sábado, 23 de enero de 2010

Música africana hecha poemas

Editado por La Terminal Grafica

El primer libro del platense Andrés Szychowski, 17 discos de música africana, configura en versos un universo cotidiano rodeado de animales al acecho, ira, bravura y la poesía como vía de escape.

"Poesía áspera, algo irónica y hasta ácida y, no obstante, ese es el logro: poesía. Poesía y, lo que no es poco, poesía con voz propia”: las palabras de la contratapa de Hugo Mujica lo definen todo.
Desde las páginas de su libro 17 discos de música africana, Andrés Szychowski nos propone un viaje con tres estaciones que invitan a descargar la ira del mundo en versos que salen del dejo melancólico de la prosa moderna.

“Es casi seguro que hoy me va a ocurrir un suceso extraño”, comienza advirtiendo como preámbulo Roberto Arlt para lo que serán versos ardientes y a punto de estallar en bombas de tinta. Composiciones justas y equilibradas en el afán del poeta que todo lo desequilibra en sus situaciones descriptas. Cadáveres, pedazos de carne, lobos, rostros de lo sombrío habitan secretamente los confines de sus oraciones.

“Ni por un momento me molesté en pensar qué sería de mí cuando llegara al país de los salvajes”, parafrasea a Daniel Defoe anticipándose a pequeñas prosas cuyos detalles se posarán en la salvajez de varios animales.

El tercer y último capítulo de versos evoca la “cara de alguien que se quedó dormido y no cerró los ojos bajo la lluvia” de Onetti: los más lúcidos y concisos lampejos de inspiración construyen balsas de palabras como en Búsqueda (“te busco entre la gente y no te encuentro. Agrego gente”). Ya todo está dicho, sólo nos queda leer estos 17 discos de música africana.

“Me resulta difícil identificar cómo se fue configurando mi relación con la poesía. Pienso en una relación, en un vínculo no elegido, sin retorno, regido por reglas condenadas a caer permanentemente. Me gusta pensarme en la poesía como en un encuentro fallido, en el que a menudo surgen sentidos nuevos o desconocidos”, confesó a Hoy el platense Szychowski. No recuerda con precisión cuándo empezó a escribir, sólo los efectos de algunas lecturas y sucesos de su adolescencia: Lautréamont, Jacobo Fijman, una calle de Montevideo, la Mesopotamia.

“Suelo hacer un culto del desorden en el que se me presenta la poesía. Pero gracias a poetas como Ana Emilia Lahitte pude entrever que algunos versos se relacionan entre sí y que un libro puede constituirse en otra dimensión de ese mismo desorden”, disparó su autor, licenciado y profesor en Psicología, egresado de la UNLP, donde también ejerce la investigación y docencia.

Fuente: Hoy

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por la difusión. Si alguien está interesado en conseguir el libro o fotocopiarlo, se pueden comunicar a mi correo andres.tutoria@gmail.com . Andrés S.

Anónimo dijo...

me encantan tus poemas! y vos sos un principe andres!!!