Este sábado se estrenará Mi bello dragón, un clásico para chicos, dirigido por Enrique Pinti y Ricky Pashkus, con el Bicho Gómez
Por Laura Ventura
Para LA NACION
Décadas antes de que Shrek se convirtiera en un astro mundial, en 1967, Enrique Pinti escribía Mi bello dragón: un ogro escatológico, verde y de noble corazón, en plena Edad Media, parodiaba los cuentos de hadas y enseñaba cuánto engañan las apariencias. Los espectadores de Nuevo Teatro, liderado por Alejandra Boero y Pedro Asquini, disfrutaban de las andanzas de una princesa rebelde y un pretendiente ególatra (a quien Lord Farquaad, por decirlo de modo diplomático, le rinde homenaje). Por cualquier similitud con el texto argentino, vaya a consultarle a Dreamworks.
Este sábado, Pinti reestrenará una nueva versión de esta comedia musical, codirigida con Ricky Pashkus, y con un gran elenco. Y lo de gran elenco no es una frase hecha. Destacados profesionales del género musical narran una historia apta para adultos: Marcos Gómez ("Bicho"), Omar Calicchio, Vanesa Butera, Diego Hodara, Diego Jaraz, Martín O?Connor, Laura Silva, Jorge Priano, Agustina Vera, Rodrigo Cécere, Jessica Abouchain, Marien Caballero Galvé, Diego Castro y Gastón Prat.
Versátil e inquieto como niño con juguete nuevo, el reciente ganador del Martín Fierro al mejor programa cultural (Pinti y el cine, Canal 7) y el rey del monólogo (hoy presenta Hasta que me olvide) une en una misma oración kilométrica el legado popular de Charles Perrault y el de Reina Reech, y repasa su agenda hasta abril de 2011. Pinti confiesa sin pudor que su afán didáctico no es complaciente y su método educativo es inflexible. En los años 60, incluso, tuvo aprensiones del Consejo del Menor por sus prácticas sobre el escenario: "Cuando estaba actuando, si un chico se portaba mal, detenía la función y le decía a la madre: «Señora, ¿no ve que el nene se hace pis?». El teatro para chicos tiene que servir para formar futuros espectadores. Uno va calladito a escuchar. Los chicos suelen ir a franquicias extranjeras u obras que son un despelote, donde se creen dueños. Entonces, cuando crecen, no quieren quedarse quietos".
Pero Pinti no es un ogro. Todo lo contrario. "Siempre me causó un gran asombro cuán macabros son los cuentos de Andersen y de Perrault, donde incluso la desobediencia se paga con la vida misma. De chico veía las películas de Disney y siempre me transmitían una enorme tristeza. Mi mensaje es otro: no hay que tener miedo, ni a papá ni a mamá ni a lo diferente", alecciona. Mientras, Ricky Pashkus da las indicaciones finales del montaje, que se estrenará hoy, en el escenario del Maipo.
"¿Comiste, nena?", le pregunta Pinti, paternal, a Butera, que encarna un hada sin poderes ni magia. "Enrique es la persona más buena que conozco. No sé trabajar de otro modo ?dice la actriz, con el grabador apagado, sin tono obsecuente?. Esta es una especie de obra a pedido. A pedido porque todos acá les rogamos que nos diera un papel." Butera fue durante dos temporadas la hija de Pinti en Hairspray y el público infantil la conoce bien porque hasta algunas semanas atrás se la veía en Telefé en Niní, protagonizada por Florencia Bertotti (desconoce si habrá una segunda temporada).
Gómez, el dragón, no cesa de transpirar debajo de ese atuendo diseñado por Maggy Risdon. "No me pongo un casete: «Ahora trabajo para grandes; ahora trabajo para chicos». Pasa el tiempo, cambian los chicos, pero ellos no piden otras cosas. Más allá de la computadora y la PlayStation, si contás un buen cuento, los pibes se divierten, si les das sólo lo que te piden, los tendríamos que alimentar con comida chatarra", dice el padre del payaso Mala Onda.
Calicchio, quien le dio vida al monstruo que, por momentos, opacaba el carisma de Guillermo Francella en El joven Frankenstein, siente nervios. "No subestimo jamás a los chicos, y en esta puesta en particular no encuentro ninguna diferencia con otras obras con las que he trabajado. Somos 15 artistas, 15 micrófonos y 15 personas que la pasamos increíblemente bien en el escenario."
Mi bello dragón, dirigida por Enrique Pinti y Ricky Pashkus.
Maipo, Esmeralda 449. Sábados y domingos, a las 17. Desde 30 pesos.
Fuente: La Nación
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