A las 21.30, en Ciudad Vieja de la ciudad de La Plata
El cantante y poeta platense presenta su nueva producción discográfica como solista
Cuando conoció al uruguayo Eduardo Mateo, a Martín Raninqueo le cambió la vida. Por lo menos su manera de percibir el mundo a través de la música. A partir de ese momento, sus pasos musicales pasaron a estar fuertemente influenciados por los ritmos rioplatenses de este compositor vecino y por artistas como Lazaroff y Cabrera. Con Mateo “me di cuenta de que existe otra manera de componer, otra poética, y me sumergí en esas aguas rioplatenses. Hasta salté el charco; me fui a Uruguay a caminar por los lugares por donde caminó Mateo”, destacó el músico y poeta platense que esta noche presenta su tercera producción musical, en Ciudad Vieja (17 y 71), a las 21.30, a la que denominó Gorrión criollo y que cuenta con los arreglos de Diego Rolón (ex arreglador de Liliana Herrero). Contará además con la compañía de Ximena Villaro (de La Sonora) y Federico Nuñez.
–¿Cómo será la presentación en Ciudad Vieja?
–Voy a presentar Gorrión Criollo que es el último disco con arreglos de Diego Rolón. Y vamos a estar con la banda con la que venimos tocando que la conforman Luis Volcoff, Agustín Barbieri, Leandro Rouco y Diego Rolón.
–¿Cómo fue el armado del disco?
–Gorrión Criollo contiene 14 temas de mi propia autoría, fue editado en el 2007, pero desde el año precedente estuvimos compaginando el armado con Rolón. Él, en ese momento, había dejado de tocar con Liliana Herrero y nos cruzamos -ya nos conocíamos de la Facultad de Bellas Artes- y me propuso hacer un disco con mis canciones, a lo que accedí con mucho gusto porque es un tipo con mucho talento, así que confié plenamente en su propuesta.
–¿Las canciones ya estaban escritas cuando se encontraron?
–Sí, si ya estaban escritas. Así que él se encargó de los arreglos y nos embarcamos en editar Gorrión Criollo. Es más, ahora estamos armando una nueva producción musical que editaremos para mediados de año. Se va a llamar Río ir y también tendrá canciones mías.
–¿De qué habla Gorrión criollo?
–En general mis canciones cuentan historias donde está la ciudad como escenario, de ahí se derivan distintas temáticas que tienen que ver con el paso del tiempo, con la muerte, con historias de amor y de todo tipo. Cuando yo digo que la ciudad está presente, está presente como marco, como escenario, pero pasa en distintos lados, puede pasar en el Lago del Bosque, en la zona roja, en el centro de La Plata, en otros lugares.
En general, los temas son los mismos que cuando escribo poesía, son los temas universales, la muerte, el amor, el paso del tiempo.
–¿Primero escribe la poesía y después nacen las canciones?
–Generalmente, las canciones nacen concebidas como canciones, entonces si aparece la letra surge paralelamente la melodía o aparece la melodía y al ratito aparece la letra y de ahí nace la canción. Es un trabajo conjunto. Cuando me dedico a escribir poesía queda la poesía y nacen los poemas. Es raro que eso se transforme en canción.
–¿Ha publicado algún libro de poesía?
–Sí, publiqué El viento también recuerda en 1996, en el 2000 Poemas para el flautista y ahora este año una editorial me va a publicar un libro con xilografías de Julieta Warman.
–Este es su tercer disco…
–Sí, el primero se llama Después del incendio (1998) con un trío donde tocaba mi hermano que falleció hace unos años. Él tocaba flauta traversa, con Cacho Macchi en teclados y yo que cantaba y escribía las canciones, fue la única producción con esa formación. También grabé fff... (2001), que es un disco solista.
–¿A qué se debe el nombre de esta nueva producción?
–Gorrión criollo es un gorrión, que en realidad soy yo, que reflexiona sobre el paso del tiempo, por eso lo dice la letra: “Un copo de cenizas en el aire soy”, sobre la vida, sobre el canto también.
