Caras y Caretas" de Diciembre 2007.
Fuente: Página 12
No hay comentarios:
Publicar un comentario