domingo, 17 de mayo de 2009

Romina Simone y su fantástica obra Cero llegan a la Sala 420

Foto: Los cuatro bailarines en un pasaje de Cero, la pieza creada y dirigida por Romina Simone

Danza Contemporánea

Cuatro bailarines con la difícil tarea de hacer arte sobre una pared. La platense Romina Simone estrena Cero, su espectáculo de danza contemporánea, hoy a las 20.30 en Sala 420 (59 Nº 886 entre 12 y 13). La idea de Cero nació a raíz del proyecto "Coreographic Collison", para el cual la bailarina fue convocada en 2007.

La platense Romina Simone estrena Cero, su espectáculo de danza contemporánea, hoy a las 20.30 en Sala 420 (59 Nº 886 entre 12 y 13).
La idea de Cero nació a raíz del proyecto "Coreographic Collison", para el cual la bailarina fue convocada en 2007. La Asociación cultural Danzavenezia, de Italia, la invitó a participar en la Bienal de Venecia y cuando Simone regresó al país decidió desarrollar el proyecto acá: “Así surgió este trabajo, desde la investigación y la experimentación".

Simone dirige y participa de la obra, junto a los bailarines Horacio Castelli, Marcela Gómez y Mariana Venditti. Los cuatro trabajan desde mediados de 2008 y luego del estreno, seguirán presentándose el 24 de mayo y el 7 y 14 de junio.

"La obra tiene dos puntos principales: hay una escenografía que es una especie de muro o paredón que marca el ancho del escenario, que está fijo, y marca espacialmente un delante y un detrás imaginario. El otro punto fundamental trata de las relaciones humanas en general: en pareja, amistades, grupos, individualismo", contó la creadora, egresada de la Escuelas de danzas clásicas de la ciudad. También agregó que "hay un permanente deseo de los bailarines de querer pasar al otro lado. Sería como lo conocido y lo desconocido, y a través de eso empiezan a aparecer conflictos, diferencias, complicidades, juegos, y el muro viene a hacer como el elemento divisorio, pero lo principal son las acciones de los bailarines".

–¿Por qué el nombre Cero?

–Tiene que ver un poco con el inicio y el final de algo, se puede tomar también como el estado de la mente del hombre de no saber qué viene después. También está bastante encarado como para que haya una sorpresa permanentemente tanto para el espectador como para el propio bailarín de lo que va surgiendo: no saber lo que viene después, estar en ese estado de cero, de desconocimiento, o de armarse una historia y después encontrarse con otra.

A Simone le interesa que el espectador "se pueda armar, de acuerdo a lo que ve, su propia historia. Y también que el público se quede pensando, el no resolvérselo, que no sea un mensaje literal lo que vean".

La directora y bailarina remarcó que la obra es "bastante enérgica, tiene momentos violentos, hay una utilización del espacio bastante amplio, se juega con estos dos niveles, porque en este muro estamos jugando como en otro plano, por eso es un trabajo bastante enérgico y de mucha fuerza para los cuatro bailarines". Para finalizar, dijo que para este debut "hay mucha ansiedad, porque es un trabajo muy duro, al cual le dedicamos muchas horas, porque el hecho de trabajar en el muro nos requirió un trabajo extra, porque es otro tipo de fuerza, es coreografiar en otro plano, totalmente vertical, es más complejo, pero es muy buena la experiencia".

Fuente: El Argentino

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