La vida debida
El elenco de la obra se completa con Georgina Barbarossa, Ana María Picchio, Manuel Vicente y Federico Barón. Las dos protagonistas femeninas hablaron con Diagonales sobre esta pieza, que trata sobre la decisión de un hombre de “patear el tablero” y dedicarse a hacer lo que le gusta.
Aníbal es un comerciante, que próximo a cumplir los 50 años, decide replantearse algunas cuestiones de su vida. Entonces se pregunta: “¿Es esto lo que quiero?”, atraviesa lo que comúnmente se denomina “duda existencial”.
En esa búsqueda, este ferretero interpretado por Miguel Ángel Rodríguez, vende su negocio y se dedica a un rubro que nada tiene que ver con él, el tango. Así comienza La vida debida, una comedia escrita por Paco Hasse para Paul Kirzner (el hermano de Adrián Suar) que hoy a las 21.30 sube al escenario del Coliseo Podestá (10 entre 46 y 47).
El elenco de la obra se completa con Georgina Barbarossa, Ana María Picchio, Manuel Vicente y Federico Barón. Las dos protagonistas femeninas hablaron con Diagonales sobre esta pieza, que trata sobre la decisión de un hombre de “patear el tablero” y dedicarse a hacer lo que le gusta.
“Para mí hacer esta obra es una fiesta. Primero porque el elenco es espectacular, trabajar con la Picchio era una asignatura pendiente que tenía y ella es una mujer muy divertida y talentosa. De Miguel ya lo sabemos, pero a ella, por los papeles que hizo en televisión, se la vincula más a lo dramático, y es una artista maravillosa”, comentó Georgina Barbarrosa, que tampoco ahorró elogios para el resto del equipo. “Manuel Vicente es increíble y Federico, que es el hermano de Jimena Barón, va a ser un gran actor”.
En tanto, su compañera Ana María Picchio, destacó que La vida debida resulta muy interesante porque “siempre tiene que ver con los mismo: ¿qué pasaría si de la noche a la mañana uno desea cambiar de vida? Y acá, el personaje de Miguel se anima a eso”.
–¿Qué pueden contar de sus personajes?
–Georgina Barbarossa: Este personaje de Violeta me cayó a medida. Es una mujer que de la noche a la mañana se entera de que su marido decide cambiar su vida. Es una mujer adorable, como sacada de una película italiana. Cuando ve que su marido cambia 180º grados su vida, patea el tablero y se corta solo, no sabe qué hacer, porque ella no tiene vida propia y se queda afuera de todo, no sabe qué hacer de su vida.
–Ana María Picchio: Elsa es muy simpática. Es una chica soltera que está en busca de un sueño y lo logra. No se puede contar mucho porque tiene un secreto, que si lo revelo pierde la gracia, hay que ir a ver la obra... Ella es la única en el espectáculo que no es de la familia. Viene buscando esa posibilidad de aprender algo que la va a acercar a una persona que a ella le gusta mucho.
–Para ustedes, ¿de qué habla La vida debida?
–G.B.: A que las personas tienen que animarse a cumplir los sueños. Es una obra que te invita a la reflexión. Es sobre el deber que él tiene con su vida. Así como yo tengo una asignatura, que es tocar el piano, este hombre tiene eso. Toda la familia, y más yo que soy su esposa y Guille (Federico Barón) que es nuestro hijo, no sabemos qué hacer, y él quiere seguir construyendo. La obra va más allá de lo divertido, te invita a la reflexión, te dice que se pueden cumplir los sueños, que depende de cada uno de nosotros.
–A.M.P.: ¿Quién no quiere vivir otra vida? Este hombre se hace esa pregunta, ¿qué vida quiero? y los primeros que se ponen de mal humor porque no lo entienden son los parientes. Igual, él toma esa decisión, genera una cosa en contra pero después se lo agradecen. A mí me parece que todos los que vinieron se quedaron pensando, a veces creo que en cadena la gente va a empezar a dejar lo que está haciendo para hacer lo que quiere. Uno también piensa, cuando tiene un sueño, ¿si fracaso, si sufro, cuál va a ser el juicio de los demás? Y hay que jugarse, este hombre se arriesga y por lo menos lo intentó. Hay que concretar algunas ilusiones y apostar por la vida. Nadie fracasa cuando apuesta a la vida que elige vivir. Y esta obra habla de la vida vivida, no habla de frustraciones, habla de salir adelante, da un mensaje totalmente positivo.
Además de contar de que se trata la obra y cómo son sus personajes, las dos actrices recomendaron a los platenses asistir a la función de La vida debida, porque “se van a reír durante una hora y media”, coincidieron. Y Barbarrosa agregó: “Es una obra que te invita a la reflexión y te quedás pensando ¿qué tengo para hacer?, ¿qué tengo pendiente? Porque uno nunca sabe lo que te depara la vida, entonces hay que tratar de no quedarse con una asignatura pendiente. La obra habla de la vida, las ganas de vivir, de disfrutar, de no quedarse con nada pendiente. Habla de los sueños y el hecho de poder realizarlos”.
