sábado, 5 de diciembre de 2009

Una noche de rock rutero en el escenario de El Ayuntamiento

Los Peores del Condado cierran el año, este sábado 5 de diciembre a las 24, en 1 e/ 47 y 48 de La Plata

Lugares como El Chacal, Alto Bar, La Rubia vieron pasar en los primeros años de esta década a Los Peores del Condado, y los convirtieron en parte del paisaje del rock platense.

Sin embargo, la aventura había empezado cinco años antes, en 1995, sobre la ruta que une Rauch y Tandil. En una vieja camioneta Peugeot; Cacho Carmona, Perico García, Francisco Palazzo, Diego Palmieri y Matías Poulsen atravesaron el aire invernal y se metieron en un estudio de grabación de la ciudad de las sierras. Casi sin ensayo y con apenas un puñado de canciones (de Carmona), grabaron un demo que se convirtió en el acta de fundación del grupo.

Sobre el fin del milenio, en 1999, Los Peores sacaron su disco de estudio, Sobre las espinas. Fue grabado mitad en Tandil, en el estudio Alex, y mitad en Bauhaus de City Bell, con Ricardo Serra en la consola.

Temas como “El ángel oculto” o “Paraíso eterno” dejaban a la vista la marca del rock ricotero. A su vez, en canciones como “Pedro en el bar”, “En tres palabras” o “Dós náufragos”, menos oyentes adivinaban las evidentes huellas de Mark Knopfler (o Dire Straits), o ciertos giros de Virus, Héroes del silencio o Pink Floyd.

Un año después de lanzado ese paquete de canciones dolientes a la calle, y de haber conquistado al público de su ciudad, Los Peores iniciaron su etapa platense. Dejaron de ser un grupo de gente diseminada en distintas ciudades que se juntaba para tocar dos veces por año para pasar a ser una especie de pequeña comunidad en la ciudad de las diagonales.

En una vieja casa en la calle 57 alquilada a esos efectos (hoy demolida y con un edificio de departamentos sobre sus cimientos), armaron su propia sala de ensayo y salieron a recorrer los escenarios de la ciudad, empezando por el Teatro La Nonna.

Esos años dieron lugar no sólo a numerosos recitales, sino también a historias en que amistades y (des) amores se cruzaban en un mismo recorrido. Así también al enojo de algunos vecinos al ver sus paredes pintadas con el nombre de la banda.

La sala se mudaría después al sótano de la pizzería La Viola en 8 y 61, y el entusiasmo se iría diluyendo luego de un par de recitales en el Teatro Luz y Fuerza, uno de ellos recordado por muchos como el espectáculo que tomó el punto más alto de la banda.

Un cono de sombras fue cubriendo a Los Peores, que para 2005 había reducido a cero su actividad. Pero nunca nadie se animó a decir que todo había terminado.

Quedaban canciones como “Mr Flacman”, “Alas parisinas” o “Tu pobre destino”, entre muchas otras, cuyas letras ya coreaban unos cuantos seguidores y que pedían a gritos llegar a formar parte de un disco alguna vez.

Las mesas de La Viola (cuyas pizzas se venden ahora en Rauch) vieron reunirse a los integrantes del grupo en enero de 2009 para planear un show en un bar de su ciudad. El entusiasmo de su gente llenó el lugar levantando la temperatura hasta niveles insoportables, y les demostró que no estaban solos.

Recorrieron algunos pueblos del interior bonaerense, hasta que en junio El Teatro Café Concert fue testigo de que los amigos platenses no los habían olvidado. Pasaron por El Ayuntamiento, escenario al que quisieron volver, mañana desde la medianoche.

El segundo disco, a diez años del primero, es más que una cuenta pendiente: es urgente. Para eso están armando su propio estudio, donde pasarán los días de verano, y con el que prometen cristalizar el sueño en 2010.

Nuevas canciones asoman, pero deberán esperar al tercer disco. El próximo ya tiene todas sus plazas ocupadas. Nuevos recorridos esperan ser transitados por este grupo que a 14 años del inicio siguen encontrando emociones en este pulso que nadie les dio.

Fuente: Diagonales

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