domingo, 27 de septiembre de 2009

Brigitte Bardot: "No soy eterna"

LA ACTRIZ QUE ESCAPA DE SU LEYENDA

Provocadora, ultraconservadora, defensora de los animales y con aversión a la mayoría de las personas, muestra, a los 75 años, su lado más humano.

El mambo hace que Brigitte Bardot pase sus manos por todo su cuerpo. Ella juega con su pelo sobre su cara y no mira a nadie. BB sabe que dos hombres la esperan para hablarle, pero mientras ella los provoque, ellos van a seguir esperando. Esta es la escena del filme "Y Dios creó a la mujer" que catapultó a esta lolita de 21 años a la fama. Su imagen erótica y unos labios carnosos la terminarían por convertir en un mito.

Brigitte Bardot cumplirá 75 años el próximo 28 de septiembre e inaugurará una exposición en Boulogne Billancourt con objetos que representen sus “años despreocupados”. Esos años que ella dejó atrás a los 40. "Pasé mi juventud huyendo de los fotógrafos y los periodistas que fastidiaron esa etapa de mi vida y fueron algo responsables de mi intento de suicidio el 28 de septiembre de 1960", aseguró.

A los 74 años y casada con su cuarto marido, Bernard d'Ormale, la razón de su vida la encuentra en la defensa de los animales. Ella se siente "mucho más cercana a la naturaleza y a los animales que al hombre", aseguró al diario italiano La Repubblica. “Regalé mi juventud y mi belleza a los hombres. Mi sabiduría y mi experiencia las consagro a los animales", escribió Bardot.

BB fundó la “Asociación para el rescate de animales de todo el mundo" en su casa en la villa "La Madrague” en Saint Tropez. La misma casa sobre la que llovieron miles de rosas lanzadas desde un helicóptero por su millonario ex marido Gunter Sachs. Pero fue su primer esposo, el director Roger Vadim, quién dirigió el filme que la hizo famosa y quien la transformó su imagen en una mezcla de vampiresa exuberante e ingenua a la vez.

A pesar de su amor por los animales, ella detesta a “una gran parte de la especie humana". Este odio le aseguró varias visitas a tribunales por comentarios racistas, homofóbicos, en contra de los indigentes y de la izquierda francesa. Esta Bardot ultraconservadora es la misma que se desnudó sin inhibiciones en filmes como "Le mépris", de Jean-Luc Godard, "Vie privée", de Louis Malle, o "La vérité", de Henri-Georges Clouzot.

"No echo de menos el cine", asegura BB. Para ella, " los actores ponen su talento al servicio de directores bastante tristes". Su gordura adolescente y su complejo de inferioridad ya no la afectan. Su mayor problema es no poder “llegar a victorias reales” en sus diferentes “frentes”: las pieles, las corridas de toros, la experimentación animal, los circos, los zoológicos y todo aquello que considera "escandaloso". Tiene miedo de no lograrlo, porque asegura, "no soy eterna".

Fuente: DPA y EFE, Crítica

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