Fuente: Diagonales
El elenco de la obra se completa con Georgina Barbarossa, Ana María Picchio, Manuel Vicente y Federico Barón. Las dos protagonistas femeninas hablaron con Diagonales sobre esta pieza, que trata sobre la decisión de un hombre de “patear el tablero” y dedicarse a hacer lo que le gusta.
Aníbal es un comerciante, que próximo a cumplir los 50 años, decide replantearse algunas cuestiones de su vida. Entonces se pregunta: “¿Es esto lo que quiero?”, atraviesa lo que comúnmente se denomina “duda existencial”.
En esa búsqueda, este ferretero interpretado por Miguel Ángel Rodríguez, vende su negocio y se dedica a un rubro que nada tiene que ver con él, el tango. Así comienza La vida debida, una comedia escrita por Paco Hasse para Paul Kirzner (el hermano de Adrián Suar) que hoy a las 21.30 sube al escenario del Coliseo Podestá (10 entre 46 y 47).
El elenco de la obra se completa con Georgina Barbarossa, Ana María Picchio, Manuel Vicente y Federico Barón. Las dos protagonistas femeninas hablaron con Diagonales sobre esta pieza, que trata sobre la decisión de un hombre de “patear el tablero” y dedicarse a hacer lo que le gusta.
“Para mí hacer esta obra es una fiesta. Primero porque el elenco es espectacular, trabajar con la Picchio era una asignatura pendiente que tenía y ella es una mujer muy divertida y talentosa. De Miguel ya lo sabemos, pero a ella, por los papeles que hizo en televisión, se la vincula más a lo dramático, y es una artista maravillosa”, comentó Georgina Barbarrosa, que tampoco ahorró elogios para el resto del equipo. “Manuel Vicente es increíble y Federico, que es el hermano de Jimena Barón, va a ser un gran actor”.
En tanto, su compañera Ana María Picchio, destacó que La vida debida resulta muy interesante porque “siempre tiene que ver con los mismo: ¿qué pasaría si de la noche a la mañana uno desea cambiar de vida? Y acá, el personaje de Miguel se anima a eso”.
–¿Qué pueden contar de sus personajes?
–Georgina Barbarossa: Este personaje de Violeta me cayó a medida. Es una mujer que de la noche a la mañana se entera de que su marido decide cambiar su vida. Es una mujer adorable, como sacada de una película italiana. Cuando ve que su marido cambia 180º grados su vida, patea el tablero y se corta solo, no sabe qué hacer, porque ella no tiene vida propia y se queda afuera de todo, no sabe qué hacer de su vida.
–Ana María Picchio: Elsa es muy simpática. Es una chica soltera que está en busca de un sueño y lo logra. No se puede contar mucho porque tiene un secreto, que si lo revelo pierde la gracia, hay que ir a ver la obra... Ella es la única en el espectáculo que no es de la familia. Viene buscando esa posibilidad de aprender algo que la va a acercar a una persona que a ella le gusta mucho.
–Para ustedes, ¿de qué habla La vida debida?
–G.B.: A que las personas tienen que animarse a cumplir los sueños. Es una obra que te invita a la reflexión. Es sobre el deber que él tiene con su vida. Así como yo tengo una asignatura, que es tocar el piano, este hombre tiene eso. Toda la familia, y más yo que soy su esposa y Guille (Federico Barón) que es nuestro hijo, no sabemos qué hacer, y él quiere seguir construyendo. La obra va más allá de lo divertido, te invita a la reflexión, te dice que se pueden cumplir los sueños, que depende de cada uno de nosotros.
–A.M.P.: ¿Quién no quiere vivir otra vida? Este hombre se hace esa pregunta, ¿qué vida quiero? y los primeros que se ponen de mal humor porque no lo entienden son los parientes. Igual, él toma esa decisión, genera una cosa en contra pero después se lo agradecen. A mí me parece que todos los que vinieron se quedaron pensando, a veces creo que en cadena la gente va a empezar a dejar lo que está haciendo para hacer lo que quiere. Uno también piensa, cuando tiene un sueño, ¿si fracaso, si sufro, cuál va a ser el juicio de los demás? Y hay que jugarse, este hombre se arriesga y por lo menos lo intentó. Hay que concretar algunas ilusiones y apostar por la vida. Nadie fracasa cuando apuesta a la vida que elige vivir. Y esta obra habla de la vida vivida, no habla de frustraciones, habla de salir adelante, da un mensaje totalmente positivo.
Además de contar de que se trata la obra y cómo son sus personajes, las dos actrices recomendaron a los platenses asistir a la función de La vida debida, porque “se van a reír durante una hora y media”, coincidieron. Y Barbarrosa agregó: “Es una obra que te invita a la reflexión y te quedás pensando ¿qué tengo para hacer?, ¿qué tengo pendiente? Porque uno nunca sabe lo que te depara la vida, entonces hay que tratar de no quedarse con una asignatura pendiente. La obra habla de la vida, las ganas de vivir, de disfrutar, de no quedarse con nada pendiente. Habla de los sueños y el hecho de poder realizarlos”.
Fuente: Diagonales
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