jueves, 13 de mayo de 2010

Radiografía del espejismo

LA ARGENTINA DE LOS AÑOS 90 EN UNA OBRA TEATRAL DE MARIANO PENSOTTI

Por Juan Carlos Fontana

En "El pasado es un animal grotesco", el autor y director eligió a cuatro personajes, de entre veinticinco y cuarenta años, para que contaran una serie de microhistorias de un tiempo cercano, sin obviar su clima político.

Historias de un "corredor" generacional, que va desde los veinticinco a los cuarenta años, es lo que propone el dramaturgo y director Mariano Pensotti, en su pieza "El pasado es un animal grotesco", que puede verse de jueves a domingos, a las 21, en el teatro Sarmiento, de la avenida Sarmiento al 1500.

A un mes de ser padre, Pensotti dice que sin duda el nacimiento de su hija le va a provocar una serie de cambios en su escritura. Lo cierto es que su teatro se nutre de muy diversas fuentes, porque tiene estudios en teatro, cine y artes plásticas.

Lo suyo son, como él las llama, "microhistorias". En ellas se siente cómodo, lo mismo que en sus codirecciones con otros artistas, como ocurrió con Beatriz Catani ("Los muertos"), Ana Frenkel ("Sucio"), o el coreógrafo Luis Biasotto.

A Pensotti le gusta que sus piezas formen parte de una arquitectura real, se fusionen con los espacios, así sucedió cuando en el edificio de departamentos de al lado del Centro Rojas, en Corrientes al 2000, montó "Interiores", en la que el público, entraba a una y otra casa y podía "espiar" distintas historias y conocer a curiosos personajes.

MICROHISTORIAS

Eso mismo hizo con "Marea", que dio a conocer en una de las ediciones del Festival Internacional de Buenos Aires, también en "Sucio", un éxito de varias temporadas, en la que tres personajes contaban sus experiencias de vida, en clave de humor negro, mientras esperaban el lavado de su ropa, en un lavadero nocturno.

En "El pasado es un animal grotesco" "intento -dice el artista- contar la vida de cuatro personajes (a cargo de Javier Lorenzo, Julieta Vallina, Pilar Gamboa y Juan Minujin) a lo largo de diez años. La idea fue contar las muchas historias secundarias que les van sucediendo".

"La obra transcurre entre 1999 y 2009 y la intención fue jugar con esa mezcla de realidad-ficción. De modo que es una ficción, pero en los textos incluimos hechos concretos que se suceden en la Argentina de esos años", sintetiza el director.

-¿Por qué eligió la franja generacional que va de los veinticinco a los cuarenta años?

-Cuando la obra comienza tienen veinticinco y cuando termina cuarenta. Me interesó porque esa es mi generación. Yo tengo treinta y siete. También porque es un período en que uno deja de ser aquello que se imagina y termina siendo lo que finalmente va a ser en su vida. Me impuse un desafío.

-¿A qué clase social pertenecen los personajes?

-A la clase media, con los enormes matices que eso abarca en la Buenos Aires actual. Uno de los personajes es la hija de un carnicero de Gerli, que roba los ahorros de su padre para irse a vivir a París, porque como ella dice, tiene el cerebro intoxicado de fantasías literarias. En Francia se desilusiona, regresa a Buenos Aires y conoce a un chico que es un palestino, refugiado de la Franja de Gaza, con el que empieza una relación.

MANO CORTADA

Otra de las historias es menos realista y trata sobre una chica que recibe una caja con una mano cortada adentro. Es una persona muy convencional que estudia marketing y estaba predestinada a trabajar en empresas multinacionales. Cuando asoma lo sórdido en su vida, todo lo que construyó parece resquebrajarse. A ésta se le suma una mujer joven de clase media alta, que un día descubre que su padre tiene una familia paralela que ella desconocía. Lo curioso es que esa otra familia vive en un ámbito rural. Por último se ubica un hombre que quiere hacer cine y no sabe cómo. Tal vez a través de todos ellos, quiero reflejar algo que es propio de mi generación, de clase media porteña, en la que siempre parece que estemos comenzando de cero. La sensación es que todo lo que se construye es provisorio.

-¿Qué respuestas busca en el teatro?

-Encontrar zonas que me resulten desconocidas y atractivas al mismo tiempo y en las que el teatro esté mezclado a otras disciplinas. Por eso mis obras tienen mucha influencia de las artes visuales, la música, la literatura. Me atrae un teatro que transite los bordes más extraños o difusos, por eso me interesé en construir ficciones ligadas a espacios reales.

-¿Se va de gira con esta pieza?

-Sí, dentro de unos meses nos presentamos en el Festival de teatro de Bruselas, el de Otoño de Madrid y en Alemania. Luego dirigiré por primera vez textos de otros autores, en Austria.

Fuente: La Prensa

No hay comentarios: