jueves, 21 de enero de 2010

Carla Peterson y Griselda Siciliani reestrenaron su Corazón idiota

Un espectáculo musical, cargado de humor, sobre el universo femenino

Para quienes pasan sus vacaciones en La Plata, una alternativa distinta es aprovechar los días libres para ir a Buenos Aires a ver teatro. Y una buena opción que presenta la cartelera porteña es Corazón idiota, la obra musical que protagonizan Carla Peterson y Griselda Siciliani en el Paseo la Plaza (en la sala Pablo Neruda).

Corazón idiota se presentó por primera vez en julio del año pasado, en las trasnoches del Paseo La Plaza. Después de un impás, el espectáculo se reestrenó la semana pasada, en la misma sala pero en un nuevo horario: a las 21.

El ensayo de un banda de música es el disparador para que se sucedan, una tras otra, distintas situaciones relacionadas con el amor y el desamor: desencanto, confusión, desesperación, histeria, inseguridad, ansiedad, serán algunas de las reacciones que irán brotando en las protagonistas en un show cargado de una gran dosis de humor.

Cuatro músicos y dos coristas, Clara (Peterson) y Loli (Siciliani), se ven inmersos en distintas situaciones relacionadas con el mundo femenino, algunas parecen más extremas pero todas son muy cotidianas –lo que provoca la identificación y la carcajada espontánea del público–.

Junto a ellas Fernando Tur, Leo Kraimer, Rakhal Herrero y Diego Rosental, se desenvuelven como actores, bailarines y músicos, según las necesidades de la puesta.

La puesta. Corazón idiota es un universo de canciones, coreografías y situaciones cargadas de humor y erotismo.

Un ámbito nocturno que revela el mundo de la mujer y sus sentimientos: deseos a veces satisfechos y otras sólo anhelados.

En esta cita al borde de sí mismas, dos mujeres –y muchas mujeres dentro de esas dos mujeres– le hacen frente a un corazón idiota que no cesa de desafiarlas.

Así, en cada situación aparece la necesidad o el deseo de una mujer, que bien podría ser cualquiera: que sólo quiere tener un accidente, dejar a su novio por teléfono o pelar una cebolla para no clavarle un cuchillo a él.

Y cuatro hombres las acompañan en este accidentado viaje, encarnando padres, novios, amigos, profesores, hermanos.

Una barra de fondo, una mesa de billar, sillones e instrumentos musicales. Un night club de atmósfera masculina contiene y sirve de plataforma a este universo femenino.

Carla Peterson sorprende como cantante, una faceta en la que el público masivo no tuvo la oportunidad de verla. Y, sin ser su fuerte, lo hace bien: su gesto casi natural para la comedia compensa lo que pudiera faltarle técnicamente.

Siciliani sí se luce al cantar. Y si bien no sorprende con su destreza –se sabe que es bailarina–, se la puede disfrutar al verla realizar coreografías muy distintas a las que solía hacer en Patito Feo.

Y en el final, los seis integrantes del show sorprenden al bailar un cuadro juntos.

Además, el espectáculo cuenta con el plus de tener una banda en vivo –integrada también por los cuatro actores masculinos–, compuesta por batería, guitarra, piano y bajo, lo que le da al espectáculo de un power especial.

Los creativos. Este espectáculo musical fue creado y dirigido por Ana Frenkel, Carlos Casella y Daniel Cúparo.

Los directores trabajaron en este proyecto junto al músico Diego Vainer (con el que ya que ya habían realizado obras como Hermosura, Patito Feo y Sucio).

Corazón idiota está armónicamente ideado y marcado para que desarrolle con total naturalidad, sin puntos blancos.

Fuente: Diagonales

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