Por Daniela Rivas
El concierto se había desarrollado con normalidad. Rodeado de una espesa neblina que cubría la ciudad de Caracas y vestido con una chaqueta plateada y negra, Gustavo Cerati arrancó el concierto con el tema “Fuerza natural”, canción que da título a su nuevo disco. Según los periodistas venezolanos, el recital no defraudó a sus más exigentes fans y se desarrolló sin pausas ni baches y en normalidad.
Pero minutos después de dejar el escenario, el cantante pidió ayuda a sus asistentes cuando empezó a sufrir un intenso mareo y un fuerte dolor en el pecho. A las punzadas en su plexo solar se le habría sumado una fugaz pérdida de conocimiento. Pocos minutos después el cantante tuvo que ser hospitalizado. El ingreso de ambulancias al recinto llamó la atención de los presentes y en pocos minutos era noticia: el líder de la banda latinoamericana más famosa iba camino al hospital.
La información que corrió durante las primeras horas del sábado aseguró que, cuando Cerati ingresó al Centro Médico La Trinidad, fue diagnosticado con un cuadro de descompensación y suba de presión, aparentemente causado por estrés y agotamiento físico. El comunicado oficial brindado por la productora organizadora del evento, Evenpro, aseguraba eso y tranquilizaba a los seguidores.
Sin embargo, horas después, el neurólogo Vladimir Fuenmayor, quien atiende al músico, informó que había sufrido “un evento vascular isquémico, con asfaxia de expresión y problemas para hablar”. Según el médico, al cierre de esta edición, el estado de Cerati era estable y debía permanecer en observación entre 32 y 48 horas.
Cuando se padece un accidente cerebrovascular isquémico, un territorio específico del cerebro queda sin sangre y sin oxígeno. Cuando esto pasa, las funciones cerebrales superiores encargadas de controlar distintas actividades como el habla, la visión y las funciones motoras, entre otras, comienzan a sufrir. Las consecuencias pueden ser transitorias y el cuadro se puede revertir dentro de las 48 horas, o puede necesitar recurrir a la fisioterapia para recuperarlas normalmente.
En conversación con 7 DÍAS, la madre del rocker, Lilian Clarke, dijo: “Gustavo está bien. Hoy (lunes) viajó mi hija Laura para acompañarlo. Se está reponiendo. Él estaba muy acelerado, muy estresado. Tuvo un pico muy alto de presión. Su organismo le pide que baje los decibeles. Él es muy exigente consigo mismo y emprendió una gira agotadora”, explicó con calma.
“Me dijeron que cuando se recuperó del desmayo estuvo muy gracioso, charlando con la gente. Pero ahora le están haciendo una cura de sueño, por eso mi hija no pudo hablar con él todavía. Yo estoy tranquila porque está en un hospital muy bueno, muy calificado. Quieren que se tranquilice del todo para dejarlo viajar”, agregó la mamá de Cerati a esta revista.
Además, Lilian contó que “junto a él están Anita Alvarez de Toledo y Nando, el mánager. Los demás de la banda ya volvieron a la Argentina y me dijeron que Gustavo está en muy buenas manos. Me hubiese gustado ir a mí, pero no estoy en condiciones. Fue un gran susto, nada más”.
Living la vida loca. Según el entorno del ex líder de Soda Stereo, el estrés sufrido no corresponde a problemas personales, él mantiene una excelente relación con sus hijos Lisa (14) y Benito (16) y con su ex esposa la ex modelo y DJ, Cecilia Amenábar (37). Y su vida amorosa actual tiene nueva protagonista, la joven modelo Chloé Bello, quien viajó especialmente desde Londres a Venezuela para ver el estado de salud de su novio.
Lo que al astro lo tendría a maltraer, además de su perfeccionismo y su gran disciplina de trabajo, es su incansable estilo de vida. Antes del recital, la noche del viernes, Cerati visitó el local nocturno Moulin Rouge, uno de los lugares más frecuentados por el ambiente artístico de Caracas y bailó hasta altas horas de la madrugada. Al día siguiente aceptó una invitación a almorzar las comidas típicas del país, lo cual no le permitió dormir hasta tarde para recuperarse. Y a eso habría que sumarle que su capacidad pulmonar estaría seriamente afectada por el cigarrillo. El músico es un fumador empedernido y ésta no es la primera vez que eso le trae problemas.
Antecedentes. En 2006 Cerati tuvo un grave episodio de trombosis venosa. El cuadro se produce cuando los coágulos de sangre obstruyen las venas o las arterias, dificultando o impidiendo el flujo de sangre normal. El problema se disparó en plena filmación del video clip “Crimen”. Un coágulo se alojó en su pierna pero podría haberse desplazado a una zona sensible del cuerpo y hasta poner en riesgo su vida. Por ese entonces, el cantante explicó: “Le pifiaron con el diagnóstico dos veces: me decían que era un problema muscular en la pierna. La verdad es que era un dolor relativamente bancable; no es que no podía caminar. Pero de repente todo se complicó y yo realmente me asusté”. Tal fue el susto que en ese momento decidió que el cigarrillo que se lo ve fumar en el clip, sería el último. Pero no pudo sostener la promesa. Desde entonces, muchas veces se lo vio bromear en público con la frase “éste es el último”, cuando decidía abrir un nuevo atado.
Luego del episodio del sábado, el entorno del músico tranquilizó a familiares y seguidores a través de un comunicado de prensa publicado en su Web oficial que decía: “Luego de finalizar anoche el último show de este tramo de la gira en Caracas, Gustavo sufrió una descompensación. Debido a que la noticia ha trascendido, informamos que se está recuperando favorablemente”.
En diálogo con esta revista, Leonora Balcarce, su ex novia, pidió que no se asuste a la familia ni a los fans. “Fue sólo un pico de estrés y ahora debe guardar reposo”, aclaró.
En su vuelta a Buenos Aires sin Gustavo, miembros de la banda también aseguraron que el músico se encuentra estable y fuera de peligro aunque admitieron que seguramente el episodio lo pondrá frente a un nuevo planteo, si seguir con el estilo de vida rockero o escuchar los consejos de mamá Lilian y bajar los decibeles de una vez por todas.
Fotos: Beto Landoni y archivo 7 DÍAS
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