Nahuel Pérez Biscayart y Celina Murga, los dos argentinos que participarán de la original iniciativaFoto: gentileza Rolex
Dos jóvenes argentinos -Nahuel Pérez Biscayart y Celina Murga- ganaron el premio a la iniciativa artística que otorga la firma Rolex. Ahora, tendrán como mentores para sus trabajos nada menos que a Martin Scorsese y Kate Valk. Londres fue la ciudad donde, recientemente, se hizo el importante anuncio. Allí los entrevistó LNR
Celina y Nahuel fueron seleccionados después de competir junto a un centenar de artistas. De esa pulseada quedaron 19 finalistas, entrevistados después por los mentores, responsables de elegir a sus discípulos para el año de tutoría. ¿Quiénes son esos maestros? Martin Scorsese en cine, Kate Valk en teatro, Rebeca Horn en artes visuales, Jirí Kylián (danza) y Wole Soyinka (literatura).
Los cuatro jóvenes que obtuvieron el lauro son el japonés Masanori Handa en artes visuales; el estadounidense Jason Akira en danza, la australiana Tara Winch en literatura y el hondureño Aurelio Martínez en música.
A los 35 años, Celina Murga es reconocida en el país y en el exterior gracias sus presentaciones en los festivales internacionales. Dejó su Paraná natal a los 17 años para estudiar dirección cinematográfica en la Universidad de Cine de Buenos Aires. Se hizo notar en el 2002 con su ópera prima "Ana y los otros", un largometraje que retrata a una joven que regresa en plena crisis del país a su ciudad. El film fue aclamado en varios festivales de cine, incluidos Venecia y Toronto. Desde que tengo memoria siempre quise estudiar cine. En Ana y los otros la idea principal llega de una historia personal, la necesidad de contar la historia de una chica de 25 años que después de muchos años vuelve a visitar a su familia a su pueblo natal. Mi principal desafío fue traducir en imágenes y sonidos los sentimientos que yo tenía al volver a Paraná. Eran sentimientos fuertes y ambiguos, explica Murga.
Actualmente, Celina es socia de una compañía de producción y docente del Centro de Investigación Cinematográfica, donde suele utilizar las películas de Scorsese como material de estudio. Y "Una semana solos", su segunda película, está en posprodución. Estoy en un momento de mi carrera donde el ojo crítico y experimentado de un maestro será de vital provecho, dice Murga, pensando en el programa de Rolex.
La directora ya estuvo nominada para una edición anterior, sin embargo opina que confía mucho en el tiempo y en los momentos en que ocurren las cosas: Creo que ahora estoy más preparada para aprovechar la experiencia y además Scorsese es mi maestro virtual desde que era estudiante.
¿Cómo fue tu reacción cuando ganaste?
Estaba en la mitad de la calle y gritaba por teléfono, me emocioné mucho. Porque si alguien me hubiera dicho que eso me iba a pasar me hubiese parecido una locura. Es algo que no se puede dimensionar.
¿Sabés por qué te eligieron?
Es una pregunta que me hago todo el tiempo, supongo que cuando tenga la oportunidad de hablar más tiempo con él se lo preguntaré. Me dijo que le llamó la atención lo luminosas que son mis películas, que tenían mucho sol. En ese sentido somos muy diferentes y seguramente está buscando una mirada distinta que le aporte otra visión nueva.
Por ahora, Murga pasó un mes con Martin Scorsese en Boston durante la producción de su película y en unos días volverá a Estados Unidos hasta el final de la filmación. Seguro que él vuelve a Nueva York, donde vive, para hacer el trabajo de posproducción y mi idea es intervenir en ese proceso.
Además de sus grandes obras, el director invierte su tiempo en una fundación que preserva el cine periférico y le interesa el desarrollo de la "otra" cinematografía, la de los realizadores independientes.
¿Qué te sorprende de Scorsese?
La manera que tiene para mostrar las cosas, y cómo hace que los actores se muevan de manera particular frente a la cámara. Logra un efecto muy poderoso y dramático.
¿Cómo influyó su cine en tu vida y en tu trabajo?
Lo primero fueron sus películas como Taxi Driver o Toro Salvaje. Si bien es posterior a Cassavetes, el primer americano que hizo cine independiente, Socorsese es claramente un seguidor y un maestro. Abrió un camino de lo independiente y en ese sentido es un padre natural.
¿Qué es lo mínimo y lo máximo que esperás del trabajo en conjunto?
Es muy difícil proyectar. Lo mínimo ya lo tengo, hay un piso que ya está cumplido que es la posibilidad de estar cerca de Scorsese, de compartir el rodaje y las historias que tiene para contar. La máxima es trabajar con él. Su mirada me puede nutrir y aportar crecimiento en cuanto a lo creativo y a lo que me pueda ayudar a la hora de seguir desarrollando mi carrera y específicamente mi próxima película. Estoy escribiendo un nuevo guión y quiero contar con él para eso.
Es super talentoso, y mejor que no se entere, ríe mientras secretea la maestra del teatro experimental Kate Valk sobre su nuevo discípulo Nahuel Pérez Biscayart. Ellos ya compartieron el espacio de trabajo en Manhattan cuando el argentino viajó para conocer a su mentora, que ahora agrega: Lo interesante es que se siente tan confortable con la cámara como con el escenario. Eso es difícil de encontrar, además no es prejuicioso y se adapta a todo.
Es porque no tengo una formación muy clásica, estudié con Nora Moseinco, que le daba mucha importancia al cuerpo y a la improvisación. Teníamos mucha libertad y permiso para probar lo que quisiéramos. No era un trabajo interpretativo sino un trabajo creativo. Además soy muy intuitivo lo que me permite actuar en el escenario o frente una cámara. No soy un purista, comenta el versátil actor, de apenas 21 años.
Kate Valk (51 años) es pionera del teatro experimental de Estados Unidos y famosa por sus producciones que rompen barreras: convierten textos clásicos mediante la manipulación narrativa y el uso de innovaciones de alta tecnología.
Cuando lo llamaron, Nahuel pensó que era una broma y luego de averigüar un poco supo que Federico de León ya había sido electo en otra edición del programa Rolex. Fue una gran oportunidad y no estaba preparado, pero cuando me lo dijeron fue perfecto. Hace un tiempo que quería viajar y nunca sabía con qué motivo. Ahora viajo y tiene un sentido.
¿Sabés cómo te eligieron?
Un especialista me vio en un festival de Alemania, con la obra Los Mansos, de Tantanian. Me nominaron y después apliqué, conocía de nombre a su compañía, The Wooster Group, pero a Kate no.
¿Cómo te ves trabajando con ella?
Pienso que es perfecto. El primer día vi muchos videos y fue muy inspirador. Me sentí muy cerca de la sensibilidad creativa del grupo. No era una compañía tradicional estable de 200 personas; manejan algo de la intuición y mucha colaboración. Porque yo soy actor pero no me siento actor. Por eso, esa necesidad de cruzar disciplinas me parece genial.
¿Qué esperás de la experiencia?
No se, estoy disfrutando mucho cada paso que damos. Me gustaría poder viajar y trabajar con el grupo y creo que ya estamos en ese camino. Yo actúo porque me gusta a mí, pero trabajar con un maestro que te apruebe y te de el lugar, te ayuda muchísimo. Igual siento que no se si voy a hacer teatro para siempre, coincido con los que creen que las barreras en las disciplinas del arte están cada vez más borradas.
Por Sabrina Cuculiansky (enviada especial)
Fotos: gentileza Rolex
Fuente: La Nación
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