Es probable que en la memoria de los usuarios estén todos los anuncios sobre la electrificación del ramal ferroviario que une a La Plata con Constitución. Las promesas más antiguas remiten a 1985, cuando el servicio era estatal y el gobierno radical concretaba la obra en el tramo que une a Ezeiza con esa estación porteña.
Más de veinte años han pasado desde entonces. En el medio, el tren pasó a manos privadas, luego retornó al Estado y los pasajeros del Roca siguieron escuchando relatos oficiales sobre la posible electrificación. El último fue el de la presidenta Cristina Fernández, cuando el año pasado anunció “el salto a la modernidad”, mediante la conversión de este servicio que aún es impulsado a diésel.
En la misma dirección, el ex presidente Néstor Kirchner y el ministro de Planificación Julio de Vido hicieron un anuncio similar en octubre de 2005 y remarcaron que para septiembre de 2007 la obra -cuya inversión fue estimada en 491,3 millones de pesos- sería una realidad.
Entusiasmados, los funcionarios de entonces decían que los pasajeros podrían realizar el viaje en 52 minutos, contra los 80 que necesitan las locomotoras diésel. Pero no cumplieron. Es cierto que la empresa mejoró los pasos a nivel que existen en la ciudad de La Plata, pero de la electrificación, ni noticias.
Peor aún, en los períodos en los cuales se llevarían adelante las obras, varios servicios de trenes fueron cancelados, demorados o varados en algún tramo de las vías que unen ambas capitales, tras pasar por Gonnet, Quilmes y Avellaneda, entre muchas otras estaciones.
El cambio
Los trenes en manos privadas fueron lisa y llanamente un desastre. Alcanzará con recordar que en mayo de 2007 la estación Constitución fue escenario de una violenta protesta protagonizada por un grupo de usuarios.
Luego de que la compañía anunció otra cancelación del servicio en plena hora pico, los pasajeros comenzaron a destrozar las instalaciones. Al poco tiempo, el Gobierno le quitó la concesión y el servicio pasó a manos de la Unidad de Gestión Operativa Ferroviaria (Ugofe SA).
Pasaron los meses y volvieron los anuncios, ahora más ambiciosos, ya que se incluyeron obras de infraestructura en vías, señalamiento, comunicaciones y provisión de material rodante; además de la eliminación de pasos a nivel, la remodelación de 50 estaciones y la incorporación de 200 coches eléctricos con aire acondicionado.
Hasta el momento, fueron precalificados cinco grupos oferentes, pero los pliegos técnicos para cotizar las obras, que iban a estar listos a principios de año, continúan en proceso de definición.
Desde Ugofe SA, dijeron a Hoy que desconocen el proceso de licitación debido a “que es algo que le compete a la secretaría de Transporte”, organismo en el que este medio no obtuvo ninguna clase de respuesta.
Al menos por el momento, las promesas parecen haber caído en vía muerta.
Siguen los reclamos de los usuarios
Más allá de las promesas de modernización del servicio, los usuarios fijan su atención en el estado actual de las formaciones y estaciones. De acuerdo a la organización Pasajeros del Roca, consultada por Hoy, las quejas más habituales se deben a la falta de mantenimiento de los coches.
En julio, esa entidad hizo el reclamo ante Ugofe SA por el mal funcionamiento de las ventanillas y puertas de los trenes diésel de los ramales Bosques-Temperley y La Plata-Constitución. También pidieron la reparación de las instalaciones de los vagones.
La respuesta de Ugofe fue que, si bien la línea Roca había comenzado una tarea de reposición de vidrios en ventanas y puertas, y se habían comenzado a reemplazar los asientos de chapa (llamados antivandálicos) por otros con almohadillas, las formaciones son “víctimas de actos de vandalismo”.
Hay que reconocer que en nuestra ciudad la compañía ferroviaria reparó los pasos a nivel, dándole respuesta a un reclamo vecinal que llevaba años. Ahora son más ágiles y seguros.
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