domingo, 31 de enero de 2010

García Lorca con castañuelas

DANZA › JORGE MAZZINI Y SU ESPECTACULO FLAMENCO!, EN EL TEATRO ASTRAL

Para el director, la asociación entre el poeta granadino y el género es natural: “En sus textos incluye, aun sin decirlo, estructuras rítmicas típicas del flamenco”. La puesta que comienza hoy va más allá de la pura danza y utiliza recursos teatrales.

Por Sebastián Ackerman

La Buenos Aires en la que supo vivir un tiempo el granadino Federico García Lorca es la misma que vivirá ese espíritu andaluz, que se respira en cada copla: aquí se estrenará Flamenco!, un musical basado en varias de las obras del poeta. Jorge Mazzini, su creador y director, explica a Página/12 que “en sus textos, Federico incluye, aun sin decirlo, estructuras rítmicas típicas del flamenco: hay escritos que coinciden con la rítmica de lo que se llama seguiriya. El era un amante del flamenco y eso se refleja en el espectáculo. Entonces, no es casual unir el flamenco con Federico García Lorca”, argumenta sobre el espectáculo que empieza hoy y se presenta, antes de partir de gira, las próximas cuatro semanas los miércoles, jueves y viernes a las 21, sábados a las 21.30 y domingos a las 20 en el Teatro Astral (Av. Corrientes 1639).

La obra está compuesta por diez cuadros unidos por la atmósfera lorquiana y, asegura Mazzini, diferentes estados emocionales atraviesan cada uno de ellos. “Siempre el flamenco provoca una electrización en el espectador, golpea por lo alegre o por lo jondo”, analiza, y afirma que “no es un espectáculo pasivo, es activo para el espectador. Muy eléctrico, que conmueve por su fuerza o por su emoción”. En cada cuadro, actores y bailarines interactúan en el escenario, aunando en escena los planos de la actuación y la danza. “Los actores interactúan con los bailarines”, cuenta Mazzini. “No son compartimentos separados, en los que un actor dice algo y después entran y bailan, sino que está montado teatralmente, en donde interactúan ambos planos”, y ejemplifica: “Por ejemplo, en La casa..., Bernarda y Poncia son actrices, y las hijas son todas bailarinas. Interactúan el baile y la actuación para jugar una escena juntas. La línea que los une es la interpretación, está todo resuelto desde lo teatral, aun el baile”, se entusiasma.

Mazzini ya realizó varias puestas relacionadas con García Lorca y con el flamenco, tanto en Argentina como en Estados Unidos y España, entre otros lugares. “Federico es flamenco de por sí, no solamente porque nació en Andalucía, sino porque tuvo una muy fuerte vinculación con el flamenco desde su origen”, dice, y recuerda que García Lorca junto con Manuel De Falla “organizaron el primer festival de Castejón, en Andalucía allá por los años ’20, que fue el marco para darle difusión internacional. Al intervenir ellos, con su prestigio le dieron ese marco que necesitaba para que luego anduviera solo”. El flamenco, continúa, es un “arte de desarraigo”, por lo que “desde la música o la danza, es extremadamente profunda: la danza es a tierra, sensual, potente. Es visceral”, remarca. Aunque no todo es tragedia, ya que “hay matices de todo tipo, porque esta gente no vive todo el tiempo lamentándose. También hay festejo, pinceladas de otros tonos que también se reflejan en ello. Aun cuando hay fiesta, es visceral, una entrega potente”, detalla.

Tanta pasión tiene una explicación en la historia del director: “Yo tengo origen árabe, y un día descubrí por qué me interesaba”, confiesa. “Hice varias versiones para teatro de García Lorca en versiones flamencas (Yerma en el Cervantes; Bodas de sangre en el Avenida). Cuando empecé a trabajar en esto, leí una frase de Federico que decía ‘Comprenderás bien el flamenco el día que descubras en él al Rey Moro’. Ahí entendí por qué estaba ligándome tan estrechamente con el flamenco”, detalla. Y también encuentra explicación a por qué iniciar la gira internacional de Flamenco! en Buenos Aires: “La ciudad tiene en su origen un alto porcentaje de raíces españolas y andaluzas, lo que hace que haya mucho público de flamenco y también muchos bailarines. Hay más de diez mil alumnos tomando clases de flamenco. Hay una serie de factores que hacen que ocupen un buen espacio en la actividad de Argentina, y no sólo de Buenos Aires”, confirma Mazzini.

García Lorca fue un autor comprometido en lo social, y eso se reflejaba en sus obras, en las que hablaba del poder y la tiranía. Abiertamente homosexual, fue fusilado en 1936 en su Granada natal. “Los poetas de su tiempo eran más ‘intelectuales’, y recurrían a figuras gramaticales o poéticas, metáforas, de difícil alcance para el pueblo; en cambio, Federico habló en el idioma de la gente”, compara Mazzini. “Eso hizo que Federico fuera mucho más popular y a la vez más peligroso desde lo ideológico, porque llegaba con su propuesta”, sostiene el director, quien además define al autor de Primer romancero gitano como un hombre que “amaba la libertad y estaba en contra de todo tipo de opresión, y eso se nota en su obra. Más allá de que en la primera mirada uno pueda encontrar una historia de amor, lo que está mostrando en general es la lucha por la libertad. Siempre están en juego el poder y la libertad, la vida y la muerte”, analiza.

Con un elenco de treinta personas en escena (con la actuación de Dora Prince y Juan Carlos Puppo), más músicos y cantaores en vivo, el espectáculo inicia así en la Argentina una gira que lo llevará por tablados de Uruguay, Brasil, Chile, Ecuador, Estados Unidos y España. Y cuenta con la participación especial de la bailaora cubana Cristina Masdueño, con quien ya trabajó en el país del Norte. “Cristina es una bailarina de una formación muy sólida en toda la danza española”, señala. “Aporta una visión que rescata lo más femenino del flamenco, que en este momento está dejado un poco de lado en el flamenco actual, y yo quiero remarcar. Sobre todo porque Lorca es un autor que trabaja básicamente con la mujer”, explica, y sigue: “Me gustó que en el elenco hubiera dos versiones, dos formas de mujer: la de Jorgelina Amendolara, acompañada por Claudio Arias, que es una estupenda bailaora de flamenco, netamente flamenca, muy a tierra, muy dramática; y Cristina, que rescata el uso del mantón, de las castañuelas, los abanicos y la bata de cola. Esto hace que sus dos entradas en el espectáculo sean totalmente diferentes, siendo igualmente flamencas las dos. Son como pinceladas de distintas maneras de mostrar a la mujer”, concluye.
Fuente: Página 12

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