Alejandra Darín y Osmar Núñez llevan adelante una actuación magnífica, con la mano diestra del director Manuel IedvabniLa obra de Mario Diament tiene grandes intérpretes: Alejandra Darín y Osmar Núnez
Un informe sobre la banalidad del amor. De Mario Diament. Con: Alejandra Darín y Osmar Núñez. En video: Marta Bianchi, Ingrid Pelicori, Horacio Roca y Héctor Bidonde. Luces: Roberto Traferri. Escenografía y vestuario: Alberto Bellatti. Dirección: Manuel Iedvabni. En el Cervantes, sala Orestes Caviglia. Duración: 100 minutos.
Nuestra opinión: muy buena
Cuando ambos términos de la pareja amorosa son intelectuales notorios, surgen las más singulares historias de amor, donde se entretejen los goces sensuales con las citas eruditas: Abelardo y Eloísa, Elizabeth Barrett y Robert Browning? En el caso de Martín Heidegger (1889-1976) y Hannah Arendt (1906-1975), no sólo se trata de dos de los pensadores fundamentales del siglo XX, sino que se añade un ingrediente insólito, que los acerca a la tragedia: la tajante oposición política. Heidegger, filósofo eminente, es partidario declarado del nazismo; Arendt judía, opuesta a los fascismos, debe huir de Hitler y sus secuaces, contra los que lucha sin tregua en el terreno de las ideas.
Hasta hoy seguimos preguntándonos cómo fue posible la perdurable pasión que los unió durante medio siglo, bien es verdad que con altibajos: él permaneció unido a su esposa de siempre, Elfride, madre de sus hijos (quien, al parecer, terminó por aceptar la relación, en los altos años del terceto), y ella se casó dos veces. Pero la correspondencia entre ambos, publicada por fin en 1999, revela la intensidad del sentimiento hasta en la edad avanzada y a través de todos los horrores de la historia contemporánea: "Usted pertenecerá a partir de ahora a mi vida -le escribe él a poco de iniciada la relación- y ésta deberá crecer por usted". El título de la obra alude, con cierta ironía, al libro más notorio de Arendt, Eichmann en Jerusalén. Un informe sobre la banalidad del Mal , donde ella describe su experiencia como testigo del juicio contra el criminal nazi de guerra Adolf Eichmann.
Mario Diament, de quien recordamos una excelente Cita a ciegas , tres años atrás, encara con decisión y talento la ímproba tarea de dar forma dramática a la compleja historia de un amor que desafía los obstáculos más enconados. Pero ¿no es esa, precisamente, la esencia de la pasión amorosa? Tal como Diament los presenta, Heidegger y Arendt no tienen escapatoria. Ni quieren tenerla. Se conocen en 1925, cuando él, de 36 años de edad, un ya notorio profesor de filosofía en la universidad de Marburgo, está escribiendo su obra capital, Ser y tiempo , y ella, a los 18, es su alumna. El fuego se enciende desde el primer encuentro a solas (el pretexto: un ensayo que ella ha escrito sobre Platón). Martín aclara que nunca dejará a su mujer y Hannah se resigna. Ocho años después, cuando Hitler asciende al poder, él se declara admirador rendido del Führer, porque supuestamente le devuelve a Alemania la dignidad perdida con el Tratado de Versalles, y es designado rector de la universidad de Friburgo. Hannah, en cambio, debe iniciar lo que la Segunda Guerra convertirá en un largo exilio. Y, sin embargo, cada renovado encuentro vuelve a encender la llama, en su doble condición, física y espiritual, carnal e intelectual.
Aunque conozcamos el fin de la historia, la atención del espectador no decae en momento alguno. La impecable ilación de las situaciones, el escueto y brillante diálogo y la magnífica actuación de los protagonistas -Alejandra Darín, a la vez conmovedora y austera, y un sobrio pero no por eso menos patético Heidegger según Osmar Núñez-, sumados a la destreza del director Iedvabni y la valiosa contribución de Bellatti y Traferri, hacen de este Informe? uno de los mejores espectáculos de la temporada.
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