De Federico León y Martín Rejman
La película de Federico León y Martín Rejman se llama Entrenamiento actoral para actores . En ella, los directores construyen la idea de un profesor de teatro ideal que da clases a un grupo de unos quince pibes que rondan los 10 años. Esas ideas, puestas en funcionamiento en el contexto de clase, constituye el cuerpo central del telefilm
Sergio es el docente, el que representa la voz de la madurez, el manipulador más sórdido, el psicólogo más despiadado del grupo, el que habla a los chicos como si tuvieran una experiencia de vida que no tienen y el cuestionador más lúcido que habla en nombre del arte (mejor aún, que habla en nombre del Arte escrito así, en mayúscula). Frente a él están los pibes.
El resultado del cruce pone en primer plano a los mecanismos y las búsquedas más sórdidas, pasionales y lúdicas de la actuación. A medida que avanza la narración, se desentrañan los aspectos colaterales de ese proceso en un abanico que incluye a la presión de los padres por ver a sus hijos en las típicas muestras de fin de año, los mismos miedos de los padres, las vetas más autoritarias del maestro o cómo los modelos de representación están presentes en lo cotidiano.
Así es que la película se sumerge en capas de una densidad al borde de lo perturbador. Un registro que los directores manejan con suma habilidad, síntesis y sin necesidad alguna de construir una historia que siga un crecimiento dramático tradicional. Como el mismo Sergio, exponen disparadores y allá ellos. En medio de esa batería, tanto el grupo de chicos como Fabián Arenillas (el fundamentalista de Sergio) se convierten en perfectos francotiradores.
Martín Rejtman fue docente de Federico León. Federico trabajó de extra en Silvia Prieto . Hace unos años, Martín fue a ver Cachetazo de campo y aquella obra de Federico le voló la cabeza. Del cruce entre ellos surgió este inquietante telefilm producido por Canal 7 que nunca se emitió en el canal oficial. Este año se presentó en el Bafici. Ahora llegó a un teatro clave de la escena alternativa, como El Camarín de las Musas, en donde se proyecta los sábados, a las 22. O sea, en un búnker de la actuación, se proyecta este entrenamiento elemental tanto para actores como para público. Advertencia: puede suceder que a la salida uno quiera tomar clase con ese tal Sergio (estoy en eso).
Alejandro Cruz
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