La obra dirigida por Norberto Barruti se presenta los sábados, a las 21.30, en el Taller de Teatro de la UNLP
Variadas versiones cuenta esta obra de Eugenio Griffero: un musical de cámara dirigido por Rubén Cuello y hasta una película que prepara Jorge Polaco retoma la historia. En La Plata, dirigida por el reconocido Norberto Barruti (El Proceso, El conventillo de la Paloma), El príncipe azul sube a escena en Taller de Teatro de la UNLP (10 nº 1076 e/ 54 y 55) los sábados a las 21.30.
A través de un breve montaje, la obra muestra el encuentro de dos personajes, Juan y Gustavo, una pareja de ancianos, con algo más de 70 años cada uno, que prometieron volverse a ver hace 60 años, después de haber mantenido unas relaciones amorosas tan intensas que tuvieron pánico de proseguirlas, teniendo en cuenta el contexto familiar y social de esa revuelta época de sus adolescencias. Medio siglo después, Juan es un mediocre actor de tercera, un sórdido personaje que ha vivido como quiso y como pudo, que no le queda vergüenza de los hecho ni de lo no hecho, mientras que Gustavo, recuperándose de un accidente cardiovascular que le dejó afectado el lado derecho de su cuerpo, es un respetable jurista con mucho poder, abuelo, pero amargado por todo lo que pudo hacer y no tuvo tiempo; un burgués.
Sobre textos de Eugenio Griffero, psicoanalista y dramaturgo argentino, nacido en Buenos Aires en 1936, esta obra cuenta con las actuaciones de Roberto Conte y Nico Strático y la escenografía de Quique Cáceres.
Variadas versiones cuenta esta obra de Eugenio Griffero: un musical de cámara dirigido por Rubén Cuello y hasta una película que prepara Jorge Polaco retoma la historia. En La Plata, dirigida por el reconocido Norberto Barruti (El Proceso, El conventillo de la Paloma), El príncipe azul sube a escena en Taller de Teatro de la UNLP (10 nº 1076 e/ 54 y 55) los sábados a las 21.30.
A través de un breve montaje, la obra muestra el encuentro de dos personajes, Juan y Gustavo, una pareja de ancianos, con algo más de 70 años cada uno, que prometieron volverse a ver hace 60 años, después de haber mantenido unas relaciones amorosas tan intensas que tuvieron pánico de proseguirlas, teniendo en cuenta el contexto familiar y social de esa revuelta época de sus adolescencias. Medio siglo después, Juan es un mediocre actor de tercera, un sórdido personaje que ha vivido como quiso y como pudo, que no le queda vergüenza de los hecho ni de lo no hecho, mientras que Gustavo, recuperándose de un accidente cardiovascular que le dejó afectado el lado derecho de su cuerpo, es un respetable jurista con mucho poder, abuelo, pero amargado por todo lo que pudo hacer y no tuvo tiempo; un burgués.
Sobre textos de Eugenio Griffero, psicoanalista y dramaturgo argentino, nacido en Buenos Aires en 1936, esta obra cuenta con las actuaciones de Roberto Conte y Nico Strático y la escenografía de Quique Cáceres.
Fuente: Hoy
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