Miembros de distintas comunidades aborígenes autóctonas organizaron una gran feria para ofrecer sus artesanías, música y comida típica. Dieron charlas a colegios acerca de la cosmovisión indígena. Hoy y mañana exhiben películas.
Aunque los obligó a suspender el segundo día de su gran evento, la lluvia no fue para ellos algo negativo: era la Pachamama, la tierra madre, alimentando el crecimiento de las plantas con su agua. Así, tranquilos de que la naturaleza estaba haciendo su trabajo, decenas de representantes de distintas comunidades aborígenes de la Argentina y países vecinos pospusieron las actividades que tenían preparadas para el jueves último en la Feria Internacional de Arte de los Pueblos Originarios, que se está llevando a cabo en la plaza Islas Malvinas de nuestra ciudad.
Kollas, mapuches, tobas, wichis, mocovíes, quechuas, guaraníes, y otras etnias aborígenes, algunas llegadas desde Bolivia y Paraguay, apostaron sus stands de productos típicos en la mencionada plaza, ubicada en 19 y 51. El miércoles de esta semana, día de la inauguración, fueron 64 los artesanos que, desde las 15, se acomodaron para mostrar al público su trabajo y su forma de vida. Los sanadores espirituales, como chamanes, tan propios de los pueblos originarios, también están presentes en la feria. Entre los productos que se ofrecen, hay alfarería, tejidos en telar y otras técnicas, cestería, artesanías en madera, bolsos y carteras de materiales varios, arcos y flechas, artículos de decoración, y mucho más.
Con la presencia de autoridades locales se llevó a cabo el acto de apertura, que contó con un rito ceremonial ancestral y música con charango y quenas, todo a cargo de los anfitriones del evento. Además de recorrer los puestos de artesanías, que estuvieron hasta las 20, los visitantes pudieron probar una exquisitez regional: el locro, que alcanzó para nada menos que 250 personas.
Al estar al aire libre, los organizadores prefirieron suspender las actividades del jueves, y dejarlas para ayer, viernes, cuando la lluvia no fuera un impedimento. Hoy y mañana, últimos días de la feria, el evento sigue bajo techo, con la proyección de distintas películas y documentales dentro del Centro Cultural Islas Malvinas.
En diálogo con Hoy, María Ocha, miembro de la comisión organizadora y de la comunidad kolla, explicó que el evento les sirve a los aborígenes “para mostrar nuestra cosmovisión y modos de vida”.
Con este objetivo, en la feria se llevaron adelante charlas con alumnos de distintas escuelas de nuestra ciudad, que se acercaron a la plaza para conocer más acerca de quienes, en definitiva, son nuestras primeras y originarias raíces.
“Queremos que los niños conozcan la manera de pensar y de ver el mundo que tenemos los aborígenes, que sepan acerca de nuestra concepción espiritual, que es tan importante, y también contarles acerca de nuestra alimentación”, precisó la mujer, en cuanto a los objetivos de las charlas. También hubo recorridos guiados para que los chicos sepan a qué etnia pertenecía cada uno de los presentes, y puedan hacer todas las preguntas que se les ocurrieran.
Para las jornadas de hoy y mañana, se preveé la proyección de distintas películas que grafican la cosmovisión indígena, esa que sus integrantes tanto ansían difundir. Será entre las 16 y las 20.
Por supuesto, también seguirán apostados los puestos de artesanías, con exposición de vestimenta autóctona incorporada.
La idea de los organizadores es repetir este evento todos los años, y procurar que cada vez tenga mayor alcance. Documentales, arte, productos, comida y charlas; todo sirve para acercar esta valiosa y opacada cultura a una sociedad que, por desinterés o falta de información, no suele vincularse demasiado con ella.
“Con estos eventos mostramos que existimos y estamos vivos”
Consultada acerca del lugar que los aborígenes ocupan dentro de la sociedad argentina, María Ochoa dijo a Hoy que “lamentablemente, es un lugar desconocido por muchos sectores”, en referencia a los múltiples aspectos sobre la historia y actualidad de los pueblos originarios que gran parte de la población ignora. “Nuestros hermanos siguen siendo despojados de sus tierras, y nuestros sanadores espirituales perseguidos como si fueran brujos. A la vez, tampoco tenemos fácil acceso al régimen de alimentación que tenemos, para lo cual necesitaríamos poder sembrar quinua”, señaló Ochoa, en referencia a la especie de cereal que constituye uno de sus principales alimentos.
En este sentido, la mujer precisó que “es con este tipo de eventos que nosotros podemos mostrar que estamos vivos, que existimos, y ojalá podamos lograr mayor integración internacional con los hermanos de otros países”.
Para concluir, la mujer hizo una especial invitación general a la feria, para que se acerquen a “este espacio de cultura, amor y armonía”.
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