Fuente: Diagonales
El cantante y poeta platense presenta su nueva producción discográfica como solista
Cuando conoció al uruguayo Eduardo Mateo, a Martín Raninqueo le cambió la vida. Por lo menos su manera de percibir el mundo a través de la música. A partir de ese momento, sus pasos musicales pasaron a estar fuertemente influenciados por los ritmos rioplatenses de este compositor vecino y por artistas como Lazaroff y Cabrera. Con Mateo “me di cuenta de que existe otra manera de componer, otra poética, y me sumergí en esas aguas rioplatenses. Hasta salté el charco; me fui a Uruguay a caminar por los lugares por donde caminó Mateo”, destacó el músico y poeta platense que esta noche presenta su tercera producción musical, en Ciudad Vieja (17 y 71), a las 21.30, a la que denominó Gorrión criollo y que cuenta con los arreglos de Diego Rolón (ex arreglador de Liliana Herrero). Contará además con la compañía de Ximena Villaro (de La Sonora) y Federico Nuñez.
–¿Cómo será la presentación en Ciudad Vieja?
–Voy a presentar Gorrión Criollo que es el último disco con arreglos de Diego Rolón. Y vamos a estar con la banda con la que venimos tocando que la conforman Luis Volcoff, Agustín Barbieri, Leandro Rouco y Diego Rolón.
–¿Cómo fue el armado del disco?
–Gorrión Criollo contiene 14 temas de mi propia autoría, fue editado en el 2007, pero desde el año precedente estuvimos compaginando el armado con Rolón. Él, en ese momento, había dejado de tocar con Liliana Herrero y nos cruzamos -ya nos conocíamos de la Facultad de Bellas Artes- y me propuso hacer un disco con mis canciones, a lo que accedí con mucho gusto porque es un tipo con mucho talento, así que confié plenamente en su propuesta.
–¿Las canciones ya estaban escritas cuando se encontraron?
–Sí, si ya estaban escritas. Así que él se encargó de los arreglos y nos embarcamos en editar Gorrión Criollo. Es más, ahora estamos armando una nueva producción musical que editaremos para mediados de año. Se va a llamar Río ir y también tendrá canciones mías.
–¿De qué habla Gorrión criollo?
–En general mis canciones cuentan historias donde está la ciudad como escenario, de ahí se derivan distintas temáticas que tienen que ver con el paso del tiempo, con la muerte, con historias de amor y de todo tipo. Cuando yo digo que la ciudad está presente, está presente como marco, como escenario, pero pasa en distintos lados, puede pasar en el Lago del Bosque, en la zona roja, en el centro de La Plata, en otros lugares.
En general, los temas son los mismos que cuando escribo poesía, son los temas universales, la muerte, el amor, el paso del tiempo.
–¿Primero escribe la poesía y después nacen las canciones?
–Generalmente, las canciones nacen concebidas como canciones, entonces si aparece la letra surge paralelamente la melodía o aparece la melodía y al ratito aparece la letra y de ahí nace la canción. Es un trabajo conjunto. Cuando me dedico a escribir poesía queda la poesía y nacen los poemas. Es raro que eso se transforme en canción.
–¿Ha publicado algún libro de poesía?
–Sí, publiqué El viento también recuerda en 1996, en el 2000 Poemas para el flautista y ahora este año una editorial me va a publicar un libro con xilografías de Julieta Warman.
–Este es su tercer disco…
–Sí, el primero se llama Después del incendio (1998) con un trío donde tocaba mi hermano que falleció hace unos años. Él tocaba flauta traversa, con Cacho Macchi en teclados y yo que cantaba y escribía las canciones, fue la única producción con esa formación. También grabé fff... (2001), que es un disco solista.
–¿A qué se debe el nombre de esta nueva producción?
–Gorrión criollo es un gorrión, que en realidad soy yo, que reflexiona sobre el paso del tiempo, por eso lo dice la letra: “Un copo de cenizas en el aire soy”, sobre la vida, sobre el canto también.
Fuente: Diagonales
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