Se trataba de una muerte anunciada, pero no por ello menos dolorosa: la famosa Miramax, la que fue sin ninguna duda el sello cinematográfico independiente más famoso de la historia, acaba de cerrar sus puertas y parece que esta vez no va a haber un "continuará". Desde que en 2005 los polémicos hermanos Harvey y Bob Weinstein dejaran la compañía en manos de Disney para crear su propia empresa (ahora también en dificultades) se intuía que la suerte de Miramax, fundada en 1979, estaba echada.
En su momento, y con la agresiva política de los Weinstein, la bandera del cine independiente consiguió infinidad de oscars, incluyendo los conseguidos por filmes como Shakespeare in love o El piano. En Hollywood todavía se recuerdan la intensidad de las campañas proestatuilla de la compañía, que utilizaba todas las armas a su alcance para asegurarse de que cada dólar gastado recibía recompensa.
Pese a todo ello es innegable la visión cinéfila de los Weinstein, que dieron la alternativa a varios primeros espadas: actores como Matt Damon, Ben Affleck y Ralph Fiennes o realizadores del tamaño de Tarantino o Steven Soderbergh se criaron en las tripas de Miramax antes de salir a comerse el mundo.
Su historia:
Fue fundada por los hermanos Harvey y Bob Weinstein en 1979. Fue bautizada a raíz de la combinación de los nombres de sus padres, Max y Miriam. En sus comienzos la empresa estuvo dirigida a la distribución de películas independientes.
Al principio se encargó de distribuir películas europeas, hasta que en 1989 comenzó a producir películas, logrando éxito duradero con Quentin Tarantino.
El primer estreno de Miramax fue la película sobre el recital de los Monty Python, “The Secret Policeman´s Other Ball” (1982), a la que siguió “Erendira” (1983), la película de Bille August “Twist and Shout” (1984), “I Heard the Mermaids Singing” (He oído cantar a las sirenas) (1987), “Working Girls” (Chicas de New York) (1987) y “Aria” (1987). Su primer gran éxito fue el documental de Errol Morris sobre un crimen real, “The Thin Blue Line” (1988), que de hecho logró que se reabriera el caso.
La empresa adquirió un número de películas las cuales fueron extraordinariamente exitosas comercialmente y se transformó en una de las empresas líderes de la revolución del cine independiente de la década de los 90.
En 1993 Miramax fue adquirida por la suma de 70 millones de dólares por la productora Walt Disney.
Fuente: Wikipedia, El País
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