La española, ex actriz porno y actual modelo erótica, es la estrella del Festival de Cultura Erótica, que se hará hoy y mañana en Buenos Aires. Ella se define como acróbata sexual, "un arte que hago con glamour".
Por Javier Firpo
Antes que nada dice que hace cuatro años que se retiró de la industria del porno. Que no la confundan, eh. "Soy modelo erótica", enfatiza. Pero defiende el ámbito del triple equis. "Es un trabajo como cualquier otro, como ser pintor, panadero". ¿Lo es? Después, como si fuera un auto último modelo, acusa 100-56-80, sus medidas. Sonia Baby es española, tiene 28 años y en jogging, remera y zapatillas, con anteojitos "pin-up" parece una estudiante de diseño gráfico. Vino a Buenos Aires invitada por el sello Capitol para ser "la cara" -y algo más- del Festival de Cultura Erótica que se realizará hoy y mañana en el Palacio Alsina. "Me interesa estar en la Argentina porque aquí se respira otra energía, hay otra cultura, otra forma de vida", 'cranea'.
Pero, ¿qué sos vos Sonia?
Soy acróbata vaginal. Tengo un espectáculo con el que recorro el mundo. Lo que hago es arte erótico con glamour.
¿En qué consiste?
En introducir cosas de gran tamaño en mis genitales. Banderines, sábanas, collares y ahora las gillettes son mi desafío.
Portando unos llamativos tatuajes en sus piernas y brazos, Sonia habla con seriedad, luce concentrada, como si estuviera al frente de una clase de físico-química. "Ahora tengo el récord de introducirme 150 metros de banderines de todo el mundo", cuenta sin vanagloriarse.
¿Cómo es el truco?
¡Qué truco! Es verdad, hay videos en internet. Es un don, nací con esa disciplina (sic), y lo estoy aprovechando. Pero no es sencillo, ya que previo al show necesito una hora para dilatar mis músculos.
Dice con frescura que va por la plusmarca: ¿cuál? "Meterme cien gillettes". Pero si le parece poco, sepa que también se introduce leche, bombillas de luz, pelotitas de ping-pong... "Puedo hacer tantas cosas, que perdí la cuenta".
¿Y el amor?
Obvio.
¿Tenés competencia?
No, soy única en este arte. Todo fue invento mío.
¿Tus shows están más cerca de impresionar o de excitar?
A mí no me excita para nada, más bien me satisface. Creo que el público se asombra y no puede entender cómo es que hago lo que hago. Pero hay aceptación, aunque entiendo que muchos piensen que es muy "freak". De todas maneras, soy muy cuidadosa y elegante, por eso digo que es arte erótico.
Lo que te introducís, ¿permanece en tu cuerpo?
Sí, por supuesto.
¿Hay masoquismo o flagelación en tu trabajo?
Sólo llevo mi cuerpo hasta los límites, que es algo que me obsesiona.
¿Ganás bien?
Sí, cobro en euros y gano de acuerdo a los riesgos que corro. Porque yo no quiero dedicarme toda mi vida a esto.
¿Qué riesgos corrés?
Pongo en juego mis genitales.
¿Qué dicen tus padres?
Yo me crié en las calles de Elche, solita, sin nadie, porque mi madre me abandonó y nunca más supe de ella.
Fuente: La Razón
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