lunes, 17 de agosto de 2009

Fuerte polémica por la puesta de una ópera en el Argentino

Pasaje de “Lucia di Lamermoor”, en la puesta estrenada

El abucheo generalizado con el que el público recibió en la noche del viernes a Claudia Billourou, responsable de la régie de la ópera "Lucia di Lammermoor", en la reposición de la obra en el Teatro Argentino, abrió una fuerte polémica en torno a la nueva producción del primer coliseo bonaerense.

La función, que contó con las actuaciones protagónicas de Paula Almerares y Fabián Veloz, se desarrolló sin inconvenientes hasta el saludo final.

Fue entonces cuando, tras los efusivos aplausos dedicados a los cantantes, el público recibió con fuertes expresiones de descontento a la regista Claudia Billourou, quien se mostró un poco confundida y se retiró del escenario. Luego volvió a salir acompañada por el escenógrafo e iluminador de la puesta, Juan Carlos Greco, y la diseñadora del vestuario, Nidia Ponce, pero el público siguió mostrando su disconformidad.

El hecho, sin dudas poco habitual, estuvo motivado por una puesta que la misma Billourou había anunciado como "innovadora".

UNA VERSION ACTUAL

Fundamentalmente, la versión de Billourou hace transcurrir la historia de "Lucia" en la actualidad y en nuestro país, mientras que la novela de Walter Scott la sitúa en la Escocia del 1600.

En consecuencia, la puesta muestra escenas como en la que los guardias del Palacio de Ravenswood, vestidos con ropas actuales y con un termo bajo el brazo, toman mate sentados en el piso del escenario. También llama la atención ver a la soprano entrar con una linterna en la mano tratando de sortear una serie de cintas de aeropuerto colocadas en el fondo del escenario, o la entrada de su amado, Sir Edgardo, en jeans y montando una bicicleta que deja apoyada en lo que, se supone, es el jardín del castillo.

Otro ejemplo es la escena del casamiento en la que se muestra una fiesta descontrolada en la que unos jóvenes, en el frente del escenario, hacen la mímica inequívoca de consumir cocaína.

CON NILDA ELOY

La puesta muestra también una innovadora versión de la famosa escena de la locura. Allí se la puede ver a Nilda Eloy, una reconocida activista por los Derechos Humanos de nuestra ciudad, en un rol fantasmal que podría corresponder a la fallecida madre de Lucia, evocada por la protagonista en ese pasaje de desvaríos. El mismo momento muestra otras dos novedades: una pareja bailando tango al compás de la música de Donizetti y un hombre excesivamente obeso que come hasta desfallecer en otro sector del escenario.

Sin dudas, más allá de los fundamentos artísticos de la regista, en la función del viernes el público presente en el Teatro Argentino mostró su descontento con lo visto en el escenario y desató la polémica, que ayer continuaba siendo motivo de comentarios en corillos de la Ciudad.

Fuente: El Día

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