domingo, 9 de mayo de 2010

"Sin humor, toda tragedia carece de inteligencia"

ENTREVISTA ENRIQUE VILA-MATAS ESCRITO

El escritor catalán, que ayer presentó su último libro, "Dublinesca", dice que el recorrido de la novela lleva a la posible muerte de la literatura.

Por: Antonella de Alva.
ESPECIAL PARA CLARIN

Samuel Riba, un editor literario que acaba de retirarse, es el personaje principal de Dublinesca, la última novela del escritor español Enrique Vila-Matas. Pasa su día frente a la computadora, buscando novedades en Google sobre la que fue su editorial mientras su esposa va y vuelve al trabajo. Es un ex alcohólico que se comporta como un hikikomori (esos niños japoneses que se pasan el día navegando en la Web), entre nada para hacer y no hacer nada. Un día decide salir de la monotonía de la cotidianeidad y prepara un viaje para acudir al Bloomsday y rendirle un homenaje al personaje principal del Ulises, de James Joyce.

Algunas personas asocian su novela con la vida de Jorge Herralde, el editor de Anagrama. ¿Cómo surgió realmente el libro?

Hace dos años, en el crepúsculo de Dublín, bajo la niebla, al salir del cementerio, a la altura del pub The Gravediggers (Los Enterradores) se unió a nuestro grupo, por unos segundos, un desconocido, alguien parecido a Samuel Beckett de joven, a quien luego se lo tragó, literalmente, la niebla. Adónde ha ido ese Beckett, me pregunté. Pensé en Mackintosh, un misterioso personaje que recorre el Ulises y que aparece por primera vez en el cementerio. Se ha discutido mucho quién es. Vladimir Nabokov sugiere que es el autor. Si fuera así, a quien el personaje de Ulises, Leopold Bloom, vio en Glasnevin fue a su propio autor, a Joyce. ¿Vi yo a Beckett de joven ese día? ¿Me vi a mí mismo? ¿O es que vi a mi autor? Son preguntas que Dublinesca aborda.

¿Y qué lugar ocupó Joyce en su vida, como escritor y como lector?

Si en Ulises hay un recorrido por la ciudad, en donde vivimos la vida cotidiana de la

calle para dirigirnos a la ciudad de los muertos y de la muerte, en Dublinesca el recorrido nos lleva a la posible muerte de la literatura. Más que escenas concretas del Ulises, lo que tenemos es la captación de su espíritu.

¿Por qué considera que las situaciones apocalípticas hay que tomarlas hoy de forma paródica?

Lo encontramos en la Biblia, en la Eneida. Lo apocalíptico está en todas las civilizaciones y Riba entiende que ya sólo puede ser tratado de forma paródica. El funeral de Riba por la era Gutenberg es, en realidad, un funeral por él mismo (Gutenberg va a continuar mucho tiempo) y, por tanto, a Riba le parece que puede darle el matiz que prefiera y el que acaba eligiendo es el festivo. Perdería encanto el funeral si sólo dispusiera de un monocorde tono trágico. Sin humor, toda tragedia carece de inteligencia.

En "Dublinesca" se plantea la desaparición del editor literario y el renacimiento del autor. ¿Cree que autor y editor no pueden convivir?

Riba cree que la edición literaria desaparece con él. Pero obviamente se equivoca. Y, en efecto, en Dublinesca se celebra un cierto renacimiento -sería mejor decir una reaparición- del autor. Estoy seguro de que donde reaparezca un autor con envergadura intelectual (y he asistido a muchas reapariciones últimamente) nunca faltará un editor también literario.

¿Cómo considera que cambia el rol del escritor con la era digital y, también, con los best sellers?

Los estudios de mercado han desplazado en gran parte los criterios de valor literario a la hora de configurar un catálogo editorial. Pero todo tiene sus ventajas e inconvenientes. Entre las ventajas, por ejemplo, el mundo editorial (aquí hablo sólo de España) ha conocido una progresión económica importante. Ni los grandes grupos son globalmente horrendos (sólo hay que ver quién publica en castellano a Coetzee, Philip Roth, Don DeLillo...) ni los así llamados independientes son necesariamente damas caritativas.

Riba se quedó sin su editorial y se jubiló. ¿Cómo afectó a su literatura el paso del tiempo, su propia vida?

Tras una difícil vuelta a la vida, después de un colapso físico, he reorganizado mi mundo, y mi literatura ha entrado en una gozosa área de clima sereno. Dublinesca, en este sentido, es un libro taciturno y otoñal, que parte en busca de un estilo consumado.

En la novela hay varios rasgos autobiográficos. ¿Cuán importante, considera, que es para un escritor su biografía a la hora de escribir?

Si usted ha visto esos rasgos autobiográficos, significa que tiene información sobre mi vida cotidiana. Créame que cuanto más sencilla le parezca la relación entre una página de Dublinesca y mi vida, más se perderá la complejidad que pongo en movimiento en el libro, pues narro desde la ficción misma, es decir, lo real es creado a partir de la ficción.

Vila-Matas, con sus lectores

"Quería hablar de un personaje que buscara su centro, a partir de un día a día totalmente gris; quise elevar a la categoría de arte lo que pasa cuando no pasa nada, claramente no estaba pensando en mis lectores", contó, medio en broma y medio en serio, el escritor español Enrique Vila-Matas. Fue anoche cuando, con la sala Victoria Ocampo repleta, presentó Dublinesca (Seix Barral), su nueva novela, en diálogo con la periodista de la Revista Ñ, Raquel Garzón. Allí, el autor explicó el núcleo de esta obra, que cuenta la historia de Samuel Riba, un editor en quiebra, que a partir de un sueño revelador viaja a Dublín para concretar una experiencia liberadora que lo devuelva a la vida. Vila-Matas contó que, durante una internación, donde difícilmente tuviera mucho que hacer, él mismo tuvo un sueño de gran intensidad. Fue ese sueño que le hizo "ver la vida de otra manera, eso puso un poco en marcha esta novela".

Agenda

16:30
"Mercedes Sosa. La Negra"
Presentación del libro de R. Braceli y espectáculo. Con J. Dubatti y L. Manso. Sala J. Hernández.

18:30
"Narrativa histórica para jóvenes"
Presentación de colección con Liliana Bodoc, Norma Huidobro, Leonardo Oyola y Claudia Piñeiro. Sala A. Storni.

20:00
Entrega de los premios "Solano López"
A la producción de historietas. Con Francisco Solano López. Espacio Cómic. Sala Julio Cortázar.

20:00
"Dialogando con..."
Diego Manso y Gabriela Cabezón Cámara. Sala Adolfo Bioy Casares.

Fuente. Clarín

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