viernes, 5 de febrero de 2010

Entre el flamenco y el folclore

TRES POR LA DANZA Y LA MUSICA VERGÉS, ROMERO, Y ALVAREZ

"Vuelta y vuelta" Estrenan un espectáculo que indaga raíces populares.

Por: Laura Falcoff

Héctor Romero, porteño, es guitarrista y figura central e insoslayable del flamenco que se hace en Buenos Aires. Pero antes de sumergirse en este género y estudiarlo intensamente en España, tocaba folclore, armó grupos propios y trabajó con el Chango Farías Gómez.

Hugo Alvarez, rosarino, joven bailaor con una excelente formación, trabaja profesionalmente desde 2001. Vive en Madrid y forma parte de la compañía de Sara Leazana.

Adrián Vergés, platense, es bailarín de folclore, campeón argentino de malambo y fue protagonista del musical Nativo. En 2001 comenzó a incursionar en el flamenco ("vi similitudes entre los dos géneros, tan mezclados en sus orígenes, tan desgarradores).

Estos tres artistas curiosos, a los que se suma el guitarrista Diego Gallo, están a punto de estrenar Vuelta y vuelta, un encuentro no excluyente entre el flamenco y el folclore argentino. Entre otras cosas, también se cuela la bossa.

Héctor, tuya es la idea del espectáculo, ¿cómo surgió?

No es la primera vez que reúno flamenco y folclore; ya lo había hecho con el Chango Farías Gómez, con quien aprendí muchas cosas. La cultura de raíz hay que buscarla donde se hace y creo que es delicado hablar de "fusión"; prefiero decir "diálogo" y "búsqueda". Diego Gallo tiene un lenguaje folclórico que suena verdaderamente a tierra; es un gran estudioso y una persona muy abierta. Ya habíamos trabajado juntos en Ecos de la tierra y esta es mi tercera propuesta en esta línea. O mejor dicho, es mi tercera etapa en este aprendizaje.

¿Por qué elegiste a estos bailarines?

Primero porque son los bailarines que más me gustan; y también porque estaba seguro de que iban a encontrar muchas cosas en común. Ambos tiene mucha raíz y conocen muy bien lo que hacen.

Hugo, Adrián, ¿qué es exactamente lo que hacen ustedes?

Adrián: Compartimos un tanguillo flamenco y una chacarera y además cada uno tiene un baile propio. Yo hago una zamba, conceptual, digamos, buscando una mujer que no existe. También algo de malambo.

Hugo: Yo hago un baile por alegrías. Los bailes que compartimos tiene una base rítmica común y eso los vuelve claros de reconocer.

Adrián: Fue una especie de laboratorio, buscando, descartando, eligiendo. Con un gusto en común el camino se hace más fácil.

Hugo: Primero Héctor nos mostró la música; "esto es lo que hay", nos dijo.

Héctor: Este cuadro comienza con una chacarera que compuse en homenaje al Chango Farías Gómez; luego va transformándose en una melodía árabe, deriva hacia un tanguillo y termina con Adrián solito, bailando con un bombo legüero y dándole -como dicen los flamencos- un embrujo. Pero un embrujo folclórico.

Fuente: Clarín

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