viernes, 21 de mayo de 2010

FEDERICO KEMPFF: Los caminos de la canción

Cada vez más cerca del folk y el "lado luminoso" de las cosas, el cantautor y sus Tarantinos acaban de editar "El lugar que nos espera para ir". Con las guitarras al frente, mucho oficio y pocas vueltas, el platense comparte micrófono con invitados de lujo -Facundo Soto y Manuel Moretti- para seguir dedicando melodías recordables a las rutas, el amor, la nostalgia y las almas sensibles.

"El lugar que nos espera para ir es un lugar ideal que uno se va haciendo en su cabeza... cuando conocí San Martín de Los Andes, por ejemplo, sentí una fascinación fuerte por ese lugar y por esa vida. No sé si hoy me iría para allá, pero es un lugar con el cual fantaseo todo el tiempo: el sur del país, nieve, montañas, lagos, no sé... dan una sensación de libertad y de otra clase de vida. Algo de eso hay en mis canciones y mis letras, imágenes que suelo usar como escapes de lo cotidiano, de lo gris de todos los días. Creo que ése es el lugar que me espera para ir".

Tanto en los '90 -con Dorian Grey y Siempre Lucrecia- como en el siglo XXI, en plan solista acústico o con los Tarantinos, Federico Kempff se jugó la ropa a traducir emociones complejas en un lenguaje sencillo y postales de tres minutos. Genéticamente identificado con el pop británico -de Teenage Fanclub a Adorable, de Oasis a Slowdive-, fue pasajero de experiencias electrónicas y rocanroleras, pero nunca bajó sus banderas. Ahora lleva en su mochila los manuales del folk, el boogie y el blues, noble biblioteca que lo guía en la búsqueda de la preciada atemporalidad en épocas en las que, pareciera, cada vez queda menos por inventar.

"Creo que en verdad siempre estuvieron presentes en mi gusto personal el rock y el folk... de hecho, muchas de las bandas de pop inglés que supe escuchar o escucho aún tienen como plataforma el folk" resume Kempff: "lo dark fue algo efímero, de los años de adolescencia, pero nunca fue demasiado fuerte en mí. Llámese americana, boogie o country, la canción es lo que verdaderamente me mueve".

El cantante considera que la transición entre el ecléctico debut solista "Tardes de sol" (2003) y el flamante "El lugar..." se dio de manera "más bien natural"; y aclara que "las diferencias que pueden existir entre el disco nuevo y el anterior no son fruto de una búsqueda consciente. Estuve escuchando muchísima música, y se fue haciendo fuerte la idea de profundizar la búsqueda de la canción que se insinuaba en temas de hace algún tiempo como 'Esperándote', la propia 'Tardes de sol' o 'Adónde', con guitarras acústicas al frente, bien folkies. La impronta densa, medio de los '70, que aparece por ahí en forma de blues, también estaba hace tiempo dando vueltas y ahora se plasmó".

"Mi próximo paso creo que irá para el mismo lado" adelanta: "las canciones nuevas que estamos tocando tienen mucho de este disco, pero hay una cosa aún más rockera; el folk y el country van tomando cada vez más forma, pero con mucho mas rock". Todo esto, claro, de la mano de los fieles Tarantinos -actual "backing band" y algo más-, que forman con Claudio "Caio" Cataniese (batería y coros), Fernando Torres (bajo) y Alejo Martino (guitarra eléctrica)... más eventuales invitados.

"Percibo un buen feedback entre nosotros y con la gente", se entusiasma Kempff: "creo que estamos en un buen momento en la ciudad, la gente que nos va a ver conoce nuestras canciones y la pasamos muy bien". No es poca cosa, con el rock local bajo la lupa y en boca de periodistas y sellos independientes porteños. "No sé qué bandas serán representativas hoy en la Ciudad" admite el ex Lucrecia: "en verdad, hay muchos grupos y es difícil saberlo. Don Lunfardo y El Señor Otario son parte importante de la escena, y a veces se los ningunea, ¿no? Y se hablan maravillas de bandas y 'gurúes' de los que no sé cuánto valen realmente. Pero bueno, esto es arte y el arte es subjetivo; yo tengo mis gustos y a veces distan mucho de ser políticamente correctos".

"El lugar que nos espera para ir" cuenta con la participación de Facundo Soto, cantante de Guasones, en la picante "Bailarina"; y de Manuel Moretti, frontman de Estelares, en la agridulce "Ella sabe todo". Kempff cree que "Facundo y Manuel representan la perseverancia y el ir por más, el tratar de llegar con lo que hacen, son buena gente y muy talentosa; la verdad es que fue un honor que aceptaran cantar conmigo. Somos de la misma generación, son dos grandes compositores y cantantes".

Escribiendo "desde las entrañas", el platense alude sin barroquismos a la amistad, los afectos familiares, el dolor y la redención cotidiana; la mayoría de las veces logra mantenerse a buena distancia de los lugares comunes. "No lo analizo, es lo que siento y lo escribo así" explica: "por supuesto se corre el riesgo de repetirse, pero hago lo mejor que puedo para no caer en lo trillado. Quizás vaya un poco a contramano... Digo, garpa más hablar de drogas, de sexo, qué se yo, de otras cosas. Pero mi realidad, mi inspiración, pasan por otro lugar. Las drogas y el sexo siempre estuvieron, ¿para qué seguir hablando de eso?".

"Entre las letras del disco, puntualmente, 'Cerca mío', me resulta muy significativa. Se la escribí a mi mujer una vez que ella estaba mal por una situación específica, extrañaba mucho el sur y a su gente, estaba viviendo acá y se sentía un poco sola... ahí surgió esa canción que tiene mucho de ir para arriba, para adelante, ser incondicional con alguien". La banda acaba de grabar un clip del tema, dirigido por Ricardo Monteoliva y Manuel Andia.

David Gray, Kings of Leon, The Killers, Jakob Dylan, resuenan hoy en un universo Kempff que evoluciona hacia sonoridades clásicas. "Igual, no reniego de nada en mi historia musical. Dorian Grey fue el comienzo de todo, y no hay mucho que agregar; una etapa de canciones oscuras, hoy estoy más del lado de la luz. Lucrecia es algo que quiero mucho, me dio muchas satisfacciones y la pasé muy bien con la banda; algunos temas mutaron un poco y quedaron en mi repertorio solista, como 'Tardes de sol', o 'Esperándote'. La letra de 'Ella sabe todo' es de 1996, la leí, me gustó y le hice la música. No hay problema con el pasado, pero hay canciones de años atrás que no me identifican hoy. ¿Si me veo tocando en 15 años? ¡Me veo tocando siempre, en 15, 20 o 30 años... hasta que dé el cuerpo!".

Francisco Lagomarsino
Fuente: El Día

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