viernes, 14 de agosto de 2009

Encuentro entre Quijote y Gardel


Azares del Quijote y Gardel. Autor : Alberto Mario Perrone. Coreografía: Silvia Vladimivsky. Música: Sergio Vainikoff. Coadaptación: Alberto Mario Perrone/Silvia Vladimivsky. Intérpretes: Carlo Argento, Iván Espeche. Bailarines: Martín Almirón, Laura Aguerreberry, Soledad Argañaraz, Florencia Berthold, Micaela Cortada, Erica Fehler, Micaela García, Laura Gerolimetti, Facundo Mercado, Javier Melgarejo, Ollantay Rojas, Leonardo Sardella, Sebastián Scandroglio, Florencia Segura, Mariano Zozaya. Voz en off: Marcos Mundstock, Salo Pasik. Multimedia: Nikolai Proaño. Dirección musical: Sergio Vainikoff. Puesta en escena y dirección: Vladimisky. En el Teatro Nacional Cervantes (Libertad 815). Funciones: hoy, mañana y pasado mañana, a las 21; el domingo, a las 20.30. Duración 70 minutos.
Nuestra opinión: buena

El poeta Alberto Mario Perrone propone en esta experiencia un supuesto encuentro entre Carlos Gardel y don Quijote. Gardel llegó de Francia, sin proponérselo; en tanto que Miguel de Cervantes, habiendo querido llegar a estas tierras, nunca logró hacerlo. Es su personaje don Quijote quien parece proyectarse sobre esta tierra para cumplir así los deseos de su creador.

El encuentro entre ambos resulta potente en un comienzo, pero, a medida que el espectáculo se desarrolla, la relación no crece y solamente se perciben algunas cualidades características de ellos; marcas que provenientes del texto del Quijote o que se han difundido sobre la personalidad de Gardel irán fortaleciendo a cada uno de los personajes, pero no para relacionarlos, sino para hacerlos más fuertes en lo individual.

Algo de uno (el Quijote) parece servirle al otro (Gardel) en su derrotero de vida. Así, cada uno mostrará lo suyo y eso servirá para hablar de un mundo de inmigrantes, aquellos que fueron fortaleciéndose mientras el país crecía.

Si bien la idea de Perrone es inquietante, no termina de hacerse carne en la escena. La metáfora del verdadero encuentro queda trunca y los breves textos del autor no hacen más que definir a cada personaje, señalando cuestiones ya conocidas, pero que no van a posibilitar construir un nuevo imaginario sobre esa relación.

La experiencia gana en la magnífica banda de sonido de Sergio Vainikoff -cruza ritmos de la época promoviendo un verdadero marco poético, intenso y sugestivo-; en las actuaciones de Carlo Argento (Quijote) e Iván Espeche (Carlos Gardel) -ambos tienen momentos muy atractivos, que dejan ver un rico trabajo de construcción de personajes-; en un cuerpo de baile que se adapta a diferentes ritmos y lo hace de manera muy ajustada, y en un creativo trabajo de multimedia que posibilita generar o completar unos ambientes con mucha calidad.

La dirección de Silvia Vladimivsky demuestra rigor en el cruce de las distintas disciplinas sobre el escenario y torna atractiva la propuesta y muy vital en algunos tramos en los que sus coreografías ocupan un lugar de importancia.

Carlos Pacheco
Fuente: La Nación

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