miércoles, 17 de febrero de 2010

Danza y nostalgia entre exiliadas

La coreógrafa peruana Karin Elmore (tercera por la izquierda), junto a otras artistas que participan en el proyecto Tu cuerpo, el mío.- Á. GARCÍA

El Reina Sofía fusiona coreografía e inmigración en el festival Ellas Crean

BEATRIZ PORTINARI - Madrid

¿Qué significa ser extranjero en un lugar? ¿Sentirse un extraño o ciudadano del mundo? ¿Y qué sucede cuando además se trata de una mujer inmigrante? A estas y otras preguntas quiere responder la coreógrafa peruana Karin Elmore, que desde hace tres años explora el rol de las mujeres extranjeras en distintos países con su proyecto Tu cuerpo, el mío, que se representará en el Museo Reina Sofía en el marco del festival Ellas Crean (www.ellascrean.com).

"La idea surgió de una reflexión como peruana y residente en Barcelona que contemplaba el problema de la inmigración y el rol de las mujeres. Quería que fueran ellas quienes contaran sus historias y formaran parte de un trabajo común con las coreógrafas españolas Paloma Calle, Amalia Fernández y Mónica García. Nosotras, como coreógrafas, trabajamos con el cuerpo, y ellas en muchos casos también; atienden el cuerpo de otros como ancianos, o niños o bien hombres en los casos de prostitutas", explica Elmore.

Con este punto de partida llegaron a su taller 35 mujeres anónimas de 12 nacionalidades distintas, que durante una semana compartieron sus sueños y sus miedos, éxitos y fracasos. Sus voces, a menudo ignoradas, contaban historias de nostalgia y superación que finalmente se convertirán en danza. "Tras la primera parte del taller y puesta en común, las coreógrafas han seleccionado a 12 de esas mujeres para que bailen en el estreno. Ahora mismo el grupo se ha dispersado en subgrupos y continúan los ensayos por separado", explica Ana Cristina Rubio, ayudante de dirección. Mientras las discípulas de Paloma Calle trabajan la improvisación, Amalia Fernández y Mónica García preparan sendos duetos, y Karin Emore ha regresado a Perú para continuar allí este mismo proyecto.

El colectivo internacional de bailarinas se propone poner en común sus trabajos a la vuelta de Semana Santa y definir lo que será una puesta de escena atípica. "Nuestra idea es representar la coreografía sin asientos, creando un circuito que se mezcle entre el público, que estará de pie. Queremos experimentar y ver cómo funciona ese intercambio que se verá apoyado no sólo por los movimientos y el gesto, sino también por objetos típicos de cada país", describe Rubio. Del 6 al 9 de abril se podrá comprobar el resultado final de esta coreografía sobre la inmigración en la sala de Protocolo del Reina Sofía.

Fuente: El País

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