martes, 22 de diciembre de 2009

Un legado por el mundo

LAS FUNCIONES SERÁN EL MARTES, MIÉRCOLES Y SÁBADO, EN EL LUNA PARK. LA ORQUESTA FILARMÓNICA DE BUENOS AIRES SERÁ DIRIGIDA POR EL COLOMBIANO HADRIÁN AVILA ARZUZA.

Entrevista Aleth Francillon Se especializa en reponer obras de Nureyev. Llevará adelante tres funciones de "Cascanueces" con el Ballet del Colón.


Por: Laura Falcoff

Después de una magra temporada 2009, esta heroica compañía

que es el Ballet del Colón cierra el año con tres funciones de Cascanueces, el bello ballet de Marius Petipa sobre música de Chaikovski -ya un clásico navideño- en la versión de Rudolf Nureyev. Precisamente se encuentra en Buenos Aires Aleth Francillon, que lleva por el mundo la tarea de remontar gran parte de las creaciones del célebre bailarín ruso.

Como bailarina de la Opera de París durante la época decisiva en la que el Ballet fue dirigido por Rudolf Nureyev. ¿Qué tipo de director era?

Muy exigente, muy duro en el trabajo y, al menos para mí, muy recto. Estricto pero justo.

Ha repuesto muchas obras de Nureyev, ¿qué aprendió de él?

He repuesto prácticamente todos sus ballets y aprendí mucho de él. Nurevey nos trajo, a los bailarines de la Opera de París, un intenso entusiasmo y un gran deseo de bailar. Nos impulsó a ir más lejos de nosotros mismos, algo que nos resultaba bastante nuevo. Su trabajo era afín al estilo de la escuela francesa de ballet pero más a fondo y más "limpio".

No llevó a Francia la escuela rusa en la que se había formado...

No exactamente; creo que la ruptura que había hecho con su patria, si bien no había significado una ruptura total, lo era en muchos aspectos vinculados a la danza. Fue una gran novedad ver a un bailarín ruso, como él, que no bailara como un ruso, aunque no lo digo en un sentido peyorativo. Haber sido dirigidos por Nureyev nos permitió conservar nuestro costado, digamos, frío -el ballet francés es bastante frío- y al mismo tiempo lograr una mayor expresión del cuerpo, más vinculada a la escuela rusa.

¿Qué quiso hacer Nureyev al retomar los ballets de Marius Petipa, que pertenecen a la tradición del siglo XIX?

Aunque en todos esos ballets Nureyev respetó el fondo de la tradición, al mismo tiempo introdujo una nota psicoanalítica que le permitió proyectar en otra dirección aquellas historias. En Cascanueces, por ejemplo, toma el personaje de Drosselmeyer, padrino de la protagonista Clara, y lo desdobla en la figura del príncipe que aparece en el sueño de la niña durante el segundo acto. Es un matiz, pero marca la evolución de la niña Clara hacia su estadio de mujer; una transposición un poco particular que cambia la idea de la obra.

Hablemos de Silvina Perillo, a quien usted ha elegido para el personaje de Clara. Carla Vincelli , en tanto, hará este rol el miércoles 23.

Vine por primera vez en 1997 a Buenos Aires a reponer Cascanueces y elegí a Silvina para el rol de Clara; regresé en 2000 y continuaba siendo la bailarina adecuada para el personaje. Regreso en 2009 y tengo ahora la misma impresión que tuve en 1997. Me encuentro con su físico extremadamente juvenil y a la vez con una madurez cerebral que generan un trabajo extraordinario. Estoy muy asombrada de su evolución; no podía imaginar que pudiera hacer hoy Clara de este modo. Si está allí el espíritu, la edad no tiene ninguna importancia para representar una niña como Clara. Silvina es deliciosa, encantadora, y realiza en este ballet un trabajo como pocas bailarinas en el mundo podrían hacer. Es por eso que la elegí, doce años después de haberla elegido por primera vez.

Fuente: Clarín

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